20 AÑOS

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Mi vida fue un antes y un después. Un antes, una familia real, rey y reina, príncipe e infantas. Cada uno con un propósito en particular. El mío, servir. 

 Muchas mujeres pasaron por mi vida, nunca fui un santo, pero tampoco pretendía serlo, iba de fiesta a altas horas de la noche, tomaba alcohol con mis amigos mientras bailábamos sin parar. En aquel momento sentí que había encontrado el amor, pensé que el enamoramiento era que mi compañera pensara y fuera igual que yo, hablar de los mismos temas, que casi nunca me llevara la contraria, una mujer tierna y capaz de cualquier cosa por mí. En algún punto de mi vida hice una evaluación de mí mismo y me reconocí como un egoísta, no era malo, simplemente no era el momento. Tenía sueños, planes, ilusiones, placeres, quería llenar todos los vacíos que sentía en mi interior. Estuve a punto de equivocarme al pretender casarme con una mujer que me exigía más de lo que podía darle. Pensé ¿Por qué no casarme si puedo hacerlo? Pero en el fondo lo sabía, no puedes hacerlo sino estás seguro, ninguna persona va a poder cambiar algo que solo está en ti mismo. Mi relación con aquella mujer se fue al precipicio, ella quería una vida, yo solo un momento, ella quería boda mientras yo solo un pasatiempo. Aquello termino.

Pero cuando conoces a la persona correcta no hay algo, nada, ninguna cosa que no puedas hacer por amor. Encendí la televisión aquel día de verano, y ahí estaba ella, su mirada, su voz, su cabello, su porte, toda ella me envolvió en una ráfaga de alucinación, un encanto, un hechizo, caí rendido por aquella mujer que respondía al nombre de Letizia Ortiz. Nunca tuve amores platónicos, no era necesario porque siempre tuve y obtuve lo que quise, pero con aquella mujer todo era diferente. Mi relación tenía muy poco de haber terminado, todos pensaban que me escondía para que no vieran mi sufrir, pero en realidad, solo esperaba a que cayera la tarde para verla a ella, no era necesario escuchar lo que decía, no lo quería saber, yo solo la quería ver a ella, a mí Letizia, a mi amor platónico, una mujer de televisión que se estaba robando cada noche y día mi aliento.  

Hasta que no pude más, un informe me relataba su vida, una vida de una mujer de un nuevo tiempo, de un nuevo siglo, y lejos de abrumarme o asustarme, me gusto aún más. Al saber más de ti, supe que tenías que ser mía. Su mirada esquiva, sabia que me miraba apenas cruzo por aquella puerta. El primer Hola del resto de nuestra vida. 

......

Si alguien me hubiera contado esta historia jamás la hubiera creído, y si yo iba a ser la protagonista mucho menos. Mi vida iba bien, cada vez creciendo más en el trabajo, nunca me cuestione el matrimonio, no me había ido bien y lo menos que quería en mi vida era a un hombre controlador, ya había tenido suficiente de ellos. Todos me quería, me admiraban y respetaban, caminaba por la calle y me saludaban por ser la del telediario, con mis compañeros periodistas me llevaba genial. Jure nunca dejar mi carrera por nada ni nadie, quería ser una mujer independiente, capaz de salir adelante yo sola. Pero la vida me tenía otros planes.

Puedes soñar tan alto como quieras que la vida se encargara de darte lo que es para ti, lo mío nunca fue ser periodista, eso fue solo un camino directo que me puso el destino, una trampa de la vida, que me enseño lo más hermoso que una mujer puede experimentar. El amor. 

Por él siempre he dado mi vida entera, deje todo aquello que amaba. Porque cuando lo conocí supe que estaría entre sus brazos por el resto de la eternidad, el hombre más amoroso, tierno y encantador que jamás creí conocer, aunque claro, lo conocí porque él así lo quiso. Nunca me sentí menos que nadie, a pesar de que todo ese respeto y cariño que las personas sentían por mí, se fue tornando en odio y desprecio ¿Qué hice? Tratar de salvar en todo momento a mi marido de todo aquello que le podía hacer daño, por no quedarme callada y ser una mujer con carácter y firmeza. Si quieres ser reina, no puedes pensar por ti misma. No puedes destacar más que el rey. 

El Día Que Decidí Amarte  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora