Diario de L

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Mis padres se han sorprendido demasiado, apenas alcé mi mano y vieron el anillo sus caras se pusieron tan blancas como si la sangre se les hubiera ido hasta los pies, se quedaron atónitos sin tener nada que decir por los próximos dos minutos. Mi hermana Ericka fue la primera en romper el hilo tensor en el que estábamos sujetos.

- Te has vuelto loca, sabía que lo estabas pero has perdido completamente la razón

- ¿Por qué? Tengo un año de relación con Felipe, todo va marchando bien ¿Que hay de malo en eso?

- No hay nada malo hija, solamente que es muy sorpresivo todo esto, uno no se emparenta con la familia real así como así .... Mi padre me tomo de la mano e hizo que me sentará en medio de él y mi madre. Ella tomo mi mano y la acaricio, solo buscaba sentirme comprendida, que alguien me dijera que estaba haciendo lo correcto y que debía avanzar en mi vida, o en su defecto que me dijeran que estaba cometiendo el peor error de todos.

- Entonces porque lejos de sentir alegría por contarles todo, siento un enorme miedo.

- Porque eso supone un gran cambio en tu vida, el más abismal de todos, no es por nosotros que te sientes así, es por ti misma.... Las palabras de mi padre siempre eran muy asertivas, me conocía mejor que nadie y sabía que eso que sentía en mi pecho era una lucha constante entre el deber y el querer 

- Y al casarte con ese hombre dejaras de ser tu misma ... Erika tenía esa habilidad para decir la verdad sin anestesia, sin filtro alguno.

- Por supuesto que no, sigo siendo la misma de siempre ... Dije con reproche. El amar a un hombre no me hace débil ni mucho menos una mujer codependiente. Seguia siendo yo, con mis reglas y principios bien establecidos, o por lo menos eso creía hasta que mi madre dijo las palabras más ciertas de todo este tiempo.

- Pero ya lo has dejado de ser cariño, siempre decías que no había nada más grande que tú sueño de ser periodista, escribir libros y ser alguien importante en tu profesión

- ¿Entonces simplemente debo desistir de todo esto? Yo amo mi carrera por supuesto que lo hago, pero esto con Felipe se me salio de las manos, no creí que me fuera a enamorar tanto, y pensé que si decía, no, lo perdería para siempre, entonces si eligo una cosa pierdo otra, esto es un lío .... Cubrí mi cara con mis manos mientras mis codos se sostenían en mis rodillas. Mi padre acaricio mi espalda, mi madre beso mi mejilla y retiro ni cabello por atrás de los hombros.

- Solo sigue tu corazón hija, por nosotros no te preocupes, que siempre te vamos a apoyar en todo y estaremos a tu lado .... Me abrazaron como si hubiera vuelto a ser una niña. Ericka solo me miraba fijamente y en cuestión de segundos se puso a llorar, de la nada, sin ningún otro motivo, lágrimas  rodeaban de sus mejillas ... — ¿Porque lloras hija? Acaso no te da gusto que tú hermana se vaya a casar... Mi madre corrio a abrazarla. La entendía, su ansiedad le jugaba malas pasadas, esto está fuera del orden tradicional de nuestro día a día, estaba alterando el orden de las cosas, pero por primera vez me portaria egoísta, merezco ser feliz.

- No es eso ¿pero como creen que va a resultar todo esto? es decir, vamos a tener que compartir en algún punto de la vida con los reyes de España ¿se dan cuenta de eso? son los reyes, personas importantes y de seguro no les va a gustar tener que tratar con gente como nosotros, personas comunes que para ellos solo sirven para servirles y pagar impuestos.

- ¿Que opinan los reyes hija?

- Conocí al rey, no de la mejor manera, y tampoco me trató con gusto, me puso a prueba al parecer y ahora le ha dicho a Felipe que está de acuerdo con que nos casemos

El Día Que Decidí Amarte  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora