Pasado III

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Letizia

Cómo era posible semejante cosa. Por ahora ya no había nada que inventar o con que agredirme, el reinado del rey se estaba tambaleando. Y con nada más podían desviar la atención. En días pasados Doña Sofía había organizado una cena, sin ningúna razón aparente simplemente a ella le gustaba ser anfitriona. ¿Él gran ausente? Don Juan Carlos. El pueblo se pregunta ¿Dónde está el rey? Algo que ni su propia esposa sabía, la familia desconocia su paradero. Él había tenido una caída que lo había hecho pasar por el quirófano. Felipe en ese momento me obligó a acudir al hospital, varios medios de comunicación ya tenían horas acampando afuera de la clínica. Las fotos era lo más importante, aunque mi querido suegro a la última persona a la que quería ver era a mi. Por eso me ahorre la molestia de pasar a su habitación. Había drama eso seguro. Pues cuando Felipe y yo llegamos al lugar, la rubia de ojos azules de nombre Corinna abandona el hospital por otra puerta. Lo que hacen las amantes con tal de no coincidir con la legítima esposa. Doña Sofía de igual manera se había percatado de la presencia de la mujer, todos los sabíamos. Era una gran humillación para doña Sofía. Por eso Felipe guardaba cierto coraje a su padre.

El rey a estado casando elefantes en Botsuana mientras él pueblo español está en crisis por el número de desocupados es del 25% de la población.

- Lo que nos faltaba ... Felipe apartó el periódico, así como esa, había muchos sitios tomando la noticia, el pueblo estaba molesto. Los que algún día se consideraron Juancarlistas, hoy se lo están replanteando. Está vez no hubo quien previniera esto, el escándalo ya estaba a la orden del día.

- Y para el colmo iba con esa mujer, no se cómo tu madre puede soportar tanto .... Si yo fuera ella, en este preciso instante me divorciaba.

- Mi padre me tiene muy desepcionado

- Tal vez este es el primer paso para que abdique

- Jamás lo va a hacer, siempre ha dicho que va a morir con la corona puesta.

- Con los escándalos que hay en la familia, dudo mucho que eso llegue a pasar a menos que se quiera cargar la institución.... Me senté en sus piernas, cosas terribles estaban por llegar pero no quería preocuparlo más de la cuenta

- No se que es lo que voy a hacer

- Hablar con él, tiene que ofrecer una disculpa, algo así, no se va a olvidar tan rápido.... Me abrazo más fuerte.... - Y a tu madre también le convendría pedir el divorcio.

- Eso jamás lo va a hacer, mi madre no le dejará el camino libre a esa mujer, aquí la que se ha partido el lomo junto a mi padre ha sido ella, como para que de buenas a primeras esa mujer intrusa venga y ocupe un lugar que no le corresponde.

- ¿Entonces prefiere seguir aguantando desprecios? Si ya no se aman, para que estar juntos.

- El matrimonio es para toda la vida, y así se odien, estarán unidos para toda la vida.

- ¿Quiere decir que aunque me dejes de amar nunca me darás el divorcio?

- Yo jamás te dejaría de amar, eres el amor de mi vida, además jamás te haría algo como lo que mi padre le ha hecho a mi madre, no haré las mismas cosas que tanto he criticado.... Me beso y abrazo. Felipe no era como su padre y eso me encantaba.

- Entonces tienes que empezar a marcar una línea con tu padre, si no te va a terminar arrastrando en todos sus asuntos.

- No le puedo dar la espalda a mi padre, no en estos momentos.... Me negué rotundamente, si yo estuviera en su lugar no se que haría. Lo que tenía claro es que no iba a permitir que mis hijas siguieran conviviendo con él.

El Día Que Decidí Amarte  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora