Capitulo III

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Letizia

- ¿Pero que te pasa Jaime? ... Lo empuje lo mas rápido que pude, me tomó todo por sorpresa, no podía digerir esto que acababa de hacer, jamas le di pie para que pensará cosas que no son, me sentia aturdida.

- Perdoname Letizia, no se por que lo hice, fue un impulso en verdad perdoname ... Quiso tomar mi mano pero la aleje, no queria permanecer ni un minuto mas ahi ... - Lo mejor es que me vaya ... Me levante de la silla pero él me tomo del brazo, al principio con fuerza y después con delicadeza.

- Por favor te pido que me perdones, no quiero que esto vaya a arruinar nuestra amistad ... Me hizo que me volviera a sentar, siempre crei que Jaime era un hombre raro, se veia en su mirada, pero su actitud era otra, no quiera juzgarlo pero en ocasiones me llegaba a dar miedo.

- Yo jamás te di motivos para pensar cosas que no son 

- Lo sé, lo sé, y en verdad no quiero que me mal intérpretes, no es que este enamorado de ti ni nada por el estilo, solo fue un simple impulso, de lo que yo queria hablarte era de que queria volver a conquistar a mi ex novia, tu nos conociste, sabes lo enamorado que estábamos, no se, la mente me jugo chueco, en verdad perdóname Letizia... Se veia tan desesperado, tan arrepentido, tal vez tenia razón y no lo hizo con esa intención, aunque aquel beso aún me dejo con muy mal sabor de boca, me repugna saber que me habia besado, no se me hacia guapo ni mucho menos atractivo. 

- Pues besando a otra chica, no conseguirás que te vuelva a hacer caso, y te perdonó, solo no lo vuelvas a hacer, por que tu y yo solo somos amigos y siempre sera asi, además yo estoy muy enamorada de mi novio .... Se lo queria dejar muy en claro, los hombres siempre suelen hacerse películas en la mente y mal interpretar las cosas.

- Un novio que no tiene rostro ...

- Es un hombre muy ocupado 

- Tan ocupado que no tiene tiempo para conocer las amistades de su novia 

- ¡Basta Jaime! Ese no es tu problema, mejor nos vemos luego ... Salí de la cafetería pero como buen hombre no se daría por vencido, me siguió hasta que me alcanzó 

- Letizia por favor, no me podre ir en paz sabiendo que me estas odiando, eres mi amiga, no soportaría perder tu amistad por algo así

- No te estoy odiando, y te dije que te perdonaba ... Dije fastidiada, me estaba comenzando a cansar, al unico hombre que le soportaba sus caprichos y sus acosos era a Felipe, con todas las demás personas me daban ganas de gritarles que me dejaran en paz. 

- Bueno dejame llevarte a tu casa.

- No voy para mi casa, voy para la televisora ... seguí caminando 

- Te llevo entonces

- Esta a una cuadra, me voy a ir caminando, ahora subete a tu carro y largate .... Lo deje ahi parado, para la próxima tendrá mejor cuidado en su comportamiento conmigo.

En ese momento, se sembró el primer gramo de odio en el interior de un hombre, un hombre que quiero mucho, que me ha ayudado mucho y que jamás esperaría una traición.

Aún era muy pronto para saber lo que el destino, el futuro o inclusive Dios nos tenía preparado.

El trabajo marcho bien, en el lugar donde más soy feliz, aparte de los brazos de Felipe, era en mi trabajo, me sentía como pez en el agua, y los resultados de audiencia iban maravillosamente, cada vez mejor, me encantaban las felicitaciones que nos llegaban a Usrasi y a mi, con Maria mi amistad era cada vez mejor, ante los celos interés de Sol. Con ella siempre quedaba para la cena, hablabamos de todo, a ella le podía confíar toda mi relación con Felipe, es mi gran guardiana, sin ella ya me hubiera vuelto loca.

El Día Que Decidí Amarte  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora