Brooklyn Baby. [Nikki Sixx]

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Una semana ha pasado desde que me enteré que Troy es gay, una semana que Nikki me dijo que me amaba y todo ha ido... se podría decir qué maravilla en cierto aspecto.
Casi no hemos discutido aunque siento que el trata de evitarme cada que se mete sus porquerías y me parece estupendo que haga eso. Aunque yo también lo evito cuando llega de con Tommy, cuando llega de sus ensayos o cuando suele llegar en la madrugada.
Solo me queda una semana aquí en los Ángeles, una semana que tengo que disfrutar al máximo con Nikki ya que regresando a Brooklyn no se cuando lo vuelva a ver por lo de su trabajo y porque pienso estudiar en Nueva York. No regresaría a los Ángeles a estudiar y sobre todo a vivir aquí con Nikki.

Camino por las calles de Beverly Hills con Chloe en mis brazos, veo los aparadores de las tiendas para ver que regalo le doy a Rose ya que pronto es su cumpleaños.

- Lindsay. - escucho una voz detrás de mi y veo a Axl.

- Hola. - saludo y el esboza una enorme sonrisa.

- ¿Como has estado? - me pregunta mientras le agarra el pequeño brazo a Chloe.

- Estoy bien, de maravilla y bien.

- Me da gusto y también me alegra verte.
Cada día que pasa, Chloe se pone más grande.

- No duran nada de bebés, yo quisiera qué se quedará toda la vida así. - digo y el ríe.

- Imposible.

- ¿Qué haces por estos rumbos? - pregunto y el me sonríe a la vez que mete sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón.

- Venía paseando por aquí para ver que linda chica encontraba y ¡Sorpresa! Te vi.

- Qué lindo. - digo riendo.

- En realidad solo salí a despejar mi mente y me entro la curiosidad de venir para acá ya que casi no frecuento estos lugares.

- Oh, pues me da gusto que estés por estos rumbos.

- ¿Y tu que haces por acá sin el idiota de Nikki? - me pregunta.

- Vine a comprar el regalo de mi hermana pequeña ya que en un mes es su cumpleaños. - respondo. - ¿Alguna idea?

- No se que cosas comprarles a las niñas pero tal vez una casa de muñecas le de felicidad y tal vez la conserve cuando sea adulta.

- Buena elección, bastante buena diría yo... ¿me acompañas? - le preguntó.

No me dice nada solo asiente con la cabeza y nos vamos caminando por varias tiendas. Hablando sin sentido y sin ningún tema pero aun así fue una platica bastante cómoda.
Termine de comprar una caja de muñecas algo pequeña ya que para irme con ella en el avión me costará bastante.
Fuimos a una pequeña plaza que estaba cerca de donde compre la casa, estamos sentados en unas sillas comiendo helado y yo le doy un poco de helado a Chloe.

- ¿Y como conociste a Angie? - pregunto.

- Pues un día ella fue a un concierto de nosotros a un club, la vi desde el escenario y me pareció ver a la mujer más hermosa del mundo y luego me enteré que estaba casada y con un hijo pero eso en realidad no me importa.
Jamás imagine que sería la esposa de tu hermano.
Lindsay, ¿te molesta que ande con ella?

- ¿Qué, porque debería de molestarme? Cada quien es libre de andar con quien quiera y si tu estas agusto con ella a mi no debería de importarme.

- Pero... es la esposa de tu hermano y como quien dice lo está engañando conmigo.

- No me importa, es una zorra. - digo sin pensarlo y ni siquiera se porque la llame zorra. - Bueno, no es una zorra no se porque dije eso.

- Debes de tener motivos...