Cuando llegué al edificio de King Entertainment, el taxista inmediatamente se bajó de su coche y me ayudó a bajar mis maletas, las cuales estaban en la cajuela. Después, me pidió que le diera mi autógrafo en un ticket de una tienda de conveniencia. En ese momento, suena mi teléfono por la llegada de un mensaje, pero decido no abrirlo.
–¿Pa-para quién?– pregunté, nerviosa.
–Louis– respondió con una gran sonrisa.
–Para Louis con mucho cariño y gratitud, Paris– dije, mientras firmaba el ticket. –Aquí tiene.
Él lo recibe. –Muchas gracias, señorita. Le deseo mucho éxito– y se vuelve a subir al taxi.
–¡Espere, me falta pagarle!– exclamé mientras rebusqué en mi cartera.
–¡Con el autógrafo tengo! ¡Hasta luego!– gritó, mientras se alejó del edificio.
Sonreí, mientras me encogí de hombros.
Ahora, ya estoy dentro del elevador con mis maletas, pero es un elevador diferente. Me había encontrado a Jenna en la recepción y ya la iba a saludar, cuando me exclama que ya casi toda la empresa se ha enterado que soy la nueva integrante, por lo que debía subir en uno de los elevadores traseros; donde suben los proveedores de la cocina.
–Pero nadie reaccionó mal cuando entré al edificio– echo un comentario al aire.
–Con que la gente reaccione es más que suficiente. Hay que ser cautelosos hasta que El Grande indique lo contrario– contesta, intentando hacerme entender de manera gentil.
Yo sé que soy nueva en todo esto, así que entre más escuche, más aprenderé. Sonrío en respuesta a sus palabras, y espero a que el elevador llegue al penúltimo piso, donde viviré el resto de mi vida (o al menos, por tiempo indefinido). Las puertas del elevador se abren y Jenna me ayuda con mis maletas, y nos encontramos con los chicos. Akil y Oliver son los acercarse y darme un abrazo, y luego me ayudan a meter mis maletas a mi nueva habitación.
–Me despido, Paris. Te deseo mucha suerte y éxito en tu nueva etapa, y ya sabes que aquí estoy para lo que necesites– Jenna me da un fuerte abrazo y se despide de todos nosotros. Se retira por medio del mismo elevador en donde subimos.
Zaid es el siguiente en darme un abrazo. –Qué bueno que por fin te vas a instalar. No puedo esperar a que nos conozcamos mejor, ahora que somos vecinos– dice, mientras una de sus manos baja hacia mi cintura, pero lo detengo.
"Quieto", mis labios susurran. Él se ríe, mientras Akil regresa de mi habitación junto con Oliver. –¡Ji, ¿no le vas a dar un abrazo de bienvenida a Paris?!– exclama hacia él.
Ji-Hu nada más me mira y se retira a su habitación, donde cierra la puerta. –Bah, ya se le pasará– me tranquiliza Zaid.
–Bueno, ¿por qué no te ayudamos a desempacar, mejor?– pregunta Oliver.
–¿En serio quieren ver lo que llevo dentro de mis maletas?– contesto con otra pregunta, mientras uso una mirada para indicarles que es mejor que lo haga yo sola.
–Tienes razón– dicen Oliver y Akil al mismo tiempo, y en eso, Zaid me responde: –Yo sí.
Los tres lo miramos con confusión en nuestros rostros, pero luego estallamos en risas. –¿Qué?
–Que eres un pervertido y se nota que no tienes mucho contacto con el sexo femenino, ¿quizá?– contesta Akil.
Oliver y yo nos reímos, mientras que Zaid mira muy serio a Akil, pero lo deja ir. Los chicos me acompañan a mi nuevo espacio, y me ayudan a subir las maletas a la cama para poder desarmarlas mejor y más rápido.
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¡Estoy en la Banda!
RomanceParis Díaz es la hija perfecta, según sus padres: excelentes calificaciones, las mejores recomendaciones por parte de sus maestros y una alumna ejemplar. Sin embargo, ese sueño no es suyo. Y siente que se le acaba el tiempo para poder lograr lo que...