Capítulo 40: Café del Amor

4 1 0
                                    

Paris

La hora acordada para ver a Daniel en Gia's Coffee casi llega. Me esmero en arreglarme, pero no mucho, porque quiero prepararme en caso de que vaya a llorar por el rompimiento de mi primera relación. Yo sé que todavía nada es seguro, pero no está de más anticiparse.

Hace unos minutos, fui a mi pequeño clóset para elegir la ropa que me pondré. Escogí una playera café una talla más grande que la mía, unos pantalones cafés acampanados y unos tenis del mismo color. Sólo me puse un conjunto de anillos de oro y unas pulseras del mismo metal para no verme tan informal. Me arreglé el cabello para que se viera ondulado, y me maquillé lo más natural posible para verme linda.

Tomo mi teléfono y mis pertenencias que están dentro de una pequeña mochila, y salgo de mi habitación. Le mando un mensaje en privado a Akil:

"Ya voy a salir"

Él me había dicho hace unas horas que me podría cubrir para salir por el elevador de los proveedores. Akil me responde con un "okay" y veo que sale de su cuarto. Con una mirada, me indica que ya puedo salir, y corro rápidamente hacia el ascensor. Me despido de él con una sonrisa, y Akil me tranquiliza susurrando "todo va a estar bien". Yo en verdad, espero que así sea.

***************************************************

5 horas antes

–¿A qué te refieres con que "no estoy segura de que a quien quiero sea a Daniel"?– me pregunta Akil.

Yo me pongo de pie. –Es que... desde hace unos días... no me siento bien en la relación; no sé cómo explicarlo.

Él también se para y se pone en frente de mí. –¿Entonces quieres a alguien más? ¿Es eso?

Bajo la mirada. –Me vas a decir que soy una cursi y una tonta por caer...

–¿Caer en qué? En serio no estoy entendiendo nada de lo que me estás diciendo.

Yo suspiro. "¿En verdad vale la pena que lo diga en voz alta?", pienso.

–Creo que quiero a... Ji-Hu.

Akil parece impasible, y por unos minutos no me dice nada. –¿Y bien? ¿Por qué no me contestas?

–¿Qué quieres que te diga?

–¿No te extraña que admita en voz alta eso?– pregunto incrédula.

Él sólo sonríe. –Es que ustedes no se dan cuenta, pero su atracción se ve a leguas.

Yo abro los ojos como platos. –¡¿Cómo?!

Akil empieza a caminar dentro de mi habitación. –Por favor, Paris. No puedo hablar por los demás, pero es evidente.

"¿Entonces él sabe?".

–¿Ji-Hu sabe lo que siento?

Él se gira para verme. –No lo sé. A pesar de que somos cercanos, no se abre conmigo en ese aspecto.

Cierro los ojos y me cubro la cara con mis manos. –¡Soy una tonta! De seguro ha de pensar que soy una ñoña por enamorarme a la primera.

Akil va conmigo y me quita gentilmente las manos de mi cara. –No eres tonta, Paris. Se le llama amor.

Suspiro pesadamente. –Es que... ¡es ridículo! Estamos en una relación falsa, ¡¿y yo soy la que se enamora?!

–Paris, es completamente normal. Y te prometo que nadie te verá con la imagen que crees tener.

Me tumbo en mi cama, y me contengo las ganas de volver a suspirar. –¿Y qué vas a hacer?– me pregunta Akil.

Yo me siento. –Lo mejor será olvidarme de eso.

¡Estoy en la Banda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora