–Quién diría que la nueva está hecha de acero– dice Ji-Hu, lo que nos sorprende a todos.
–¡Vaya! Hasta que comentas algo en todo este rato– exclama Akil, lo que causa que estallemos en risas. Ji-Hu sólo se limita a sonreír.
Después de terminar la clase intensiva de baile con el instructor, que ahora sé que se llama Alphonse Leroy, tocaba la hora de la comida. Subimos al piso de la cocina, donde Roby ya estaba sirviendo los platillos como si estuviéramos en un buffet: tacos, lasagna, spaguetti, ensaladas, cortes de carne, paella y un tazón con verduras asadas. De bebidas sólo teníamos disponible agua, bebidas energizantes y refrescos; yo escogí uno de sabor uva.
Alguien entra a donde estamos sentados; es la misma chica que entró con la champaña el día que me presenté con El Grande.
–¡Keyla! ¿Apoco te quedas a comer?– pregunta Zaid cuando la ve.
–Ella es Keyla Cortés, la mano derecha de El Grande– anuncia Akil.
Keyla me sonríe. –Mucho gusto, Paris. Bienvenida a King Entertainment– dice.
–Gracias– le agradezco con una sonrisa.
–¿Hay junta con El Grande?– pregunta Oliver.
Ella sonríe. –No. Vengo por Ji-Hu.
Todos nos extrañamos, hasta el señalado. –¿Por mí? ¿Para qué?– pregunta él, confundido.
–El Grande desea hablar contigo.
Él se pone de pie. –Bueno... si tú dices. – le da un sorbo a su vaso con agua. –En unos momentos regreso.
Todos asienten y ambos se retiran.
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Ji-Hu
Tomo asiento, como me indica El Grande. –Bien, ¿de qué se trata?
Suspira. –Iré directo al grano,– carraspea. –he oído rumores de que no has tratado cortésmente a Paris.
Miro instantáneamente a Keyla. –No me mires a mí– dice con diversión.
–Ja ja, qué graciosa.
–No fue ella, Ji. Tú sabes muy bien que no es ninguna chismosa– me dice El Grande.
–No me digas. ¿Fue ella misma, verdad? Como si estuviéramos en la escuela– esto último lo digo más para mí.
–Ji, ¡no te molestes! Simplemente lo escuché por ahí, ¿okay?– y se pone de pie.
–Tenemos un plan para proponerte– anuncia Keyla, mientras se coloca a un lado de El Grande.
Inmediatamente me paro, al imaginarme qué puede ser. –¡NI DE CHISTE! ¡NI PIENSEN EMPAREJARME CON ELLA!– grito.
Ambos se ven, y estallan en carcajadas. –¡Por eso me caes bien! Eres tan divertido cuando te lo propones– responde El Grande.
Keyla finge limpiarse una lágrima. –No eso lo que queremos proponerte, aunque no es mala idea– añade ella.
"NI SE LES OCURRA", pienso. –¿Entonces? ¿Qué es?
–¿Qué te parece... tener una pijamada los cinco?– pregunta El Grande.
–¿Y eso de qué serviría? ¿Para hacernos trencitas y jugar "verdad o reto"? No, gracias.
Keyla rueda los ojos. –Para que se conozcan mejor. La única razón por la que ella no te agrada es porque llegó de repente a tu vida, ¿no es verdad?
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¡Estoy en la Banda!
RomanceParis Díaz es la hija perfecta, según sus padres: excelentes calificaciones, las mejores recomendaciones por parte de sus maestros y una alumna ejemplar. Sin embargo, ese sueño no es suyo. Y siente que se le acaba el tiempo para poder lograr lo que...