Capítulo 28: Cólera

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Paris se tambalea. La sostengo fuertemente para que no se caiga, pero ahora mi miedo es que se vaya a desmayar. Los reporteros siguen con sus aplausos y gritos de emoción, pero yo no puedo oír nada; es como si hubiera perdido la audición por completo.

Antes de que pueda seguir diciendo lo que El Grande me había indicado anteriormente, Paris se suelta de mi agarra y corre a la salida del pequeño salón donde estamos teniendo la rueda de prensa.

Miro a Akil, y me dice con la mirada que vaya por ella. Lo hago, y cuando la alcanzo, está de espaldas.

–Paris, yo-

–¡Cállate! ¡No digas ni una palabra más!– grita, al girarse para verme.

Noto que los chicos están detrás de mí; listos para ver esta discusión.

–Paris, en verdad lo sien-

–Entiendo que me tengas un desprecio por el hecho de que me haya integrado a tu preciosa banda sin aviso, ¡pero iniciar una relación conmigo SIN MI CONSENTIMIENTO es un golpe muy bajo! ¡Incluso para ti!– ella estalla en cólera.

–Paris, es que no lo entiendes– empiezo a decir.

–¡¿Qué es lo que no entiendo, eh?! ¡¿Que me odias tanto como para fastidiarme con esto?! ¿Qué es lo que quieres? ¡¿Qué quieres de mí?!– Paris comienza a sollozar.

Y entonces, se me parte el corazón al verla llorar sin remedio. Los chicos y yo nos acercamos para consolarla, pero ella inmediatamente se hace a un lado y corre hacia las escaleras, las cuales vemos que sube frenéticamente.

–¿En serio va a subir todos esos pisos?– susurra Zaid.

Me giro para ver a los chicos. –Oigan, se los juro que-

–No digas una palabra más– me interrumpe Akil.

–¿Qué? ¿De qué hablas? Al menos dejen que me explique– digo.

–¿En serio recurriste a esto para fastidiarla?– pregunta él.

Lo miro extremadamente confundido. –¡Por supuesto que no!– exclamo, ofendido y molesto.

–Porque ya sé el "trato" que hiciste con ella– dice Akil.

"Ahora esto tiene sentido", pienso. –¿Te lo contó?

–Me lo dijo todo– él recalca la última palabra.

"¿Qué más puede estar escondiendo Paris?", es lo único que puedo pensar.

–¿Qué está sucediendo?– pregunta Oliver, confundido.

–Ji-Hu es tan patán que obligó a Paris a iniciar una relación publicitaria sin consultarla– responde Akil.

Zaid me mira con bastante enojo. –¿Es en serio, Ji? ¿Tan bajo has caído?

–¡¿Se pueden callar?! ¡No fue idea mía, por el amor de Dios!– estallo.

–¿Entonces?– pregunta Akil.

–Fue idea de El Grande, ¿okay? Dijo que necesitaba una noticia de impacto y me obligó a terminar con Arabella y suplantarla con Paris, ¿contentos?– contesto, sumido en la ira.

–Pues entonces, explícaselo a Paris. Ella piensa que fue tu idea– dice Oliver.

–¿Y cómo voy a hablar con ella si no quiere verme ni en pintura?– pregunto, con sarcasmo por la sugerencia tan tonta de Oliver.

–Pues tendrás que hacerlo. La convivencia de la banda depende de ti, Ji-Hu– dice Akil, acercándose a mí mientras pone un brazo alrededor de mis hombros.

¡Estoy en la Banda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora