Capítulo 26: Primera Cita (Parte II)

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–¿Qué haces aquí afuera?– insiste Akil, en un tono molesto.

Esto me pone un poco nerviosa, y me quedo muda unos segundos. –Uhmm... Estoy a-aquí p-porque...

Él suspira, y cierra los ojos; intentando encontrar las palabras adecuadas. –Paris, no puedes salir sin permiso. ¿Y si te reconoce la gente?

–¡Tú también estás afuera!– exclamo.

–¡Pero por una razón diferente!

–¿Ah, sí? Ni siquiera te he dicho por qué estoy afuera– digo, desafiante.

–Pues, yo estoy seguro que nuestros motivos son diferentes– responde Akil, mientras cruza los brazos.

Y es que, no sé si sea bueno decirle todo el contexto detrás: la mentira de mis padres, la mentira de Daniel y el hospital, el trato que hice con Ji-Hu (aunque no me ha pedido que haga algo que no me parezca, pero igual)... ¿Sería bueno confiar en Akil? Se ha mostrado muy bueno conmigo desde que llegué, pero bien dicen que caras vemos, corazones no sabemos...

"Ya hasta soné como mi madre", pienso.

Carraspeo. –Bueno, yo te cuento primero PERO debes prometer que no vas a decir ni una palabra– digo.

Él asiente. –Prometido.

–Bien.

Y nos quedamos viendo unos segundos. –¿Me vas a contar o no? Porque me parece que vas a algún lado, por cómo vienes arreglada.

Me aclaro la garganta. –Bueno, estoy aquí porque... Voy a tener mi primera cita con mi...

–¿Novio?

–Ajá– contesto tímidamente.

Akil suspira aliviado. –¿Y ya? ¡Yo pensé que era algo más fuerte!

–¿Entonces sí puedo salir con él?– pregunto, esperanzada. Mi relación (o lo que sea que tengo) con Daniel es lo único que me parece normal ahora.

–Pues, la verdad es que no puedes salir del edificio si no es para conciertos, entrevistas o alfombras rojas.

Ahora, estoy cabizbaja. –Pero– empieza a decir Akil.

Levanto la mirada. –Cabe la posibilidad de que te pueda cubrir... como hoy.

Se me escapa una sonrisa, y me lanzo a abrazarlo. –¡Gracias, gracias, gracias!

Él me corresponde el abrazo, y después de unos segundos, nos separamos. –No tienes nada qué agradecer. Ahora somos compañeros, y amigos, ¿no?

Le vuelvo a agradecer. –Exacto. Gracias, Akil.

–Oye, ¿y por qué estabas dudando en contarme la verdad? ¿No confías en mí?

Ahora viene lo difícil. –Bueno, es que... prometí no decir nada porque... hice una especie de...

–¿Trato?– completa por mí.

Asiento. –¿Con quién?– pregunta.

"NO LO DIGAS", pero yo no le hago caso a mi mente. ¡Que se pudra el ególatra de Ji-Hu!

–Ji-Hu– respondo, sin más.

Akil se me queda viendo, tratando de explicarse la situación dentro de su cabeza. Desvía la mirada y ve todo lo que pasa a nuestro alrededor, menos a mí, quien está esperando con ansias su contestación.

–¿Akil? ¿Todo bien?– decido preguntar.

Vuelve a exhalar, pero esta vez, de forma pesada. –Sabía que esto podía pasar.

¡Estoy en la Banda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora