Capítulo 29: Bomba de Tiempo

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–¡Julissa! ¿De qué estás hablando?– pregunto, visiblemente nerviosa.

–Ay Paris, ¡pero si estás en todas las noticias! Todos en la residencia saben lo de tu relación con Ji-Hu– responde.

"¿¡QUÉ!?", pienso. ¿Y si lo sabe Daniel? Oh no, NO NO NO.

–¿Lo saben el Doctor Johnson y el Doctor Moore?– pregunto, a punto de estallar en lágrimas.

"¡Todo esto ha sido en vano!".

–No, al menos no que yo sepa. Hasta donde sé, sólo lo hemos visto Asher y yo.

No puedo evitar soltar un suspiro de alivio. Pero eso aún no me garantiza seguridad completa. 

–Julissa, en verdad te pido de todo corazón: esto no lo puede saber NADIE– enfatizo la última palabra.

–Sí, lo prometo.

–Julissa, en verdad-

–Sí, tranquila– me dice.

–¡Porque ya sabes que-

–¡Que sí, lo sé!

–Okay; confío en ti– digo.

–Paris, sólo necesito una explicación. ¿Entonces, lo de tu baja por salud mental fue... mentira?

Medito mi respuesta unos segundos. Sé que me voy a ver mal frente a ella el admitir que todo eso fue una gran mentira, porque estoy siendo sumamente egoísta con mis intereses y mi sueño, y peor aún, puse eso encima de los sacrificios que hemos hecho mis padres y yo para llegar hasta donde estuve: conseguir una residencia en el hospital más importante de Nueva York.

¿Me importa tanto lo que digan los demás de mí? ¿Y lo que piensen, también?

–Okay, tienes razón; mereces saber la verdad.

Y la verdad fluye como un río rápido en tiempo de lluvia; intento ordenar mis ideas y contarle a Julissa lo más detallado posible lo que sucedió (obviamente omitiendo la parte donde Daniel y yo salimos), pero todas mis ideas y pensamientos aparecen sin previo aviso, y esto causa que Julissa tenga muchas dudas.

–A ver si entendí: te metiste al concurso sin querer, fuiste seleccionada, te diste de baja en el hospital, tus padres piensan que estás en un diplomado en Chicago, ¿e iniciaste una relación con Ji-Hu porque él te obligó?

–Exacto, ¡pero lo último no se lo puedes revelar a nadie! Bueno, en realidad, no puedes decirle a nadie lo que acabo de decirte– contesto.

La escucho suspirar. –Está bien, no voy a contarle a nadie.

–Muchas gracias, Juli. En verdad, me estás salvando la vida.

–Pero eso sí: tengo que contárselo a Asher porque, no te he actualizado pero... ¡empezamos a salir!– exclama.

–¡Ahhh, qué genial! ¡Muchas felicidades, Juli! Estoy muy feliz por ti.

–Muchas gracias, Paris. Espero que estés cumpliendo tus sueños– dice de repente.

Esto me toma por sorpresa. –Cl-claro que sí, Juli. Estoy siendo muy feliz.

–Qué bueno. Te lo digo porque ya me tengo que despedir y no quería colgar sin antes decirte eso.

–Es muy gentil de tu parte, Juli– agradezco.

–Y... ¿Paris?

–¿Sí?– pregunto extrañada.

–No dejes que los imbéciles te impidan ser feliz, ¿sí?

Y con eso, cuelga sin dejarme responder a su consejo. Miro mi teléfono unos segundos, mientras analizo en mi mente la conversación que acaba de suceder. Pensé que, cuando llegara el momento en que alguien descubría mi secreto, iba a abortar la misión inmediatamente y sin dejar explicaciones a nadie. Pero, me siento orgullosa de decir que este no fue el caso.

¡Estoy en la Banda!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora