Capítulo tres: Ofrenda de Dios - Parte 3

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—Incluso enojado, te ves muy sexy. —sonríe tras él con picardía, Alessia Romano, una mujer alfa y la novia del rubio enojado.

—Alessia. —se voltea rápidamente para abrazarla, causando que el corazón de aquella mujer se derrita.

—¿Es el imbécil que atrape robándose un par de joyas? —acaricia el cabello de su pareja que, al ser más bajo, se coloca de puntillas para poder alcanzar sus labios y dar un suave beso.

—Sí, es ese tipo. —suspira. —El señor Vizcaíno tiene un Rut irregular ahora, no creo que dure sino un par de horas debido a que le di los supresores rápidamente.

—Está bien. —asiente la mujer de cabellos blancos con suavidad, sin dejar de ver el rostro del chico, que se aparta sonrojado.

—T-Tengo cosas que hacer, nos vemos m-más tarde. —trata de huir rápidamente.

—No lo creo, cariño. —toma al chico de la cintura, mirándolo con aquel par de ojos ahora dorados. —He pasado 15 días sin verte y tú quieres huir, ¿a qué le tienes miedo?

—A-Alessia, es que...

—Ya sé a qué le tienes miedo. —acerca su rostro al del contrario. —Tienes miedo de que te deje en silla de ruedas. —dice sonriendo, perversa y excitada. —Vamos a casa, cariño.

Mientras, aquel pequeño conejo y la serpiente blanca que lo envuelve en sus brazos, lo arrastran a casa. El joven Lorenzo besa con ferocidad y hambre los labios de aquel joven omega, desesperado por encontrar aquel aroma a canela, fallando a pesar de la profundidad y el toque desesperado y duro de sus manos. "No es él", piensa y gruñe.

—Volteate y alza el maldito culo. —mirándolo con ferocidad, el joven omega sonríe complacido, volteándose.

—¿Puedo mirarte a la cara? —pregunta jadeante. —Déjame verte.

—No. —contundente, toma el cuello del chico con agresividad, hundiendo su rostro en la almohada. —Abre las piernas, sé que te gusta que lo haga de esta manera.

—Mmm... sí, señor. —gime, retorciéndose ansioso.

Sin más, introduce su pene erecto, embistiendo una y otra vez, gustosamente, cerrando sus ojos gracias al placer e imaginando que aquel cuerpo, que aquellos gemidos y súplicas de más provienen de aquella hermosa flor de canela que ha intentado alcanzar por segunda vez y ha fallado rotundamente. Irritado, enfurecido por la derrota, hunde con más fuerza su virilidad, matando de placer al joven omega sometido por su cuerpo. El chapoteo y el sonido de la piel al golpearse una a la otra la hace más sonora y vulgar, lujuriosa y ansiosa. ¿Ansiedad? ¿Por qué el corsario negro más deseado de Italia toma desesperadamente el cuerpo de un hombre al cual realmente no quiere? Solo es un remplazo, solo eso, solo una pequeña tortura de lo que se viene más adelante. De lo que se siente pedir y no recibir todo lo que se desea.

Mientras este sufre de una manera carnal y desesperada, otro se retuerce en una cama sudoroso y fatigado debido a la cantidad de veces que ha eyaculado en sus manos, encerrado en su habitación y siendo visitado de tanto en tanto por la madre superiora Teresa. El celo, además de ser fuertemente irregular por primera vez en su vida, es doloroso. Nunca había sufrido tal cosa, ya que si bien es un omega dominante, poco común y sin aroma en sus feromonas, mantenía bajo control el celo hasta regularlo por sí mismo como el resto de los omegas sin necesidad de medicamentos, pero al tener una conformación física especial, han empezado a nacer nuevos síntomas.

—Teresita. —entre jadeos y suaves sollozos, llama a la madre Teresa a su lado, quien lo reconforta de inmediato. —Ya no puedo más, por favor, trae el medicamento, trae la inyección ahora, por favor. —solloza.

—No estamos seguros de cómo va a reaccionar. —la madre Teresa, temblorosa, acaricia el rostro del joven. —Ay, Dios mío, cómo me duele verte sufrir así.

—Ya no podemos esperar más. —señala el párroco Ángelo, preocupado, mientras acaricia la frente sudorosa de Alexander. —Teresa, dígale al médico que entre y aplique la inyección. —con lágrimas en los ojos, mira al joven. —Prometeme que no morirás.

—No lo haré. —sonríe débilmente el pelirrojo, moribundo y temeroso.

—Luis, pase, rápido. —el párroco toma el brazo del joven doctor y este deprisa se acerca a Alexander.

—Es peor de lo que imaginé. —dice el morocho al ver la condición de Alexander. —Definitivamente, debemos darle la inyección ahora. —suspira y mira al párroco y la madre superiora. —Gracias por firmar los documentos. Es el único omega dominante en este pueblo y quizás, gracias se pueda fabricar algún tipo de medicamento para síntomas iniciales en omegas dominantes. —mira al joven sacerdote. —Deseo profundamente que todo salga bien.

—Espero que Dios me permita seguir viendo en vida a muchachos como usted, llegar tan lejos. —dice sonriendo débilmente, causando que el joven Luis se conmueva.

—Por favor, tenga mucha fortaleza.

—Daré todo mi esfuerzo. —suelta un quejido al sentir una ola de calor cubrir su cuerpo. —Por favor, hágalo, ahora.

—Sí. —rápidamente, va por los implementos y saca de su maleta el medicamento esperado. —Se llama SereniDose. Fue aprobado en otros países, pero no se ha aplicado a ningún omega dominante de Italia; usted será el primero. —prepara la aguja y limpia el muslo derecho del sacerdote. —Lo colocaremos aquí para que la concentración de líquidos no sea tan dolorosa para su cuerpo. —rápido, pero con cuidado aplica la inyección lentamente, dejando que el líquido violeta desaparezca por completo.

SereniDose es un medicamento altamente costoso y de poca fabricación debido a la escasez de omegas dominantes a nivel mundial. Pese a ello, los diferentes países decidieron desarrollar este supresor especializado para omegas dominantes, el cual debe ser utilizado por dos años hasta que el celo se estabilice y sea normal como el del resto de los omegas, al menos aquellos que deciden no ser expuestos a feromonas alfas, es decir, aquellos omegas dominantes que decidan no tener exposición a feromonas alfas o relaciones sexuales, están en total derecho de tomar el tratamiento y estabilizar el ciclo por dos años hasta convertirlo en el ciclo de un omega común.

La inyección fue desarrollada por Nexura BioSynth, una empresa de origen alemán. Permite estabilidad hormonal y emocional a los omegas dominantes durante sus períodos de celo. Su composición es agresiva, consta de Tranquilogenina Beta-H, un componente sintético que actúa sobre los receptores del neurotransmisor GABA en el cerebro, promoviendo la relajación y reduciendo la excitabilidad durante el celo, agregado a ello la Serotroxina Estérica, un derivado esterificado de la serotonina, conocida por sus efectos estabilizadores del estado de ánimo, que ayuda a reducir la irritabilidad y mejorar el bienestar emocional; esta fue agregada debido a los periodos de hipersensibilidad emocional de los omegas dominantes durante el periodo de celo y el peligro de que se genere algún trastorno por depresión durante el proceso, y finalmente, Progesterol Omega-Pro, una combinación de progestágenos especialmente diseñada para omegas dominantes, que ayuda a equilibrar los niveles hormonales y a reducir la intensidad de los síntomas corporales durante el periodo de celo y quizás el elemento más agresivo de todos. Por ello no todos los omegas dominantes deciden tomar el tratamiento, ya que los síntomas secundarios, como la fatiga, el vómito y el insomnio lo hacen insoportable.

—Se desmayará en pocos minutos y quizás no se despierte hasta mañana en la mañana. —dejando que las gotas de sudor se deslicen por su frente, el doctor seca las mismas, dejando ir la tensión de su cuerpo. —Espero que funcione, mientras tanto averiguaremos por qué de repente el celo se descontroló.

—Que sea lo que Dios quiera. —dice Ángelo, preocupado, tomando la mano del y sentándose junto a la cama de Alexander, que poco a poco pierde la conciencia. 

Vizcaíno ©  (Omegaverse, romance, erotismo y mafia). #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora