Capítulo seis: Retame -Parte 1

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A un perro

Todo es igual y lo mismo.

Fenelón

¡Ah, perro miserable,

que aún vives del cajón de la bazofia,

como cualquier político temiendo

las sorpresas del palo de la escoba!

¡Y provocando siempre

que hurtas en el cajón pleno de sobras

—como cualquier político— la triste

protesta estomacal de ávidas moscas!

Para después ladrarle

por las noches, bien harto de carroña,

—como cualquier político— a la luna,

creyendo que es algún queso de bola...

¡Ah, perro miserable,

que humilde ocultas con temor la cola,

—como cualquier político del día—

y no te da un ataque de hidrofobia!

—Cuadernillos de poesía por Luis Carlos López Escauriaza, poeta colombiano.


—¡Vizcaíno! —llama a gritos Dante, ansioso debido a la hora. —¡Oye, ya debemos irnos, son las 10 de la mañana! —irritado, grita.

—¡Ya voy, señora! —grita y se carcajea poco después el joven Lorenzo.

—¡Mocoso! —niega con la cabeza, colmado de impaciencia.

El pobre hombre ha tenido que aguantar las majaderías del chico por años, siendo en ocasiones su padre sin querer queriendo, para tratar de controlarlo, especialmente cuando el padre del joven, ahora fallecido, tenía que irse lejos debido a viajes y reuniones.

—Oye, cálmate. —Tiziano se acerca suavemente con un café expreso en su mano, ofreciéndolo a Dante, que solo lo mira de arriba abajo, inexpresivo.

—¡Señor, lo esperamos afuera, las maletas ya están listas! —grita y se retira con paso firme, siendo perseguido detrás. —Ya deja de seguirme. —advierte al joven tras él.

—¿De verdad seguirás molesto? Ya he pedido perdón un millón de veces...

—¿Y lo preguntas? Imbécil, te cogiste a ese tipo en el apartamento que compartimos, ¿qué pensaste?, ¿qué no me daría cuenta? Vete a la mierda. —escupe sin más. —Y eso no es lo peor, te lo follaste en mi cama, ¡maldito imbécil! —grita enfurecido, lanzando los papeles que tenía en su mano al rostro del contrario. Tiziano tensa la mandíbula e incapaz de alzar la mirada, solo resiste, paciente. —Estaremos en una casa cural, espero que no se te ocurra cogerte a alguien ahí, ¿no?

Aquel alfa furioso, ahora con ojos verdes completamente brillantes de forma antinatural e intimidantes, se acerca con los puños apretados y el ceño fruncido, sin poder creer lo que acaba de escuchar.

—¿Qué dijiste? —su voz, baja y amenazante, hacen estremecer a Dante que, aun con aquella mirada retadora, muere de miedo en el interior.

El de ojos grisáceos, trata de hablar, pero solo choca contra la pared de ladrillo y traga saliva. Se ha dejado creer de la increíble paciencia de este hombre que ha sido su amigo desde la infancia y también, para mayor dolor, su primer y único amor unilateral, o al menos eso cree por las claras evidencias. Siente cómo el pánico le recorre su columna vertebral, sintiendo sus piernas temblar ligeramente poco después. Intenta recuperar su aplomo, pero las palabras se le escapan de la boca entre temblores.

Vizcaíno ©  (Omegaverse, romance, erotismo y mafia). #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora