HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOS

CAP.16- VOLVER A CASA

Los caminos cercanos a la madriguera siempre habían sido los paseos favoritos de Harry, le gustaba constantemente transitar por los alrededores, la mayoría de las ocasiones lo hacía solo, aunque también era placentero hacerlo acompañado de Ron y Hermione en su época de colegio, cuando los tiempos no eran tan difíciles. Con el tiempo cuando comenzó a estar con Ginny, salían a dar caminatas en silencio disfrutando del aire fresco y el aroma de la naturaleza.

 Es un lugar hermoso, un sendero reconfortante en esos días de dolor y oscuridad, pero también en momentos como ahora, en los que irradia una luz en su ser, sin saber qué lo está provocando.

Harry decidió aparecerse después de terminar el desayuno, a cierta distancia de la madriguera, para dar un paseo y aclarar un poco la mente, le hizo llegar un mensaje a Ginny informando que fue dado de alta, se tomaría el resto del día para tener alguna actividad con Lily y tal vez por la tarde pasar a Dream house, para ver a los niños y así dejaran de estar preocupados por su salud, sobre todo Jerry, quien demostró mayor preocupación en su carta.

El camino fue tranquilo, con uno que otro pensamiento auto destructivo, imaginando que Ginny habló con sus padres en un momento de desesperación e impulso cual Griffindor y ahora lo estarían esperando para querer matarlo. Se culpaba demasiado por cualquier cosa que pasara, siempre lo había hecho. Las muertes de todos sus seres queridos, incluso la gente a la que ni siquiera llego a conocer, se culpaba constantemente de todo aquello, lo hacía a veces cuando su mente se sentía perdida.

Ahora se culpaba de estar bajo un hechizo los últimos veinte años de su vida; casado con una mujer de quien en un principio creyó estar seguro de amar y ahora resulta que su amor verdadero había sido borrado de su mente. Se negaba constantemente a creer que había amado a alguien que no fuera Ginny. Pero su mente jugaba con él. A pesar de amar a Ginny, a pesar ser la mujer que le regalo una familia completa; con hermanos, padres e hijos, siempre había algo que no encajaba en el rompe cabezas de su vida. Y ahora esa Ginny estaba dedicada en cuerpo y alma a querer regresarle a su amor perdido y verlo feliz lo que reste de vida a su lado.

Le dolía pensar que los Weasleys lo botaran; Molly lo adoptó como su hijo desde que supo que era amigo de Ron, lo consentia a veces más que a sus propios hijos, lo defendía muchísimo, incluso aquella vez que peleo con Sirius, cuando Harry quería formar parte de la orden, Harry recordaba lo furiosa que estuvo. La voz de Molly en esos días resonaba constantemente en su cabeza "¡ÉL SOLO ES UN NIÑO!" y ella tenía razón, en toda esa mierda en la que estuvo involucrado, él solo había sido un niño con un destino desafortunado. Harry sentía un inmenso amor por la mujer. Arthur por su parte, siempre había sido una figura paterna, tan serio y comprensivo, Harry lo miraba como el ejemplo de un padre que siempre anhelo tener, Arthur era divertido, bromista, serio en los momentos que se necesitaba, amable y un buen confidente en algunas ocasiones que Harry se llegó a sentir perdido.

Los hermanos; de no ser porque se negó a que los gemelos cambiaran su color de cabello tal vez hubiera pasado como uno de tantos hijos de los Weasleys. Los gemelos habían sido sus favoritos, Charlie siempre actuaba como su hermano mayor, Bill lo cuidaba como lo hacía con los más pequeños de la casa, y Perci, él siempre fue más reservado aun así siempre lo consideró parte de su familia y le dio un lugar como su hermano. Y Ron, su hermano y mejor amigo de toda la vida. No podía perderlos, no quería perder todo aquello que la vida le había regalado con esa familia, todo por otra maldición que no se dio cuenta y no pudo detener.

Llego a la madriguera más deprimido de lo que quería sentirse, tuvo una mañana muy tranquila con Draco y tal parecía que su amistad iba a surgir bien, ahora se encontraba frente a la casa de la que había sido su familia y no tenía idea de cómo sentirse. Molly se encontraba en la cocina, la ventana daba hacia el patio donde se divisaba el camino que conducía a la casa, una vez que pudo distinguir que era Harry, salió corriendo pensando que algo pasaba, al encontrarlo lo abrazó tan fuerte que Harry por primera no quería soltarla.