CAP.60- UNA PISTA

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Habían salido del restaurante caminando sin un rumbo fijo, durante un largo tiempo sin decir una sola palabra inmersos cada uno en sus propios pensamientos, intentando tener alguna respuesta a tantas preguntas en su mente.

Después de una larga larga caminata llegaron a un parque donde tomaron asiento en una banca, algunas estrellas se comenzaban a asomar en el cielo que se pintaba de un azul oscuro, para dejar ver la negra noche.

La mente de Harry había estado tan ocupada que no había pensado en los recuerdos y lo difícil que estaba siendo para Draco, él al menos tenía una idea de lo que fueron, pero para el rubio estaba siendo más agobiante, él deseaba conocer su propio lado de la historia y parecía ser agotador.

Estar investigando por su cuenta para quitarle una carga a Harry fue una tarea difícil y cansada, Harry entendía a la perfección lo que aquello implicaba, cargar con secretos o con misiones sin un rumbo fijo, sin saber a qué te enfrentas, tenía completo conocimiento de cómo era.

Recordó su tiempo en la guerra, las noches sin poder dormir por estar pensando en acabar con Voldemort y poder seguir adelante con una vida normal, como una persona normal, como jamás lo había sido. Recordó su desesperación al no encontrar respuestas por varios meses, y ahora esa desesperación se miraba y la sentía de nuevo, suya y la del chico a su lado.

-Draco... sabes que puedes contarme cualquier cosa que pasa por tu mente- Harry entendía lo que por la mente de Draco estaba pasando, ya lo había vivido, y eran tan parecidos en eso, guardar sus sentimientos, guardarlo para ellos en su pecho aunque estuviera a punto de explotar. Draco Malfoy nunca fue de los que hablan de sus sentimientos, pero ahora ya no era ese chico engreído y orgulloso, pero seguía teniendo algunas conductas muy bien adoctrinadas por su padre, sobre todo lo de mostrar lo que sentían.

Aunque Harry antes no era de los que expresaban mucho, tener tantos hijos lo fue guiando para poder lograrlo, si quería que sus hijos pudieran hablar sobre lo que les pasaba debía comenzar él y eso lo ayudó.
Pero Draco aún seguía encasillado, era más difícil sacar a flote lo que había en su interior, era más complicado que este reaccionara de alguna manera y expusiera su verdadero terror.

-Lo sé. - una de las razones por las que necesitaba Draco contarle a Harry, era que éste se volvió su respaldo, podía contar cualquier cosa a su chico sin tener culpa de lo que estaba sintiendo. Con él podía ser vulnerable y no tenía miedo, pero ahora, lo estaba invadiendo y no sabía a qué precisamente le temía.

Pasaba largas horas del día buscando en su mente algún recuerdo que le guiara a Harry, quería conocer su historia, deseaba tanto verse como adolescente enamorado, saber que no fue infeliz la gran parte de su vida, quería conocer que había amor en su corazón cuando fue un adolescente y que no solo había frialdad y frivolidad en su ser, como su padre le enseñó durante años, como la guerra lo había formado.

Ahora podía entender por qué cuando Harry fue a la mansión y vio sus ojos, una oleada de esperanza lo invadió, aunque sus recuerdos fueron borrados, en su corazón siempre existió ese gran amor por él, ahora entendía por qué no le dijo a su padre que el chico del rostro desfigurado que era Harry Potter. Muy en su interior quería protegerlo y quería que acabara con aquella tortura.

-Harry... en tus recuerdos, has buscado algo que nos ayude a saber desde cuando... - la voz de Draco sonaba ausente, tan plana y triste con algo de desesperación.

-Sí. Llegué a pensar que fue Umbrige, pero ella nos habría matado, o a ti te hubiera expuesto con Voldemort. - Harry lo pensó en un principio varios días, buscó alguna señal que indicara quién pudo hacerlo pero no lograba encontrar nada.

-Y... tú y yo... ¿desde qué momento fue?
Harry lo pensó por un rato antes de contestar, eso no lo había analizado, pero después de un rato logró tener el momento exacto.

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora