CAP.44- HABLANDO CLARO

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Draco había salido de la habitación aunque no de muy buena gana pero debía hacerlo, darle espacio a Harry para hablar con Ginny era lo más educado que debía hacer. Pensaba en Ginny, cómo se podría sentir con todo lo que estaba pasando, si estuviera en su lugar necesitaría una serie de explicaciones.

Decidió pasar por su laboratorio de pociones para hacer un rico té y llevarle otro a Ginny y Harry, iba a una velocidad considerable como para dar tiempo a una buena plática.

En uno de los pasillos se encontró a Ron, venía muy de prisa y por la cara que llevaba no le dio buena señal a Draco.

-Weasley. - se quedó parado deteniendo a Ron evitándole el paso.

-Malfoy- Ron hizo una mueca de asco al pronunciar el nombre de Draco, este seguía siendo el mismo infantil de Hogwarts, no había cambiado su actitud para nada. Hizo un intento por pasar y Draco lo bloqueó.

-Puedes hacerte a un lado, llevo prisa- Ron arrastraba las palabras un poco molesto.

-¡NO!... Si vas a la habitación de Harry, él está ocupado en este momento, no te puede atender.

-¿Ahora eres su secretaria? - Ron estaba siendo burlón y sarcástico.

-Soy alguien que realmente se preocupa por él y no un hipócrita idiota que solo finge serlo. - Draco había estado muy molesto desde el día del pub, de no ser por qué era preferible ir tras de Harry le hubiera lanzado una maldición a Ron o un buen puñetazo en la cara, por ser un grandísimo idiota y ahora era más alto su nivel de furia por haber puesto en riesgo la vida de Harry solo por sus arrebatos de niñato de colegio.

-Ahora vas a decir que te preocupas por él. ¡Sí claro!, eso es una estupidez, tú no te preocupas más que por ti mismo. - Ron seguía intentando burlarse de Draco.

Este estaba comenzando a perder la paciencia con la actitud tan infantil de aquel pecoso pelirrojo.

-Pues sí Weasley, ahora me preocupo por Harry y al parecer más que tú en todos estos veinte años. Ahora escúchame bien. Si solo haz venido a incomodarlo o sacar toda la mierda que sale por tu horrenda boca, hazme el favor de largarte de aquí o te sacaré a patadas yo mismo. Y si haz venido a hablarle y decirle quienes son los hijos de perra que le hicieron una maldición, entonces yo mismo te llevo con él. - la voz de Draco era bastante imponente, como jamás había sido alguna vez, estaba furioso con Ron por todo lo que había estado haciendo a Harry y no permitiría que lo dañara de nuevo, a nadie se lo iba a permitir.

-Tú no vas a darme órdenes miserable Mortifago.

-Oh claro que si puedo Weasley, no te metas conmigo, no me retes. Por qué no sabes de lo que yo sí puedo ser capaz por las personas que amo. - Draco se estaba poniendo rojo, sus cejas estaban muy juntas y la cara era demasiado seria.

Con esto último Ron dio un paso atrás, con la boca abierta por aquellas palabras.

-¡Sí Weasley. Escuchaste bien!. Por qué mientras tú miserable bastardo jugabas a las bromas de colegio, yo estaba tratando de salvarle la vida a Harry, en aquella maldita casa a la que nos enviaste.

Draco Alzó la mano, mostrando su palma donde estaba el corte que se había hecho la mañana anterior con el hechizo de lazos. Se alcanzaba a distinguir un rosa muy tenue, una línea a la mitad de la palma de la mano, de lado a lado.

Pero lo que más sorprendió a Ron no fue la cicatriz del corte, si no el desteyante anillo plateado en el dedo anular de Draco.

Sorprendido, Ron dio otro paso hacia atrás. Seguía con la boca abierta.

-Deja de ser un maldito envidioso y haz tu estúpido trabajo bien, lárgate de aquí y busca al hijo de perra que hizo la maldición a quien dices llamar tu hermano. Por qué si no lo haces tú Weasley te juro que iré al ministerio y lo pondré de cabeza hasta encontrar a ese bastardo. - Draco estaba que echaba lumbre de lo furioso. Se notaba en su voz, era puntual e imponente.

Ron no dijo nada más, seguía con cara de sorprendido Draco no se movió del lugar donde estaba, no tenía intenciones de dejar pasar a Ron, este lo entendió a la perfección dio media vuelta y se marchó sin decir una sola palabra.

Draco siguió su camino al laboratorio, estaba furioso quería entender porque Ron y Hermione estaban demorando tanto en decirle a Harry que había dos sospechosos, quería decírselo él, para que Harry los presionara y le dieran información, creyó que estos le darían de las sospechas una vez que dejó el análisis.

Llegó al laboratorio y se desplomo en una de las sillas, tratando de calmar su irritación, recordó que había dejado una copia del análisis de las pociones, se incorporó y se puso a revisar muy detenidamente con total concentración, puso a preparar el té que le llevaría a Harry y a Ginny para calmar los nervios de aquellos, aunque también él necesitaba ese té.
Draco estaba dispuesto a llegar al fondo de todo, antes le daba curiosidad, solo por saber en que líos estaba metido Potter, al menos eso pensaba que era, pero ahora que él y Harry estaban juntos debia resolver ese asunto.

Estuvo muy concentrado en el análisis de aquella poción, detectando cualquier pista que pudiera guiarlo con el mortifago sospechoso. Después de un buen rato, de estar caminando de un lado a otro con los documentos en una mano y la taza de té en la otra, su humor se había calmado, de pronto todo se aclaró un poco. "¡oh por Salazar! ¿Por qué no lo pensé antes, cómo no me di cuenta? Si estas pociones la hizo algún mortifago que estuvo en la mansión podría estar en los archivos de registro de pociones." Draco hizo un hechizo deductivo y metió los documentos en la bolsa de su pantalón, no quería perder tiempo y necesitaba ir de inmediato a la mansión para averiguar si en los libros de registro encontraba algo. Debía de pasar primero con Harry para avisar que saldría y no se preocupara, dejaría el té y se marcharía.

Antes de salir de su laboratorio redactó unas cartas y las envió. Salió del lugar con esperanzas de encontrar algo en la mansión. Quería pasar todo el día con Harry pero esto también era muy importante.

Emprendió marcha de regreso a la habitación, no podía estar separado de Harry, estaba siendo algo exagerado pero tenía la necesidad de estar todo el tiempo en sus brazos.

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora