La tarde se puso de un gris opaco, parecía que amenazaba con llover, Harry se deprimió un poco, le parecía la señal de que el día terminaría un poco mal. La charla con Ron salió bien al parecer, hablaron sobre interrogar a algunos Mortifagos para ver si se encontraba algo importante. Siguieron hablando de los sueños y el patronus. Cada vez que se mencionaba lo del patronus Ron suspiraba como si eso lo conmoviera, y regularmente le decía a Harry "No me imagino olvidando a Hermione". Esto era a lo que Ginny se refiero cuando dijo: "Nunca me ha mirado como lo hacen Ron y Hermione". Y eso seguía poniéndolo triste, no quería que nadie sufriera por amor, menos por su culpa. Nuevamente el pensamiento destructivo de culpabilidad llegó, cuando iba saliendo del Ministerio.
Se pudo aparecer por la red flu que estaba directa a la madriguera, pero no se sentía con ánimos de llegar si todavía Ginny no se encontraba ahí, quería dar un poco de tiempo para que la bruja pelirroja apareciera en el domicilio.
Harry logró llegar de su larga caminata al lugar que por tanto tiempo fue su hogar, su lugar de acogida cuando se quedó sin la protección del número 4 de Privet Drive, la estancia de dieciséis años en ese domicilio con los Dursley, jamás se compararía con la vida tan llena de amor que le dieron los Weasley, gente que no tenía ni una pizca de su sangre, lo habían aceptado, amado y protegido más que su propia familia.
Llegó un poco mojado por la lluvia que comenzaba a caer, seguía sintiendo la tristeza inundar toda su alma, creía que sus padres adoptivos jamás perdonarían la desdicha que estaba causando a su familia. Se tomó un momento parado frente a la puerta antes de tocar, esperando escuchar si salía la voz de Ginny para entrar un poco más seguro. Pero no escucho nada. Finalmente tocó la puerta y Arthur Weasley salió a recibirlo.
-¡Harry! que sorpresa, te esperábamos más tarde. - Arthur se hizo a un lado para dejar pasar a un Harry nervioso.
-Salí algo temprano ¿Ginny no ha llegado aún? - Caminó hacia la sala, dando un ligero vistazo a todo el lugar para ver si se divisaba en algún lado a la pelirroja.
-Sí. Ginny y Molly se encuentran en el jardín, Molly está supervisando que no comience una plaga de gnomos.
A Harry le dió una punzada en el estómago, imaginando que tal vez la chica se estaba adelantando a la charla con su madre, esperaba ver a una Molly furiosa entrar por la puerta trasera de la cocina a punto de lanzar un hechizo a Harry.
El señor Weasley y él se sentaron en la sala, con una plática amena de casos del ministerio. Solo estaban haciendo algo de tiempo para que las mujeres aparecieran y se unieran a la charla. Ese día Lily se quedaría un rato con Hermione y Ron. Después de haber platicado con Ron, le pidió el favor de cuidar a la niña, ya que a sus hijos les hablarían de la situación hasta las vacaciones de navidad.
El ruido de algunas voces hizo a ambos girarse, eran el par de pelirrojas entrando a la sala. Harry seguía estando más nervioso que antes, pensando que Ginny tal vez ya había comenzado la charla con su madre. Pero el pensamiento se fue cuando Molly se sentó a un costado de Arthur y le dedico una sonrisa con mucho cariño a Harry.
-¿Y bien? ¿A qué se debe esta reunión? - Comenzó Arthur, para romper el pequeño silencio incómodo que se había generado.
Ginny también había tomado asiento a un lado de Harry, ésta miró al chico hecho un manojo de nervios, que jugaba con sus manos intentando mantener la calma. La chica tomó su mano y le hizo un asentimiento con la cabeza como dando la aprobación de que comenzara a hablar.
-Estamos aquí... Para contarles sobre lo que está pasando. Por qué ingrese a San Mungo... darles todos los detalles. - Dijo finalmente Harry mirando a los señores que estaban frente a él.
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HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOS
FanfictionDespués de la segunda guerra mágica todo marcha con normalidad. Harry formó una hermosa familia con Ginny Weasley, tienen tres hermosos hijos, es auror reconocido del Ministerio de Magia y está rodeado de muchos amigos que lo aman. Pero unos terrib...