HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOS

RECUERDO I- EL LAGO

Hogwarts (1995-1996)

Draco había llegado al laboratorio de pociones muy temprano, el castigo por la pelea que tuvo con Harry y George después del partido les había traído algunas consecuencias; Umbridge decidió expulsarlos de lo que restaba de la temporada de quidditch  y para terminar con broche de oro el castigo, él y Potter pasarían largas horas en detención con Snape en el laboratorio, aunque para Draco no era un castigo, realizar pociones era su pasatiempo favorito siempre y cuando solo se tratara de eso.

Cuando llegó, Harry aún no estaba ahí. Metió la mano en el bolsillo de su tunica sintiendo la manzana que tenia dentro, creyó que era buena idea llevar algo para comer, si estaría ahí por mucho tiempo tal vez le daría hambre, pero un pensamiento lo invadió y sin detenerse a analizarlo un poco, dejó la manzana en la mesa, donde creyó que era posible que Harry se sentaría. Tomó asiento y se dispuso a repasar algunos apuntes de pociones por si a Snape se le ocurría que deberían hacer algo de eso.

Cuando Harry llegó se propagó una tensión por toda la habitación que venía junto con él en cuanto cruzó la puerta, al llegar a la mesa se dio cuenta de la manzana, Draco lo observaba por el rabillo del ojo, Harry  tomó la manzana y la tiró a la basura sin decir una sola palabra. Draco no se molestó en mirar, solo ignoro que había pasado aquello, aunque una fuerte punzada se le clavó en el pecho.

Poco después Snape llegó, se notaba su cara de felicidad al mirar a los dos chicos castigados frente a él, ver la cara de desdicha que tenían los dos alumnos, llenaban de  energía al profesor.

-Por lo que supe a ustedes dos les gusta tener practicas muggle. Así que... tendrán que limpiar todos los calderos hasta dejarlos impecables. Sin. Magia. Y organizar todos los estantes, Filch se podrá muy feliz con su ayuda - Una pequeña sonrisa de satisfacción se alcanzo a distinguir en los labios del pálido profesor.

-¿Cuánto tiempo estaremos aquí?  - Draco se limitaba a mirar a los dos hombres parados frente a él, no diría ni una sola palabra, ya suficiente tenia con pasar toda una tarde encerrado en ese acalorado lugar y agregar mas horas de castigo no era una opción para él. Notaba la irritación de Harry la furia en sus ojos aunque no los mirara directamente.

-Me pregunto si alguna vez dejaras de complacerme poniéndote castigos Potter.- Snape sonrió con sarcasmo - Hasta que yo lo diga - dijo Snape mientras pasaba por un costado de Harry. -No creo que tengas algo mejor que hacer, Potter... así que. Es mejor que comiencen. - Snape pasó su mirada en Draco, este se giró para comenzar con su tarea asignada.

Snape estuvo un largo rato ahí, sentado en su escritorio observando a los dos chicos, Draco organizaba los estantes mientras Harry limpiaba eufórico con bastante rabia los calderos, nadie hablaba. Era como si ninguno de ellos tres existiera en la habitación. Solo se escuchaban las respiraciones de un furioso Harry. Minutos después un alumno llegó entregándole un rollo de pergamino a Snape, éste leyó el contenido, tomó algunas cosas de su escritorio y se dirigió nuevamente a la puerta.

-Saldré por unos minutos. No. Quiero. Incidentes. - Snape arrastro las palabras, con la mirada fija en Harry como si aquel fuera el causante de cualquier "incidente".

Salió azotando la puerta detrás de él, dejando a los dos chicos malhumorados solos en aquella sala.

Harry suspiró tomando otra esponja para comenzar a lavar mas calderos.  Draco continuó concentrado en los estantes, organizando todas las pociones, no estaba siendo del todo fastidioso para él, aunque prefería estar en cualquier otro lugar, menos escuchando los quejidos constantes de su acompañante. Cada cinco minutos se escuchaban los resoplidos de molestia del chico. Draco solo ponía los ojos en blanco sin darle importancia. Después de un largo rato Draco se hartó de escuchar a Harry.