Harry despertó abrazado a la cintura de Draco, aferrado a aquel cuerpo que lo albergaba de paz y tranquilidad, esa experiencia era inigualable, jamás sintió algo parecido en ningún momento de su vida.
Draco también había despertado, aunque estaba cómodo se sentía confundido con la noticia del día anterior, Harry Potter siempre provocaba en él un sin fin de emociones y en aquel momento no era distinto. No podía seguir dejándose llevar por aquello, lo arrastraría hasta un abismo y no estaba dispuesto a dejar que eso pasara.
Sin decir nada quitó el agarre de Harry de su cintura y lo hizo a un lado, no fue brusco pero aquella acción a ambos les provocó un vacío en el pecho.
Harry se quedó tirado viendo al techo mientras Draco se metía al baño, se escuchó la ducha y algo le decía a Harry que debía entrar, pero se contuvo.
Poco después Draco salió de bañarse con una toalla alrededor de su cintura y con el cabello aun estilando, las gotas caían sobre su pecho, Harry quería lanzarse a lamer aquellas gotas de agua.
Draco se dio cuenta de la reacción y la cara que el despeinado y amodorrado Harry tenían, hizo una media sonrisa de satisfacción. Iba a jugar el juego de Potter, lo haría pagar por su maldito descaro.
Draco se giró para buscar ropa interior y dejó caer la toalla para ponérsela, dejando a la intemperie su redondo, blanco y bien formado trasero. Tenía una erección y no quería controlarla, quería que Potter la viera, quería provocar al chico.
Puso los calzoncillos y se giró, dejando ver aquel bulto bien marcado.
Harry no hacía nada, estaba petrificado observando como Draco se movía de un lado a otro de aquella habitación perfectamente ordenada, fue al armario a buscar más ropa, comenzó a vestirse.
- ¿A dónde vas? - la voz de Harry era entre cortada y nerviosa. Draco se giró con una ceja levantada.
-No soy de los que se quedan en cama todo el día, Potter.
Quería sonar tal como lo estaba haciendo, frío y distante.
-Creo que necesitas ayuda con... quiero decir... quieres... ven aquí. - Pero Draco hizo una media sonrisa y algo de sarcasmo salió de aquel.
-No es algo que deba preocuparte, tengo años haciéndome cargo yo mismo. No te necesito. Aquellas palabras se clavaron en el pecho de Harry, Draco seguía molesto, muy molesto al parecer. Harry salió de entre las sábanas dirigiéndose al baño.
-Yo... solo tomaré mis cosas y me voy. - un nudo en la garganta se estaba formando, se había acostumbrado tanto a la mirada y la voz cálida de Draco, que ahora ese tono le dolía demasiado.
Pero su ropa no estaba por ningún lado, giró en todas direcciones y no encontró nada a la vista, más que sus calzoncillos junto a la cama, los tomó y se los puso rápidamente.
Draco lanzó unos pantalones y una playera a las manos de Harry.
-Puedes usar esto - y se giró nuevamente fingiendo que buscaba algo en los cajones. Harry se acercó despacio abrazando a Draco por detrás apoyando su frente en la espalda aferrándose a su cintura.
- ¿Estás molesto? - la voz de Harry sonaba triste.
- ¿Tendría que estarlo? - Draco estaba siendo lo más neutral que podía, no quería dejarse llevar por sus emociones al fin y al cabo Harry se iría con alguien más, él solo había sido un juego para Potter y no le permitiría que lo siguiera haciendo.
-Déjalo ya Potter. Termina de prepararte y baja a desayunar, aún tenemos una cena que terminar.
Pero Draco no se giraba, tampoco tocaba a Harry solo estaba de pie con sus manos posados en un cajón, tratando de controlar su respiración. La noticia del alma destinada de Harry le dolía más de lo que se pudiera imaginar. Pero no se lo demostraría a Harry, "un Malfoy no demuestra sus sentimientos" escucho resonar la voz de Lucius en su mente.
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HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOS
FanfictionDespués de la segunda guerra mágica todo marcha con normalidad. Harry formó una hermosa familia con Ginny Weasley, tienen tres hermosos hijos, es auror reconocido del Ministerio de Magia y está rodeado de muchos amigos que lo aman. Pero unos terrib...