RECUERDO VI- DECLARACIÓN

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Draco había estado observando a Harry durante la clase de encantamientos, estaba distraído se notaba cansado y molesto, habían estado teniendo bastantes deberes y no se habían visto en varias noches, a demás de que Hermione tenía secuestrado a Harry obligándolo a terminar los trabajos, aunque últimamente ya no se distraían tanto y disfrutaban trabajar y se daban tiempo para en los descansos besarse. Pero habían decidido posponer sus encuentros para no levantar demasiadas sospechas, que a Hermione no se le escapaba que Harry estaba algo extraño últimamente.

Cuando iban saliendo de la clase, Draco se había demorado un poco haciendo tiempo a que todos salieran.

-¿Te sigue doliendo la cabeza, Harry? - había escuchado decir a Hermione y mientras iban pasando cerca de él escucho el susurro de la chica - ¿pero es la cabeza o es la cicatriz? - la voz de Hermione se escuchaba bastante preocupada. Y al igual que la chica también Draco se preocupó, Harry le había contado que la cicatriz le dolía cuando Voldemort estaba cerca y si era eso, había peligro, intentó seguir escuchando y se fue algo retirado pero atrás de ellos sigilosamente para que no se dieran cuenta.

-No es la cicatriz Mion. No te preocupes por eso. Es por que sigo sin poder dormir por eso me duele la cabeza. - Harry tenía la voz con demasiada pesadez.
Entonces Ron se giró un poco dándose cuenta que Draco estaba tras ellos, éste continuó caminando con la cabeza levantada con su porte distinguido y altanero, mirando a Ron con desdén y una sonrisa sarcástica.

-¿Ahora te gusta escuchar conversaciones ajenas? - le gritó Ron quedándose parado sin moverse.

-Sinceramente Weasley, no creo que pueda salir algo interesante de tu asquerosa boca.

-Oh vamos Ron. No estoy de humor para esto - Harry miraba a Draco suplicando que dejara de pelear, por la cara que tenía el chico realmente se sentía mal.

-Quítate de mi camino comadreja. - pasó entre medio de Ron y Harry dando un golpe en el hombro a Ron y una ligera caricia a los dedos de Harry sintiendo la electricidad recorrer su piel. Mirando con altanería a Ron.

-¡Imbécil! - gritó Ron a la espalda del rubio, este no se giró a verlo, levantó una mano, haciendo una seña con el dedo medio.

Después de aquel encuentro, en el Gran comedor, siguió observando a Harry, se miraba peor que por la mañana y ese día no se iban a ver, habían quedado hasta el viernes y a penas era inicio de semana, no soportaría verlo más de esa manera, no podía soportar ver que estaba mal y que nadie hiciera nada por ayudarlo. Se puso de pie y salió del Gran comedor, aún no servían la comida pero no le importó. Dio un último vistazo a donde se encontraba el chico abatido cruzándose con la mirada triste y dolorida de Harry, echo otro vistazo a la mesa de profesores y salió.
Cuando Draco regresó al Gran comedor ya estaban por servir el postre, solo esperó un poco para ver que todos comenzaban a salir y puso bastante atención para encontrar al chico de cabello rebelde.

Cuando el trío pasó por un costado, esperó que avanzaran considerablemente para poderlos alcanzar, comenzó a caminar detrás de ellos y cuando ya tenía una distancia considerable habló.

-Potter...

-El trío se giró al llamado de la voz, Ron puso una mala cara y Hermione parecía algo confundida frunciendo las cejas, en cambio Harry seguía mostrándose abatido y cansado.

-¿Qué quieres ahora Malfoy? - contestó Ron con altanería arrugando la cara como si sintiera asco.

-Contigo nada, mugriento. - dirigió la mirada hacia Harry poniendo una cara más sereno y plana, pero sin dejar la altanería. - el Profesor Snape me ha pedido que te diga que vayas a su despacho.

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora