CAP.81- OBLIBIATE

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Cuando la puesta se abrió de golpe dejándolo pasar sin ningún hechizo de protección era obvio que ya lo estaría esperando — Me quieres explicar... ¿Por qué  te acabo de ver en los recuerdos  de Potter? - Severus estaba esperando de pie con la cara más pálida de lo normal, o tal vez solo era lo obscuro y opaco del lugar que lo hacía reflejarse en su aspecto.

Las mazmorras eran tan oscuras y frías, igual que aquellos ojos negros que lanzaban Avadas de tan furiosos. De una cosa Draco estaba seguro, Severus estaba enojado y algo malo iba a pasar.

— Sev profesor Snape - Draco hecho un ligero vistazo y un furioso y nervioso Harry estaba junto a él, ese chico era tan orgulloso ante la vista de Snape que no presentaría nervios o algún otro signo de debilidad, pero Draco sabía que Harry estaba aterrado por la nueva información que Snape tenía sobre ellos y en quien no confiaba.

— Largo de aquí Potter... - Snape fulminaba con la mirada a Harry, ambos estaban lanzando maldiciones y debatiéndose en una batalla campal.

— No me iré. Yo me

— ¡Largo de aquí! - Severus grito tanto que hizo saltar a los dos chicos.

— Vete... Déjame hablar con él, todo estará bien. - Draco se había girado estiró una mano rozando sus dedos dando la espalda a Severus interfiriéndose entre ambos, intentando evitar que lanzaran hechizos reales, que las intenciones no faltaban. — Confía en mí.

— Señor Malfoy... - A Harry no le importó la voz impaciente y molesta del profesor, y mucho menos la presencia de éste, como para asegurar lo que ya había observado en los recuerdos, tomó a Draco de la corbata verde Slytherin y lo jaló hacia él, plantando un suave y apresurado beso, sonriendo un poco con la comisura de su labio. Draco sintió toda la intención, incluso supo que ese podría ser un beso de despedida, pensando que tal vez moriría después de quedarse a solas con Severus. Lo entregaría a su padre o al señor Tenebroso, para tomarlo como rehén y chantajear a Harry. - Te amo. - susurró Harry con rapidez a los labios de Draco y se alejó, dejando a Draco de pie en el umbral de la puerta.

Cuando Draco se giró, sonrojado y nervioso, encontró la cara asqueada de Snape, a punto de vomitar por tal escena. Draco sonrió un poco, su cara eran tan cómica que Harry logró el objetivo con ese beso. Trasmitir seguridad y al mismo tiempo asquear a Snape, si no podía lanzar una maldición, eso fue un golpe de gracia. Tal vez lo dejó con alguna lesión cerebral incluido un gran trauma.

— Tu.... Niño idiota, puberto, impulsivo... tu... ¿Sabes en lo que te has metido? - Snape caminó hasta el sillón que tenía junto a la chimenea, indicando a Draco se sentara en la silla en la que antes había estado antes Harry.

— ¿Vas a entregarnos? ¿Le dirás a mi padre? - Draco no estaba para nada nervioso, no estaba asustado, era como si ese beso de Harry le diera la fuerza para aceptar su condena.

— Debería... él Draco. Ese niño te arruinará Draco. ¿Lo sabes verdad? Tú eres demasiado para él. - Draco abrió tanto los ojos con sorpresa, se sintió halagado, jamás pensó que Snape lo tuviera en un concepto tan alto.

— Yo no

— No Draco. Tú eres más de lo que ese engreído de Potter merece. - Snape no tenía ninguna reacción en su rostro, era tan frío, que podría congelar la habitación.

— Lo he conocido. Severus, él no es nada de lo que dices. Si le dieras la

— No lo haré. Sé quién es. Sé quién era su padre y es igual a él. - Severus cerró por un momento los ojos suspirando con pereza. - No le diré a tu padre. Pero debes aleja

— No lo haré. No lo dejaré. Si quieres decirle a mi padre Hazlo. No me importa. Lo enfrentaré. Harry hablará con la Orden y ellos...

— Tu ¿Sabes sobre la orden?

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora