HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOS

CAP. 70- LEGEREMENS

Draco llegó muy temprano por la mañana a San Mungo para pasar a su laboratorio, dejar algunos pendientes en orden y en seguida ir con su Medimago de confianza para que realizaran los estudios pertinentes, se estaba sintiendo cada vez más nervioso, Harry había querido acompañarlo pero Draco se había negado, no quería que Harry se preocupara, también tenía bastantes pendientes por terminar, con los días que había estado fuera de oficina y debía dejar todo al corriente antes de desertar.

Ya estaba por terminar el último análisis cuando se escuchó un toque en la puerta, contestó un "pase" dejando entrar a un apuesto y despeinado hombre de lentes, con una sonrisa resplandeciente de todo el rostro.

-Hola - Harry recargó su cuerpo en el marco de la puerta observando al apuesto hombre rubio frente a él.

-Hola ¿qué haces aquí? - Draco se acercó rápidamente a la puerta para tomar entre sus brazos a Harry. A penas habían pasado unas cuantas horas desde que se despidieron en casa y ya lo extrañaba.

-¿Creíste que dejaría que estuvieras solo cuando te hicieran los estudios? Si eso pensaste pues eres un grandísimo idiota. - Harry se colgó al cuello de Draco para dar un profundo beso.

-No debiste venir - Draco se abrazaba más a Harry aunque estaba resoplando por la llegada imprevista se sentía más tranquilo de tener a Harry con él. - Gracias por estar aquí.

Los estudios estaban demorando más de lo que pensaron, Harry estuvo afuera de la sala mientras Draco era examinado, cada minuto que pasaba se sentía más nervioso, de repente una fuerte punzada se clavó en su cabeza, tan fuerte que lo hizo retorcerse de dolor, no fue mucho tiempo pero el dolor estuvo ahí algo constante hasta que dejó de sentirse por completo, pero una sensación de aturdimiento lo dejó mareado.

Comenzó a sentirse un poco nervioso lo que estaban por descubrir sería la guía para encontrar las respuestas a todo lo que había sido borrado de sus mentes. Aunque Draco dijera que ya no le importaba tanto, los recuerdos que se presentaron el día de su borrachera lo habían llenado de alegría, conocer su propia versión de los hechos y saber cómo fue que poco a poco se enamoraron y el destino los había juntado en aquel tiempo, tuvo un efecto significativo para Draco.

Cuando Draco salió del consultorio se miraba algo pálido, los resultados escritos estarían poco después y serían llamados al consultorio nuevamente, les daba un poco de tiempo para pasar a la cafetería y tomar algo. El rostro de Draco se miraba cansado.

-¿Cómo estuvo? - Harry lo miraba preocupado, el aspecto que tenía no le agradaba del todo.

-Estoy bien. Fue doloroso pero estoy bien. - una sonrisa sutil y muy sin ganas salió de Draco.

-¿Doloroso? Se supone que no debía serlo - Harry frunció las cejas, era un examen de rutina como el que le hicieron a él y debían dormirlo.

-¡Oh Merlin! Draco Malfoy, grandísimo idiota ¿Pediste que te examinaran sin sedarte? Tú sí que eres un tonto. - Harry se había levantado de su asiento con un ligero mareo y supo el porqué del dolor de cabeza, estaba un poco molesto por lo que Draco había hecho. Aquello era peligroso, podría haber tenido una ruptura neuronal por los hechizos y tener algún daño permanente, por eso el aspecto que tenía.

-No ha sido para tanto. Fue doloroso pero no tanto como recordaba que era la oclumancia. Ven no te enojes. - Draco estiró una mano para que Harry se sentara de nuevo. - algo bueno salió de eso, ven. - Draco suspiro con un poco de molestia cerrando los ojos por el dolor en su cabeza- Si no lo hacíamos así, no nos hubiéramos dado cuenta de lo que pasa. - Harry resopló un poco y se volvió a sentar.

-Por lo poco que descubrimos es que hay una manera de regresar mis recuerdos tal vez en un setenta u ochenta por ciento. - dio una pequeña sonrisa a Harry, aunque con un poco de molestia, el dolor se intensificaba. - mientras el Medimago hacía el estudio yo buscaba en mi mente usando la oclumancia, estuve buscando frenéticamente alguna brecha que pudiera indicarme donde poder entrar y al parecer hay una pequeña ranura en una pared de recuerdos guardados.