RECUERDO IV - DETALLES

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Draco entró al aula para la clase de transformaciones, se acercó al pupitre donde siempre se sentaba Harry, abrió el escritorio y dejó una rana de chocolate con una nota pegada a ella, Harry llegó poco después junto con Hermione y Ron, abrió el escritorio buscando su pluma con la sorpresa de encontrar la rana de chocolate. Ron hizo el intento de quererla tomar pero como todo un buen buscador de quidditch, Harry la tomó primero. Se giró para buscar al rubio entre los alumnos que iban llegando al aula, Draco levantó las dos cejas, Harry dedicó una media sonrisa meneando la cabeza.

Todos los días una rana de chocolate aparecía en el pupitre de Harry, todos los días una manzana verde estaba en la mesa de Draco.

-¿Quien la ha dejado? - preguntó Ron sospechoso.

-Yo, la he olvidado aquí - Harry guardo el pequeño pedazo de pergamino en su bolsa. Poco después lo sacó para mirar lo que decía.
"Es lindo verte sonreír"

Draco lo observaba de la última fila de pupitres con total discreción, Harry se giró para mirar a Draco, éste tenía una gran sonrisa. El corazón de Draco se detenía cada que Harry le sonreía de esa manera, era una sonrisa especial, que solo le dedicaba a él y a nadie más.

Poco después se encontraban ambos en la sala de los menesteres sentados en el cómodo sillón, con una enorme bolsa de dulces entre ellos.

-Eres un consentido de mamá, Malfoy. - mientras se llevaba una rana de chocolate a la boca.

-Y ahora te beneficias de eso. Por lo que puedo ver, lo estás deleitando.

-La primera vez que probé un dulce, fue en el tren rumbo a Hogwarts mi primer dulce fueron las ranas de chocolate. Tal vez para algunos sea el dulce más común pero para mí, significó algo de libertad y pertenecía a un lugar.

-Dices que la primera vez que probaste un dulce... ¿en toda tu vida, jamás había comido dulces?

-No. Los Dursley le compran a mi primo Duddly pero nunca me da. Nunca me daba alguno y cuando íbamos a la escuela no me daban dinero para comprar, y ahí no tenía amigos para que me compartieran, mi primo se encargaba de ahuyentarlos de mí. Los golpeaban él y sus amigos.

-Harry... Perdón...

-¿Eh? ¿Que dices? ¿Por qué?

-Por ser un pendejo. Te trate todos estos años.. ¡Oh Salazar, fui una mierda!

-Oye no... no digas eso. Tu fuiste criado como un niño mimado, ni siquiera culpo a mi primo. Son más culpables mis tíos por enseñarle eso, son más culpables tus padres por criarte así. No hace falta que te disculpes. - Harry dedicó una tierna sonrisa, Draco estaba agachado, realmente se arrepentía de haber sido un imbecil con Harry. El chico lo tomó de una mejilla y levantó el rostro de Draco para que lo mirara a los ojos.

-Eres la persona con el corazón más noble que jamás he conocido. Mira que hablar así de las personas que te han hecho daño. No deberías estar justificando lo que por largos años he hecho. Soy una mala persona Harry. - Draco se sentía de lo peor, conocer cada vez más la historia de Harry lo hacía sentirse una basura, la forma en que su primo abusaba de él en sus vacaciones, todavía tener que aguantarlo a él en Hogwarts con sus bromas pesadas y malos comentarios, se sentía una basura, encima de todo burlarse de sus padres muertos, Draco quería lanzarse el mismo una maldición en ese momento.

-Claro que no. Nunca has matado a nadie, eres un chico mimado, eso sí, pero no eres una mala persona. No creo que seas capaz de cometer algún delito que no sea insultar a alguien por cómo viste o su estatus social, ahora hasta creo que ya no eres capaz de insultar a alguien que no sea de sangre pura.

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora