CAP.37- DEJEMOS DE PENSAR

86 8 31
                                    

No hizo falta mucha ayuda de Harry, el anfitrión ya había terminado la mayor parte de la comida que preparó, Draco no era de los que cocinaba con métodos muggle, era más tradicional con magia. Aun así, se esforzó mucho preparando aquella cena, sacó una botella de vino de Saúco, era su favorito y sabía que le gustaría a Harry si es que no lo había probado ya.

Harry ya estaba sentado de un lado de la isla mientras Draco con movimientos de varita iba sirviendo toda la comida, Draco había pensado en una cena elegante como a las que estaba acostumbrado en la Mansión Malfoy,  pero aquella era una cena con Harry Potter, con el hombre que viste pantalones deportivos y una sudadera horrenda. Cambió de opinión cuando vio aquel atuendo tan fuera de tono con la cena que en un principio planeo. Aunque no se arrepentía, de cierta manera sabía que Harry tal vez se sentiría incomodo con todo aquello y quería que fuera lo más placentera y cómoda para su invitado.

Después del beso que se dieron comenzó a girar entre ellos una tensión, se daban miradas mezcladas en deseo y nerviosismo, Harry no dejaba pasar la oportunidad de tocar a Draco, estaban ya por comenzar a cenar cuando Harry en un impulso se levantó para abrazar a Draco por la espalda y pegando su cara a ésta, inhalando en un fuerte suspiró el aroma  a madera y manzana verde.

-Potter, si no dejas de hacer esto jamás terminaremos la cena. - Había dicho Draco, aunque en tono sarcástico, muy divertido y algo sonrojado. - Le gustaba que Harry hiciera eso, le gustaba que lo abrazara. Era bastante tierno.

-Podríamos dejar la cena para después- contesto Harry muy pegado a su espalda. Pegando sus caderas al trasero de Draco.

Harry lo giró para que quedara de frente, ya era imposible resistirse aquella energía que flotaba por toda la cocina, Harry hizo un movimiento de varita para que todo lo que había cocinado Draco se guardara en algún lugar, la estufa se apagara y ellos pudieran continuar.

-Tu falta de modales me irritan- dijo Draco sumergiéndose en un beso tierno y apasionado. - tú me irritas tanto Potter- seguía diciendo Draco, pero sin dejar de besarlo.

Draco acariciaba el cabello de Harry por detrás de su oreja, tocando su mejilla y acariciaba su cuello, dando tiernos besos y de ves en ves mordía un poco los labios, los dos estaban jadeando, sus cuerpos comenzaban a sentir la excitación y se pegaban más uno al otro como si quisieran ser uno solo.

Harry tenía sujetado a Draco por la cintura y cada jadeo el chico lo apretaba hacia su cuerpo, dio unos cuantos pasos para pegar a Draco a la pared, comenzó a besar su cuello y el chico rubio hizo a un lado su cabeza para dar cavidad a los labios de Harry, este daba pequeñas mordidas, sin lastimar, Draco no podía evitar gemir de placer.

Draco se giró para pegar ahora a Harry a la pared, era un juego de poder, no podía dejar dominarse por aquel, necesitaba tener el control. Se posó bajo su sudadera deteniéndose en las caderas de Harry, metiendo ligeramente sus manos entre su pantalón y la ropa interior, haciendo que Harry soltara un sonido excitado de placer.

Seguían sumergidos entre besos y caricias mientras Draco se comía los labios de Harry murmuro - odio tu estúpida sudadera- y sin dudar ni un poco el siguiente movimiento, tomo a Harry fuerte entre sus brazos y se apareció, dieron un giro y en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en la habitación, sin interrumpir ningún movimiento.

-Adoro la magia- dijo Harry entre jadeos y sonriendo a Draco por su maravilloso movimiento, en esos momentos Harry no pensaba, solo estaba disfrutando de aquello, jamás había estado con un chico, pero no le importaba por que no era cualquier persona, era Draco. Su Draco, su alma destinada.

Draco arranco del cuerpo de Harry aquella horrenda sudadera tirándola al piso lo más lejos posible- en cuanto pueda le lanzare un incendio- dijo besando nuevamente a Harry.

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora