CAP.65- SUPERANDO EL TRAUMA

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Los últimos días del mes de noviembre Draco la pasó en la Mansión Drarry, para estar más al pendiente de Harry, los días que pasaba en casa tenía menos crisis que cuando iba al trabajo. Draco estuvo trabajando en la poción para dormir sin sueño, para que Harry pudiera tener al menos las noches más tranquilas y lograra descansar.

Lo primero que hizo fue modificar la poción, bajar la dosis para que no se volviera dependiente de ella, o dejara de tener efecto en él, cuando este tomaba la poción despertaba mejor cada mañana.

La mente de Harry se había propuesto atormentarlo, formando sueños en los que Draco moría de todas las maneras posibles; en algunas Harry era quien lo mataba, era el dementor y le daba el beso, observaba como el alma de Draco salía de su cuerpo dejándolo pálido y gris tirado en el piso. Por varios días seguidos estuvo soñando con el ataque del baño en sexto año, miraba como Draco se desangraba hasta morir.  Llegó a soñar que él era Voldemort y mataba a Draco con un Avada. Draco había estado presente en todos esos sueños, había muerto una y otra vez, viviéndolos uno a uno todas las noches; era una tortura para ambos.

Otro de los miedos de Harry era perder a Draco, que se fuera de su lado, que se hartará de la situación y lo abandonará. La inseguridad de abandono y de falta de amor que sus tíos le había dejado, volvió esos días. El contacto físico también había pasado a un segundo plano, no podía, no lograba continuar, siempre el temor lo detenía, el pánico se apoderaba del chico y pausaba cualquier cosa que intentara hacer.

Draco lo estuvo pensando por varios días muy detenidamente, si quería ayudar a Harry podría ser por medio de sus pensamientos, de su psique, necesitaba ser más cauteloso, debía comprender cómo funcionaba la magia y la mente de ambos. Las hipótesis generadas entre Hermione y Draco habían sido; que la conexión de almas destinadas tal vez eran distintas dependiendo de la magnitud de su magia. Se había comprobado con el hechizo de lazos de que Harry y Draco juntos tenían una magia inigualable.

Tenía una semana para llevar su plan a cabo y si funcionaba estarían del otro lado. Solo debía ser paciente y todo un Slytherin. Haría que Harry sintiera todo su amor, quería recordarle a Harry lo mucho que lo amaba y que nada podría terminar con eso que les llevo tantos años lograr conseguir.

Después de tres noches seguidas, Harry comenzó a presentar mejoras con sus sueños, ya no eran tan tormentosos y lograba dormir tranquilamente.

El primer día que Harry despertó sin pesadillas, Draco ya había salido de la cama, todos los anteriores días esperaba a que Harry despertara para asegurarse que no lo hiciera alterado y si lo hacía poder ayudarlo, pero ese día no estaba en la cama, cuando Harry quiso abrazar el cuerpo de Draco solamente encontró sábanas distendidas y una rana de chocolate en la almohada. Se incorporó quedando sentado a mitad de la cama, observando el dulce entre sus manos.

Era un hermoso detalle por parte de Draco, abrió la rana de chocolate y en lugar de una tarjeta con la imagen de alguien famoso eran ellos; la foto que Luna les había tomado, en la parte de la inscripción de la fotografía decía "los dementores nocturnos serán vencidos por una dosis de amor cada mañana". Se llevó la rana de chocolate a la boca disfrutando el rico sabor, solo podía pensar en Draco.

La piel de Harry se erizo, pero no era de miedo, era una especie de electricidad recorriendo su cuerpo, una fuerte sacudida en su estómago, "¿Dónde estará Draco?" pero como si alguien contestara en su mente se escuchó "abajo", era muy sutil, a penas y se alcanzó a escuchar, se sobre saltó un poco sorprendido. Se tomó unos minutos para procesar, sonrió para sí mismo se apresuró a salir de la cama para ir en busca de Draco.

Draco se encontraba sentado en uno de los sillones individuales de la sala, con las piernas cruzadas y el periódico de El Profeta en sus manos, llevaba un traje sumamente elegante, el que había usado el día que fueron a hablar con sus hijos; estaba perfectamente peinado de lado, con unos mechones de cabello cayendo en su frente, llevan unos lentes parecidos a los que Harry usaba, pero estos eran con un armazón más delgado en color plata y "¡oh por Merlín! Se ve tan guapo "resonó en la mente de Harry. Draco hizo una media sonrisa, cuando observó la cara de su chico, sus mejillas sonrojadas al verlo.

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora