CAP.52- REDENCIÓN

77 4 7
                                    

Cuando Harry salió del pub para hablar con Ron, en la primera oportunidad que Draco tuvo se desplomó sentándose en la silla a un costado de Hermione, la relación con la chica en los últimos años se había convertido en una especie de amistad, ya no discutían tanto como en el colegio y les gustaba charlar el uno con el otro, compartían referencias de libros, opiniones sobre política, sobre todo hablaban de pociones que tambien a Hermione le gustaba mucho.

Draco nunca pensó que podría llevarse bien con ella, la percepción que tenía de la "insufrible sabe lo todo" del colegio había desaparecido, era una mujer bastante agradable de un amplio conocimiento y la respetaba.

-Greanger- Draco se sentó con las piernas cruzadas, reclinado en el respaldo de la silla los brazos cruzados y una cejas levantada, la clásica postura Malfoy cuando quiere intimidar a alguien.

-Hola, Draco. - pero para lograr intimidar a la chica faltaba más que eso. De igual manera Draco siguió en la misma postura.

-¿Que noticias has tenido del caso de Harry?

-Malfoy. Ese asunto no lo podemos tratar aquí.
-Hermione había tomado la misma postura retadora que Draco.

-Al parecer no se puede tratar aquí, ni en ningún otro lado. He estado dando tiempo para qur hablen con Harry. Pero no veo ningún avance de ninguno de ustedes. ¿Que es lo que están esperando?

Draco sonaba impaciente cada vez más.

-Es un asunto delicado, Draco... - Hermione había dejado de estar a la defensiva para relajar su tono normal- No quiero dar un paso en falso, quiero ayudar a Harry y necesito estar segura de algo. De verdad no es porque quiera ocultárselo. -Hermione se había puesto de lado, mostrando su rostro con bastante seriedad, puso una mano sobre el codo de Draco.

-Me alegra que seas tú su alma destinada. Siempre supe que entre ustedes existía algo. Sé que Harry no lo necesita, pero sé que cuidarás muy bien de él. - Draco ya se estaba relajando, su rostro se puso neutral y le sonrió a Hermione.

-Gracias. Me importa mucho de verdad.

-A mí también me importa y ten por seguro que en cuanto tenga una respuesta de algo, ustedes serán los primeros en saberlo.

Draco estaba más tranquilo, le creía a Hermione que aún no tenían ninguna novedad y también creía que les diría en cuanto supiera algo. Estuvieron charlando un rato de otras cosas, poco después se unió Luna a la conversación, hablaron de los cambios en los jardines de la nueva casa de Draco.

-Draco, me gustaría pasar mañana que no estaran en casa, quiero darles la sorpresa para cuando regresen. - Luna sabia que irian hablar con sus hijos a Hogwarts, en las cartas que estuvieron compartiendo, Draco le contó de la intervención que harian con los niños.

-Mi casa es toda tuya, sabes que puedes ir cuando lo desees- Draco le sonreía ampliamente a Luna.

-Me gustaría verlos, suena que quedara hermoso Luna- había dicho Hermione.

-Té encantarán, puedo asegurar que son más hermosos que los de la Mansión Malfoy, queria poner hadas, pero pondré unos seres muggles que tambien parecen ser magicos- el rostro de Luna estaba lleno de orgullo por lo que estaba logrando con el jardín.

-Pronto organizamos algo para que los vean Greanger.

Draco sintió entusiasmo por llevar más amigos a su casa y que conocieran su nuevo hogar, ahora más que nunca, era un hogar que estaba formando con Harry y eso lo hacía sentir aún más feliz, era algo que siempre había deseado. Después de un rato Draco se levantó para ir  por otro trago.

Cuando estaba esperando las bebidas sonó la campana y entró su chico, el guapo y despeinado Harry, le sonreía ampliamente prado en la puerta. Se acercó poniendo su mano en las caderas, acercándose un poco a su oído.

HARRY POTTER Y EL LUGAR DE SUS SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora