La princesa Isabella de Inglaterra de 18 años de edad, hija del príncipe Carlos y la princesa Diana, 4ta en línea de sucesión al trono, lleva una vida de protocolo y deberes reales, se encuentra en una gala en un salón del palacio de Buckingham, se encuentra con un elegante vestido rojo, rodeada de figuras importantes de política, realeza y empresarios de varios países.En un rincón del salón principal, un hombre distinguido conversaba con otro dignatario.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, de 50 años, había llegado a Inglaterra para asuntos diplomáticos, su mirada se posó en la princesa, y algo en ella lo intrigo.
Se acercó con pasos seguros, su traje oscuro contrastando con la luminosidad del lugar.-Princesa, un placer conocerla, soy Vladimir Putin. Dijo, extendiendo la mano.
La princesa asintió, sorprendida por la presencia del líder ruso.-Señor Putin, el placer es mío ¿Qué lo trae a Inglaterra?
-Negocios, por supuesto, respondió el con una sonrisa.
La conversación fluyo fácilmente entre ellos y descubrieron que tenían intereses y valores similares, a pesar de sus diferentes orígenes.
-Isabella-
Deje de conversar con el presidente porque tenía que terminar de saludar a los demás invitados, y luego comenzó el evento con la entrada de mi abuela la Reina, todo transcurría normal, pero me sentía diferente, no dejaba de pensar en el, y lo perseguía con la mirada, habían momentos en donde nuestras miradas chocaban y nos dedicábamos una sonrisa, estaba en mi asiento hablando con mi madrina la reina Máxima de Holanda, cuando alguien se me acerca por mi lado derecho se disculpa por interrumpir y me invita a bailar.
-Vladimir Putin-
-Princesa ¿me concede el honor de un baile?
-Señor Putin, si claro.
cuando estaban llegando a la pista la princesa le dice:
-Señor Putin no sabía que también era un experto en el arte del vals.
-En Rusia, aprendemos a bailar antes de aprender a caminar, además no podía resistirme a la oportunidad de tener a la princesa de Inglaterra como mi compañera de baile.
-¿Y que más sabe de mí, señor Putin?
-Sé que usted es una joven valiente, que está estudiando medicina, eso me impresiona.-¿Le impresiona o le preocupa?
-Un poco de las dos cosas, princesa. Pero creo que su determinación es admirable.
-¿Bailamos?
Y así, al compás de la música, la princesa y el presidente se movieron juntos en un vals inesperado.
Sus miradas se encontraron, y por un instante, las diferencias políticas y las responsabilidades quedaron en un segundo plano.La media noche trajo consigo un aire fresco y misterioso al jardín del palacio, no habían personas afuera, la princesa sale para descansar un poco, y unos minutos después siente que le ponen un abrigo en sus hombros, al mirar es un saco al mirar atrás se encuentra el presidente ruso, ella le sonríe y le agradece.
Se encontraban allí alejado de los ojos curiosos y las formalidades del evento.
Las rosas y las estrellas parecían conspirar a su favor.-¿Sabe señor Putin? A veces me siento atrapada en este mundo de protocolos y deberes ¿usted también?
-En mi posición, la soledad es una compañera constante, pero esta noche no me siento solo.
-¿Qué secretos guarda, presidente?
-Dime Vladimir, el miro las estrellas. -Secretos de estado, princesa, y algunos personales, como que me gusta la poesía rusa y que extraño la sencillez de mi juventud.
Las semanas pasaron, y su amistad se fortaleció, se escribían mensajes y él le enviaba libros sobre historia y estrategia. Putin admiraba su valentía y compasión.
Una tarde, él le confeso:-Isabella, no esperaba encontrar en Inglaterra a alguien como tú.
Ella le contesto:
-Ni yo un presidente ruso que aprecia la poesía y la amistad.
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Amor Diplomático: Vladimir Putin Y La Princesa De Inglaterra
RomanceEn los salones dorados del Palacio de Buckingham, donde las sombras esconden intrigas y los retratos de antiguos monarcas observan en silencio, se forja una historia prohibida. La princesa Isabella, cuarta en línea de sucesión al trono de Inglaterra...