•Capitulo 6•

1.8K 137 46
                                    

MADELINE

|UN BESO|

Estaba alistándome para salir. Íbamos a un nuevo bar cerca de aquí para disfrutar de nuestra última noche en Puerto Rico. Había escogido un vestido negro de mangas largas que me hacía sentir segura y elegante. Una vez lista, me dirigí a la sala donde las chicas me esperaban.

—Hasta que sales—se quejó Elena, cruzada de brazos.

—Ay, vale chama, dime que me veo linda—dije, dando una pequeña vuelta para mostrarles mi vestido.

—Te ves linda, Maddie. ¡Pero es hora de irnos! Miko y sus amigos llevan esperándonos por treinta minutos—respondió Maggie, mirando su reloj con impaciencia.

—¿Y? No tengo necesidad de verlos, pero vámonos—dije, rodando los ojos.

—¿Te rechazó Victoria o qué?—preguntó Elena en tono de burla, una sonrisa traviesa en su rostro.

—Estúpidas, ¿quién me rechazaría? Solo mírenme—dije, haciendo un movimiento con la mano para mostrarme con confianza.

Las chicas rieron y finalmente salimos del hotel. El bar estaba a solo unos minutos caminando, y la noche caribeña estaba perfecta para nuestra última salida.

Al llegar, el lugar estaba lleno de gente, la música vibraba y las luces de colores iluminaban el ambiente. Miko y sus amigos estaban en una mesa al fondo, riendo y disfrutando. Nos acercamos, y Miko me saludó con una sonrisa.

—Por fin llegan—dijo Mauro, levantando su copa.

—Perdón, me estaba asegurando de que Maddie se viera perfecta—dijo Maggie, guiñándome un ojo.

Nos sentamos y la conversación fluyó con facilidad. Entre risas y bromas, la noche pasó rápidamente. En un momento, Miko se levantó para pedir otra ronda de bebidas y me ofrecí a acompañarla.

—Vamos, necesito aire—dije, levantándome.

Cuando llegamos a la barra, el calor comenzaba a desesperarme. Miré a mi alrededor, buscando un lugar donde pudiera tomar un respiro. A lo lejos, distinguí un balcón.

—Oye, Miko—dije, tratando de llamar su atención—. Iré al balcón, necesito aire.

Ella asintió con la cabeza, dándome su aprobación. Subí a la zona VIP y me dirigí directamente al balcón. La brisa fresca me recibió, aliviando mi ansiedad. Desde allí, podía ver la playa, las luces de las tiendas y algunas personas paseando. Era un lugar perfecto para escapar del bullicio.

Saqué un cigarrillo de mi bolso, lo encendí y me senté en una de las sillas. El ambiente era cómodo y, lo mejor de todo, estaba sola. Perdí la noción del tiempo hasta que escuché una voz familiar.

—Baby, no te encontraba—dijo Miko, apareciendo en el balcón.

—Hola, te dije que iba a estar acá—respondí con una sonrisa, ofreciéndole el cigarro—. ¿Quieres?

Ella lo aceptó, tomando una calada antes de devolverme el cigarrillo.

—Te perdiste por 30 minutos, tus amigas me mandaron por ti—dijo, sorprendida. ¿Tanto tiempo había pasado?

—Pues estoy bien, puedes regresar a la fiesta si quieres—le sugerí.

—Nah, aquí es más relajante—respondió, mirándome con esos ojos azules que parecían capaces de derretir a cualquiera.

«Idiota, recuerda que no sales con cantantes» me recordé a mí misma, tratando de mantener los pies en la tierra. Negué con la cabeza, intentando borrar las posibilidades de estar con Miko. Aunque esos tatuajes la hacían ver demasiado atractiva, lo que más me cautivaba eran sus ojos azules. Dios mío, eso debería ser ilegal.

—Me encantan tus ojos, son muy, ¿atractivos?—dije, tratando de encontrar la palabra correcta. Ella soltó una risita.

—Gracias, baby—respondió. Me puse a su lado, notando que era un poco más alta que yo. Me gustaba eso.

Nos quedamos en silencio, compartiendo el cigarrillo y la vista. El ambiente era íntimo, cargado de una tensión que no necesitaba palabras. Finalmente, Miko rompió el silencio.

—¿Tienes novio?—soltó de repente.

—No, estoy soltera—afirmé, un poco sorprendida por su pregunta.

—Eso es sorprendente, eres demasiado chula para no tener novio—dijo, acercándose un poco más a mí—. Me imagino que todos los hombres deben querer contigo.

—Una lástima por ellos, no doy pa' ese lado—respondí, notando el creciente interés en su rostro.

—¿Ah sí? No te creo—replicó, con una sonrisa traviesa.

—Me lo imaginé, mucha gente se sorprende cuando lo digo—dije, encogiéndome de hombros.

—Pero podemo' confirmarlo de una manera—murmuró, sus ojos desviándose hacia mis labios.

—No hables en susurros y con ese acento, que me desconozco—intenté sonar coqueta, aunque mi corazón latía con fuerza.

«A la' extranjeras les gusta mi acento» resonaba una línea de una de sus canciones en mi cabeza, y quizás, solo quizás, yo era una de esas extranjeras.

De un momento a otro, sentí los labios de Miko contra los míos. El beso comenzó suave, explorador, pero rápidamente se volvió más intenso, más desesperado. Me empujó suavemente contra la pared, sus manos bajando hasta mi cintura y apretándome más contra ella. El beso era frenético, sus labios suaves contra los míos eran lo mejor que había sentido en mucho tiempo.

Cada movimiento de sus labios y cada caricia de sus manos enviaban oleadas de calor a través de mi cuerpo. Me aferré a ella, profundizando el beso, perdiéndome en la sensación de estar tan cerca. La música y las risas de la fiesta se desvanecieron, dejándonos a solas en nuestro pequeño mundo.

Finalmente, nos separamos, jadeando ligeramente.

—¡Las encontré!—exclamó Maggie, asomándose por la puerta del balcón. Me moví rápidamente, empujando un poquito a Miko, quitándola de mi lado.

Maggie frunció el ceño antes de volver a hablar, pero solo la miré con una sonrisa, intentando que no dijera nada sobre lo que estábamos haciendo.

—Maddie, nos tenemos que ir, el vuelo es a primera hora—dijo finalmente, antes de salir y dejarnos solas nuevamente.

—Bueno, adios... Young Miko—dije, intentando hacer resonar su nombre artístico, y ella me respondió con una sonrisa coqueta.

La dejé atrás y caminé hasta la salida, donde mis amigas ya me estaban esperando. Sabía que las preguntas de Maggie no tardarían en llegar, así que decidí callarla antes de que dijera algo.

—Cállate, Margaret—dije, sin darle tiempo a hablar, y seguí caminando a paso firme hacia el hotel.

—Cállate, Margaret—dije, sin darle tiempo a hablar, y seguí caminando a paso firme hacia el hotel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





HOLIIIIIIII, NO OLVIDEN VOTAR Y COMENTARRRRR

por lo entendí creo que miko mide 1.65, la verdad no lo sé bien, pero en mi historia mide 1.80 ya que Madeline es modelo y es alta‼️

BESOS, NIX💗

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora