•Capitulo 39•

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MADELINE
|ALL TOO WELL|

Estaba cantando a todo pulmón "All Too Well," una de mis favoritas de Taylor. Mis amigos estaban en mi departamento, algunos en la cocina, otros en la sala, observándome con una mezcla de diversión y sorpresa.

Well, maybe we got lost in translation—, grité, sintiendo cómo cada palabra resonaba en mí, recordando lo identificada que me sentía con esa canción en una de mis relaciones pasadas.

Maybe I asked for too much, but maybe this thing was a masterpiece 'til you tore it all up—, seguí cantando como una loca, improvisando un baile dramático por toda la sala.

Running scared, I was there, I remember it ALL TOO WELL—. Me tiré al suelo, exagerando mi dolor, haciendo que mi performance fuera aún más teatral.

Era casi irónico pensar que ahora lo cantaba con un simple recuerdo, cuando en su momento cada palabra había sido una realidad amarga.

And you call me up again just to break me like a promise—, grité de nuevo, entregándome por completo al drama de la canción.

So casually cruel in the name of being honest—, con la última línea, dejé que la canción terminara, riendo al ver las expresiones de todos.

—¿Te pago un psicólogo, Maddie?—, preguntó Mauro, tratando de ocultar su preocupación detrás de una sonrisa.

—TayTay estaría orgullosa de ti—, comentó Maggie desde el sillón, aplaudiendo con entusiasmo—. Esto sí es un show, y con coreografía incluida. Aprende, Miko.

La platinada soltó una carcajada, contagiando al resto del grupo.

—¿Has pensado en ser cantante? Tienes buena voz, te luciría—, agregó Mariana con una sonrisa sarcástica.

—Nah, mi única función es tener cara bonita y salir en todas las revistas—, respondí, riendo mientras me reincorporaba.

Es como si estuvieras cantando canciones de Jenni Rivera, pero sin canciones de Jenni Rivera—, dijo Elena desde la cocina, con un tono sarcástico.

—¡Exacto!—, exclamó Maggie, aún riendo—. ¡Casi te imagino en un show de talentos de la tele!

—Sí, claro, si alguna vez necesitas hacer una audición para una telenovela, ya tienes tu primera escena—, añadió Mauro, con una sonrisa burlona.

—No olvides tu contrato con la compañía discográfica—, bromeó Mariana—. ¡Tu talento es simplemente inigualable!

—Y si alguna vez te cansas de ser modelo, siempre puedes hacer una carrera en el drama musical—, comentó Victoria, levantando una ceja con humor.

—Gracias por el apoyo, chicos. Aunque sea una burla—, dije, entre risas—. Es bueno saber que mi dolor inspira tan buena comedia.

—Oye, si algún día te cansas de gritar en casa, al menos sabemos que tienes un futuro brillante en el entretenimiento—, concluyó Elena, aún con una sonrisa sarcástica.

Me reí junto a ellos, sabiendo que, aunque sus comentarios fueran llenos de sarcasmo. Me acerqué a la cocina y puse mi rostro en el hombro de Elena para ver qué hacía de cena y pude ver que eran espaguetis blancos.

—Quítate de aquí, chismosa—. me dio un pequeño golpe en la frente y me alejé con los brazos cruzados.

—Pareces una niña berrinchuda—. me dice Vic en el oído y yo le doy una mala cara.

Me senté en las piernas de Victoria y ella me tenía por la cintura, su rostro apoyado en mi hombro mientras los demás hablaban.

—Recuerdo que una vez la mamá de Maddie la metió en clase de cerámica y solo iba a pelearse con un niño—. comentó Maggie entre risas.

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora