•Capitulo 38•

1.2K 94 37
                                    

MIKO
|CELOS|

+18

Estábamos viendo la película que había elegido, algo de suspenso y misterio para la niña que no le gusta el terror. Mis dedos acariciaban con cuidado la pierna de Madeline mientras la película seguía, todo en silencio hasta que ella habló.

—¿Cómo se llama la chica?—preguntó Maddie, volviéndose para mirarme con curiosidad.

—Isarel, quizás llegó a haber algo más, pero nunca creí que ella hiciera eso—expliqué, manteniendo mi tono relajado.

—Mmh—fue todo lo que dijo antes de que pudiera sentir cómo se alejaba de mí, acomodándose del otro lado del sillón, como si intentara poner distancia.

No pude evitar sonreír ante su reacción, inclinándome un poco hacia ella.

—¿Está celosita mi baby?—bromeé, dejando que un tono burlón se colara en mi voz.

—Para nada—respondió, tan rápido que me dejó claro lo contrario—. Solo... es curiosidad.

—Acho, no tiene que ponerte así, Maddie. Tú sabe' que ninguna me importa más que tú—dije, alzando una ceja mientras la veía intentar mantener su expresión seria.

Ella me miró de reojo, como si considerara si debía seguir con su fachada, pero luego dejó escapar un suspiro, cruzando los brazos.

—No estoy celosa—insistió, aunque su voz no tenía la misma seguridad de antes.

Me acerqué un poco más, bajando la voz hasta casi susurrar.

—Mmh, si tú lo dice'...—murmuré, deslizando mi mano lentamente por su pierna hasta su cintura.

Maddie trató de ignorar el contacto, pero podía ver cómo su cuerpo se tensaba un poco.

—De verdad, Vicky, no lo estoy—repitió, pero esta vez su voz era menos firme, como si se diera cuenta de lo poco convincente que sonaba.

Sonreí, inclinándome para dejar un beso suave en su cuello.

—Está bien, baby, no tiene que admitírmelo—susurré contra su piel, sintiendo cómo se estremecía ligeramente bajo mi toque—. Pero si lo estás, no te preocupes, porque yo soy solo tuya.

Maddie giró su cabeza para mirarme a los ojos, su expresión finalmente relajándose un poco.

—¿Eso es así?—preguntó, su tono un poco más juguetón ahora.

—Claro que sí—respondí, sin apartar mi mirada de la suya—. Así que, ¿vas a volver aquí o te vas a quedar del otro lado?

Ella rodó los ojos, pero una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras se deslizaba de nuevo hacia mí, dejándome envolverla con mi brazo.

—Eres imposible, Vicky—murmuró, aunque esta vez no había molestia en sus palabras, solo una resignación cálida.

—Lo sé—dije, besándola suavemente en la mejilla antes de volver mi atención a la película, aunque ahora ambas sabíamos que el suspenso en la pantalla no era lo único que estaba en juego esa noche.

Mientras continuábamos viendo la película, noté que Maddie estaba tratando de concentrarse en la pantalla, pero su tensión era evidente. Decidí aprovecharme de eso para divertirme un poco más.

—¿Y cómo va tu gran plan para no parecer celosa?—bromeé, rozando mi nariz contra la suya de manera juguetona.

Ella soltó un pequeño suspiro y se giró hacia mí, con una mezcla de exasperación y diversión en sus ojos.

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora