•Capitulo 36•

1.1K 88 9
                                    

MADELINE
|CONOCERTE|

Entré al departamento y lo primero que noté fue el suave murmullo de música que llenaba el ambiente. Victoria estaba sentada en el desayunador, su mirada concentrada en la pantalla de su laptop. Cuando me escuchó cerrar la puerta, levantó la vista con una sonrisa que hacía que todo el cansancio del día desapareciera al instante.

Llevaba una bolsa de comida en la mano, una especie de tregua después de dejarla sola casi todo el día. La noche había caído, y lo único que deseaba era disfrutar de un rato de paz con ella. Al verme, la platinada se levantó con emoción, y antes de que pudiera decir algo, me envolvió en un abrazo cálido, su aroma familiar llenando el aire entre nosotras.

—Hola, baby. Te extrañé—murmuró, su voz suave cerca de mi oído, mientras me apretaba un poco más fuerte.

—Yo también—respondí, sintiendo una calma que solo ella lograba traerme. Levanté la bolsa de comida y esbocé una sonrisa—. Traje la cena como recompensa por haberte dejado sola.

Victoria soltó una risita suave y me dejó un beso en la frente antes de soltarse. Nos sentamos en la barra del desayunador, y mientras empezábamos a sacar los recipientes de comida, dejé escapar algo que había estado rondando mi mente todo el día.

—Mi madre quiere conocerte—solté de repente, sin pensarlo demasiado, sintiendo de inmediato cómo las palabras llenaban el espacio entre nosotras.

Victoria se detuvo por un momento, su expresión cambiando de curiosidad a algo más serio. La miré fijamente, esperando una reacción, y me preparé para cualquier cosa.

—¿De verdad?—preguntó, su tono mezclando sorpresa y cautela. Sus ojos buscaban los míos, buscando confirmar si realmente estaba preparada para dar ese paso.

Asentí lentamente, sintiendo el peso de lo que acababa de decir. No era solo una invitación; era abrir una puerta que había estado cerrada por mucho tiempo, una que ambas sabíamos que significaba mucho más que un simple encuentro familiar.

—Sí, hablamos hoy, y me dijo que... que me acepta, que no tenga miedo de darte una oportunidad. Quiere conocerte, Vicky—expliqué, sintiendo cómo la emoción y el nerviosismo se entrelazaban en mi voz.

—Eso e' increíble—dijo suavemente, alcanzando mi mano para entrelazar nuestros dedos—. No creí que la suegra me quisiera tan rápido.

—Cállate tonta, no somos novias para que la llames suegra aún—dije, y ella solo se rio.

—Por ahora—medio escuché en un susurro, no estaba segura de que había escuchado bien o solo era mi cabeza jugando conmigo.

—¿Huh?—pregunté—. ¿Qué dijiste?

—Nada baby, ¿cómo les va a tus amigas en sus vacaciones?—cambió de tema la platinada.

Victoria se echó a reír ante mi reacción, pero había algo en su sonrisa que parecía un poco más travieso de lo normal. Su mano seguía firmemente entrelazada con la mía, y aunque intentaba cambiar de tema, no podía sacarme de la cabeza lo que creí haber escuchado.

—Bien, supongo—dije, tratando de seguirle el ritmo, aunque mi mente seguía dándole vueltas a su comentario anterior—. Elena y Maggie están en Maldivas, disfrutando de unas vacaciones de ensueño mientras yo estoy aquí trabajando como loca. Pero me alegra que estén felices y que todo esté yendo tan bien para ellas.

Victoria asintió, con una expresión que parecía interesada, pero no dejaba de observarme con esa mirada de quien sabe algo más de lo que está diciendo. Decidí dejar pasar lo que creí haber escuchado, aunque el pequeño cosquilleo de emoción no me abandonaba del todo.

—¿Cómo supiste que querías estar en el mundo del modelaje?—me preguntó Victoria, con una pizca de curiosidad en su rostro.

—Siempre me atrajo—comencé, sonriendo ante el recuerdo—. Desde que era pequeña, me encantaba ver a las modelos en las pasarelas. Podía pasar horas viendo esos desfiles, fascinada por cómo se movían, por la elegancia y el glamour. Pero fue cuando tenía nueve años que todo cambió.

Hice una pausa, dejándome llevar por la memoria.

—Conocí a una modelo—continué—. Su nombre era Madeline Monroe. Lo primero que noté fue lo increíble que era, y luego, por supuesto, que teníamos el mismo nombre. Fue en ese momento que decidí que quería ser como ella, que quería estar en ese mundo.

Victoria me miró con interés, apoyando su cabeza en una mano mientras yo hablaba.

—¿Y qué fue lo que más te impactó de ella?—preguntó, su tono suave pero lleno de curiosidad.

—Todo—respondí, sin dudar—. Era segura, elegante, pero sobre todo, era auténtica. No se trataba solo de caminar por una pasarela o posar para una cámara. Ella irradiaba una confianza que iba más allá de su apariencia. Y eso me inspiró, me hizo darme cuenta de que quería hacer lo mismo, no solo ser una cara bonita, sino alguien que pudiera transmitir algo más, que pudiera inspirar a otros de la misma manera.

Victoria asintió lentamente, procesando lo que había dicho.

—Creo que ya lo lograste, Maddie—dijo en voz baja—. Eres increíble en lo que haces, y no solo porque eres hermosa, sino porque tienes esa misma autenticidad.

Sus palabras me hicieron sonreír, sintiendo un calor en mi pecho que no esperaba.

—Gracias—respondí, sintiéndome genuinamente conmovida—. Eso significa mucho viniendo de ti.

Ella me devolvió la sonrisa, y por un momento, el mundo fuera de nuestro pequeño departamento dejó de existir.

—¿Y a qué edad empezaste?—volvió a preguntar Victoria, mientras nos acomodábamos en la mesa para seguir cenando.

—A los diez—respondí, recordando los primeros pasos de mi carrera—. Le dije a mi madre, y su respuesta fue increíble.

—¿En serio?—preguntó Victoria, con un tono de sorpresa.

—Sí—respondí, asintiendo—. Mi madre siempre fue muy estricta y tenía ideas muy tradicionales. Cuando le conté que quería ser modelo, la primera reacción fue de duda. No porque no creyera en mí, sino porque no estaba segura de cómo manejaría mi carrera en un entorno que no siempre es amable con las mujeres, y menos con las mujeres que no encajan en el molde tradicional.

Victoria me apretó la mano, como si quisiera ofrecerme algún tipo de consuelo.

¿Por qué tantas preguntas?—dije con curiosidad, mirando a Victoria con una mezcla de sorpresa y diversión.

—Porque' quiero conocerte mejor—respondió ella, su sonrisa sincera iluminando su rostro.

—Ah, claro—dije, riendo un poco—. Bueno, ¿qué quieres saber más?

—Todo lo que quieras compartir—dijo Victoria—. No solo tu vida profesional, sino también esos pequeños detalles que te hacen ser tú.



 No solo tu vida profesional, sino también esos pequeños detalles que te hacen ser tú

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.









_____________
Author's note

HOLI BBS!!!!!! ESPERO LES GUSTEEEEE, MUCHAS GRACIAS POR TODO EL APOYO 🫶🏻

BESOS, NIX💗























.

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora