•Capitulo 21•

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MADELINE
|DESAPARECER|

Había pasado un mes desde la última vez que Victoria me había mandado flores. Durante ese tiempo, no habíamos dejado de estar en contacto; nuestros días estaban llenos de mensajes y nuestras noches de llamadas. Ahora, yo y mis amigas estábamos en nuestro jet privado, rumbo a Las Vegas. Victoria tenía un concierto allí, y habíamos quedado en vernos para pasar tiempo juntas... como amigas.

«¿Ese tiempo de 'amigas' incluye follar?» Mi mente me traicionaba, pero me apresuré a negarlo. «No. Eso no volverá a suceder. No debería suceder

—¿Lista para Las Vegas? Va a ser un poco intenso—dijo Elena mientras se acomodaba en su asiento, ajustando sus lentes de sol.

—Mucho trabajo, necesito un descanso de tanto modelaje—respondí, pasando la página del libro que intentaba leer—. Quiero algo lejos de las cámaras, ¿sabes? Algo tranquilo.

—Claro, Maddie, porque sería genial que la modelo británica más solicitada desaparezca de repente. No eres Taylor Swift—replicó Elena, sarcástica—. Ya me imagino los titulares: "Maddie Bennett abandona la fama para convertirse en ermitaña."

—Ay, déjala en paz—intervino Maggie con su habitual voz aguda—. No es fácil estar siempre bajo el foco, con paparazzi por todas partes. La fama debe de ser agotadora a veces.

Solté un suspiro, agradeciendo a Maggie por comprenderme. Era cierto que la fama traía muchas cosas buenas, pero también tenía su lado oscuro, uno del que a veces deseaba escapar

Después de unas largas horas de viaje, finalmente llegamos a nuestra suite en Las Vegas, donde nos quedaríamos durante todo el evento. Dejé mi bolso sobre la cama y me dejé caer sobre ella, sintiendo el alivio en mi espalda al hundirme en el colchón. Justo en ese momento, mi teléfono vibró con una notificación. Miré la pantalla y leí un mensaje que de inmediato capturó mi atención:

Baby Miko:
¿Quieres salir esta noche? Hace mucho que no te veo.

Sonreí mientras respondía rápidamente:

Está bien, me doy una ducha y te aviso.

Tras enviar el mensaje, me levanté de la cama y empecé a rebuscar en mi maleta para sacar algo de ropa limpia y adecuada para salir con Victoria esa noche. Mientras organizaba mis cosas, escuché la voz de Elena desde la puerta.

—¿A dónde irás?—preguntó, arqueando una ceja con curiosidad.

—Voy a salir con Vic. Cualquier cosa, te escribo—respondí con una sonrisa, antes de dirigirme hacia el baño.

Justo cuando cerraba la puerta, escuché a Maggie murmurar con su tono habitual:

—Va a salir con su novia.

Rodé los ojos al escuchar el comentario, pero no pude evitar reír suavemente. Maggie siempre tenía algo que decir, y aunque sabía que solo estaba bromeando, la verdad era que la situación con Victoria no era tan simple. Entré al baño y dejé que el agua caliente me relajara, preparándome mentalmente para lo que fuera que esta noche tuviera guardado para mí.

Estaba caminando por las vibrantes calles de Las Vegas, envuelta en una gabardina negra que me protegía del aire fresco de la noche. Las luces de neón brillaban a mi alrededor mientras me dirigía hacia la cafetería donde había quedado de encontrarme con Victoria. Al entrar, el cálido y reconfortante aroma del café llenó mis fosas nasales, envolviéndome en una sensación de tranquilidad. Mis ojos recorrieron el lugar hasta que la vi: una figura tapada, sentada en una mesa al fondo, que inmediatamente reconocí como Victoria.

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora