•Capitulo 18•

1.4K 101 49
                                    

MADELINE
|¡MADELINE BENNETT!|

—Entonces, ¿volvemos? Porque déjame decirte que de verdad te extraño, linda—. Ángela habla, su voz llena de súplica.

—No lo sé, Ángela. Cuando lo fuimos, no dejaste que el mundo lo supiera, y ahora no sé si creerte—. Respondí mientras le daba una calada a mi cigarrillo. En seis horas íbamos a estar viajando a Puerto Rico, pero Ángela vino a mi departamento para hablar.

Pude sentir cómo sus manos agarraron mi rostro con delicadeza, sus ojos marrones chocaron con los míos, pero ya no sentía la misma emoción que antes.

—Te juro que cambié, ya no te ocultaré más—. Antes de que pudiera decir algo, los labios de Ángela tocaron los míos.

El beso era algo delicado, sus manos bajaron hasta mi cintura para acercarme más a ella. Cuando nos separamos, el timbre de la puerta sonó.

—Ángela, eso fue un error—. Dije mientras me limpiaba los labios—. Ya no siento lo mismo por ti, y creo que deberías irte.

Ella solo agachó la mirada y caminamos hacia la puerta. Cuando la abrí, pude ver a mis dos amigas y ambas voltearon a ver mal a la castaña clara.

Cuando entraron a mi departamento, Elena fue la primera en hablar.

—¿Qué hacía Ángela aquí? ¿Qué acabas de hacer, Madeline Bennett?—. Comenzó a hacer preguntas.

—Nada, solo vino porque la vez que había olvidado mi bolsa en el set ella me pidió hablar, me dijo que aún no me superaba y quería volver conmigo—. Dije, tratando de mantener una sonrisa nerviosa.

—¿Y qué más pasó?—. Preguntó Maggie.

—Nos besamos... Pero antes de que se enojen, le dije que ya no sentía lo mismo por ella—. Expliqué.

—¿¡QUÉ HICISTE, MADELINE!?—. Me gritó Elena.

—¿Era necesario besarla para confirmar que ya no sientes algo por ella?—. Dijo Maggie con obviedad.

—Ella me besó a mí, pero no entendí bien por qué había algo dentro de mí que aún quería regresar. Pero ahora confirmé que no—. Dije encogiéndome de hombros.

—Mejor ve buscando otra manager—. Dijo Elena mientras soltaba un suspiro.

—Elena, tranquila—. Intenté calmarla—. No necesito otra manager, ya se terminó con Ángela, de verdad.

Elena me miró con escepticismo, pero asintió lentamente.

—Está bien, Madeline, pero no quiero verte caer en lo mismo de nuevo. Te mereces algo mejor.

—Lo sé, lo sé—. Respondí—. Ahora, dejemos esto atrás y enfoquémonos en lo que viene. En unas horas volamos a Puerto Rico, y quiero que todo esté perfecto para el videoclip.

—Eso es lo que quiero escuchar—. Dijo Maggie, sonriendo—. Vamos a romperla en Puerto Rico.

Elena asintió y su expresión se suavizó un poco.

—Vale, pero prométeme que te mantendrás alejada de problemas.

—Prometido—. Respondí, tratando de sonar convincente.

Las horas pasaron rápidamente y pronto estábamos en el avión rumbo a Puerto Rico. Mientras sobrevolábamos el océano, no pude evitar pensar en todo lo que había sucedido en los últimos días. Ángela, Victoria, el videoclip... todo parecía estar pasando a la vez.

Cuando aterrizamos en San Juan, el calor tropical nos recibió de inmediato. Nos dirigimos al hotel para descansar un poco antes de comenzar con los preparativos del video. Esa noche, decidí salir a dar un paseo por la playa para despejar mi mente.

El sonido de las olas y la brisa marina me tranquilizaban. Estaba perdida en mis pensamientos cuando sentí una presencia a mi lado. Al girar la cabeza, me encontré con Victoria, quien me sonreía.

—¿Puedo unirme?—. Preguntó.

—Claro—. Respondí, sintiendo una mezcla de alegría y nerviosismo.

[...]

+18

Los besos bajaban por todo mi cuerpo, y nuestras respiraciones se entrelazaban, agitando el aire a nuestro alrededor. Las manos de Victoria se deslizaron debajo de mi camisa, explorando mi piel hasta que llegaron a mi pecho. Acarició y apretó suavemente, y subió mi camisa poco a poco hasta que me dejó en sujetador. Vi una sonrisa de satisfacción en sus labios mientras me susurraba.

—Sabía que te iba a tener así de nuevo—. Dijo entre suspiros, su voz cargada de deseo.

Sus labios continuaron su descenso por mi abdomen, provocando una oleada de sensaciones que me hicieron estremecer.

Las caricias de Victoria eran cada vez más intensas y apasionadas. Sus labios se movían con una mezcla de ternura y deseo, bajando por mi piel. Me tensaba y relajaba a medida que sus manos y su boca recorrían mi cuerpo, explorando cada rincón con un cuidado ardiente.

Sentí cómo sus labios se encontraban con el borde de mi sujetador, susurrando palabras suaves y calientes contra mi piel. Cada roce y cada beso eran como una ola de placer que me envolvía.

—Eres increíble—, murmuró Victoria, levantando la vista para encontrar mis ojos. La intensidad en su mirada me hizo sentir aún más conectada con ella.

Sus manos bajaron hasta mis muslos, deslizándose con firmeza para quitarme el short, dejándome semi desnuda, solo con las bragas puestas. Victoria se inclinó y plantó un beso suave y lleno de deseo sobre el tejido, lo que intensificó aún más la sensación de anticipación y deseo que ya estaba palpitando en mi cuerpo. Cada toque y cada caricia parecían amplificar la conexión entre nosotras.

—¿Por qué estas tan moja' baby?—. dijo con su voz ronca.

Victoria intensificó el momento cuando sus dedos se adentraron en mí, provocando un gemido involuntario que apenas pude controlar. Ella rápidamente tapó mi boca con su mano, ajustando su ritmo para aumentar el placer. Sus besos bajaron hasta mis pechos, y su lengua se dedicó a explorar cada rincón alrededor de mis pezones, mientras su otra mano continuaba su labor en la zona íntima.

—Victoria—, solté un gemido entrecortado, sintiendo cómo mis piernas comenzaban a temblar por la intensidad del placer. Ella sacó sus dedos con cuidado, llevándolos a su boca para lamerlos lentamente, una acción que sólo acentuó la excitación. Le sonreí, y ella me respondió con un guiño antes de seguir acariciando mis piernas hasta que su rostro quedó entre ellas. Su lengua se deslizó sobre mi clítoris, provocando una serie de estremecimientos que me hicieron perderme en el momento.

Victoria seguía explorando con una delicadeza que me hacía perderme en el momento. Su contacto era intensamente placentero, y cada movimiento me llevaba más cerca del éxtasis. Sentía como sus caricias y besos iban subiendo y bajando, creando una ola de sensaciones que me dejaba sin aliento.

Ella se tomó su tiempo, haciendo que cada segundo fuera una experiencia inolvidable. La manera en que se movía y el ritmo que seguía hacían que mi cuerpo respondiera a cada estímulo. Me sentía completamente entregada a lo que estaba ocurriendo.

Finalmente, Victoria se detuvo cuando llegue al clímax y me miró con una expresión de satisfacción, mientras yo aún trataba de recuperar el aliento. El momento entre nosotras había sido intenso, muy intenso.

—Vale más y no volvería a pasar, Maddie—. me susurro al oído antes de caminar al baño.


*********************************


HOLIIIIIIIIIII NUEVO CAPITULOOOO Y EL FINAL ESTUVO MUY POTENTE.

NO OLVIDEN COMENTAR Y VOTAR.

BESOS, NIX💗

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora