I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO)

•Capitulo 8•

MADELINE

|UN CHICO|

Seguíamos en París disfrutando de las vistas. Había tenido una semana un poco ocupada con tantas sesiones en Chanel y algunas otras marcas. Íbamos a salir a una fiesta privada, a esas que mayormente iba gente reconocida, como influencers, modelos, cantantes, etc.

Me estaba poniendo algunas argollas doradas. Opté por un vestido negro de mangas largas y espalda descubierta que se ajustaba perfectamente a mi figura. El diseño era elegante y sofisticado, resaltando cada curva con sutileza. Lo combiné con una pequeña bolsa de mano, que añadía un toque de color y delicadeza al conjunto.

Cuando todas estábamos listas, nos subimos al auto y el chofer empezó a manejar. Las vistas de París eran hermosas. Iba a ser un viaje un poco largo, pero saldría bien distraerse un poco y conocer a nuevas personas dentro de la industria.

—¿Qué pasaría si te encuentras a Young Miko? ¿Te la vuelves a besar?—. dijo Maggie.

—Cállate, Maggie. Ni que estuviera aquí para poder besarla—. respondí tranquila.

—¡No jodas! Ya acepta que te gusta para que Elena me de mis mil dólares—. Puse cara de indignada al escuchar lo que dijo Maggie.

—¿En serio han apostado? Ni parecen novias.

Elena, que iba en el asiento delantero, se giró para mirarnos con una sonrisa cómplice.

—Es que Maggie está muy segura de que te gusta, y yo, bueno, tengo mis dudas. Así que hicimos una pequeña apuesta—. explicó Elena.

—Pequeña—. repetí con sarcasmo—. Mil dólares, ¿en serio?

—Sí, y estoy segura de que voy a ganar—. dijo Maggie, mirándome con desafío.

Suspiré y miré por la ventana, tratando de ignorar la conversación. No quería admitirlo, pero pensar en Miko me hacía sonreír. Aunque no estaba dispuesta a darle la satisfacción a Maggie de admitir nada.

Llegamos al lugar de la fiesta, un club exclusivo en el corazón de París. Al entrar, la música vibrante y las luces tenues crearon una atmósfera electrizante. Nos mezclamos con la multitud, saludando a conocidos y haciendo nuevas amistades. Sin embargo, una parte de mí no podía dejar de buscar a Miko entre los asistentes.

Pasó un rato mientras estábamos sentadas, disfrutando de la noche relajante con mis dos amigas. Me levanté para acercarme a la barra y pedir una margarita. La música suave y el ambiente tranquilo creaban una atmósfera perfecta. De repente, escuché una voz masculina detrás de mí.

—¿Así que tú eres la famosa Madeline Bennett?— dijo con un tono intrigado.

Me volteé, sorprendida y un poco confundida.

—Perdona, ¿te conozco?— pregunté, sin poder ocultar mi curiosidad.

Frente a mí había un chico alto, con cabello negro y ojos marrones. Llevaba un traje elegante y sostenía un vaso de whisky en la mano. Su presencia era inconfundible, y su mirada parecía conocer más de lo que decía.

—No, pero yo he oído mucho de ti. Sería un gusto conocernos—. Había conocido a muchos hombres queriendo llamar mi atención a lo largo de mi carrera, y sabía que él quería algo más que solo conocerme.

—No sé dónde has escuchado mi nombre, pero mucho gusto. ¿Cómo te llamas?— dije para no parecer maleducada.

—Me llamo Adrian Blake. Soy actor— respondió con una sonrisa segura.