•Capitulo 46•

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MADELINE
|YATE|

Estaba fuera del estudio donde Vicky estaba grabando su nueva canción. Salí un rato para tomar un poco de aire libre mientras ellos se encargaban de los detalles finales. Encendí un cigarrillo y le di la primera calada, dejando que el humo se escapara lentamente de mis labios.

Era un día caluroso, y después de aquí, Elena había mencionado que consiguió un yate para que nos fuéramos a disfrutar un rato en el agua. Mientras disfrutaba del aire fresco, sentí que alguien me observaba. Me giré y vi a la platinada mordiéndose el labio, mirándome con esa expresión traviesa que solo ella sabía poner.

—¿Qué?—pregunté, algo confundida por su mirada.

—Nada, solo que me diste una idea para lo que puedo escribir en mi nueva canción—dijo mientras se acercaba y me envolvía en sus brazos, como si la inspiración hubiera venido de verme así.

—¿Y puedo saber cuál es?—le pregunté, con curiosidad.

Ella negó con la cabeza, sonriendo de manera misteriosa.

—Nope, es una sorpresa—dijo, apretándome un poco más fuerte contra ella. Rodé los ojos, pero no pude evitar sonreír ante su actitud. Sabía que cuando se ponía así, era mejor dejarla con su misterio.

—Tú y tus secretos—murmuré, soltando una pequeña risa mientras apagaba el cigarrillo.

—Solo te diré que será inspirada en ti—agregó, dándome un suave beso en la frente antes de separarse un poco, pero sin soltarme del todo.

—¿Ah, sí? Ya me habían dedicado canciones, pero esta sí me interesa de verdad—respondí, levantando una ceja con interés. Ella soltó una risita y me dio un pequeño beso en los labios, tan rápido que casi fue como un susurro.

—Vamos, baby, acompáñame adentro—dijo cuando se separó de mí. Entrelazó nuestros dedos, su toque firme pero reconfortante, y yo apagué el cigarrillo con la punta del zapato antes de seguirla al estudio.

Mientras caminábamos, sentía su mano en la mía, y esa sensación familiar de estar conectada a ella de una manera que era difícil de describir. Nos dirigimos al interior del estudio, donde los sonidos de la música y las voces parecían crear una atmósfera propia, casi mágica.

Victoria me lanzó una última mirada cómplice antes de regresar a la grabación, y me acomodé en un sillón cercano, observando cómo se preparaba para volver a cantar, sabiendo que, de alguna manera, la próxima canción que saldría de esos altavoces tendría un pedacito de mí en cada nota.

Me distraje un rato en mis redes mientras Victoria volvía a la grabación. De repente, una notificación de Elena apareció en mi pantalla.

Elena💗
Oye pendeja, ¿dónde andas?

Sonreí ante su tono y rápidamente le respondí.

Holi bebé, ando con Vicky

Holi bebé, ando con Vicky

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I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora