•Capitulo 23•

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MIKO
|PASARELA DE MODA|

Había llegado una de esas oportunidades que no se presentan todos los días. Aunque no estaba tan metida en el mundo de la moda, Mariana, con su usual persuasión, logró convencerme de asistir a una de las pasarelas más importantes del año.

—Vamo' puñeta, allá podrás ver a tu amor Madeline—dijo con una sonrisa burlona mientras ajustaba su atuendo.

El lugar estaba repleto de celebridades, desde actores de Hollywood hasta cantantes de renombre. Todo el mundo llevaba puestas sus mejores galas, y nosotros no éramos la excepción. Mariana había conseguido que un diseñador nos preparara unos outfits que, aunque aparentemente sencillos, reflejaban la mano experta de alguien que sabía lo que hacía.

Al entrar, las luces brillaban intensamente sobre la pasarela, creando una atmósfera de anticipación. Pasó un rato, y poco a poco, la multitud se fue silenciando cuando las modelos comenzaron a salir una tras otra. Cada una superaba a la anterior, pero entonces las luces cambiaron, la atmósfera se volvió aún más eléctrica, y llegó el turno de Madeline.

Desde el primer paso que dio, capturó la atención de todos. Su cabello castaño y ondulado brillaba bajo las luces mientras sus caderas se movían con una gracia natural. La seguridad con la que desfilaba, la forma en que el vestido se ajustaba a su figura, era como si la prenda hubiera sido diseñada exclusivamente para ella. Su semblante serio y sus ojos verdes, que parecían reflejar un mundo de misterios, hipnotizaban a cualquiera que la mirara.

Las cámaras no dejaban de disparar, capturando cada uno de sus movimientos, y yo me encontré incapaz de apartar la vista de ella.

—Wow, ella sí sabe adueñarse del lugar—dijo Mauro, asombrado mientras observaba cómo todos seguían los movimientos de Maddie—. Ahora entiendo por qué es una de las mejores modelos internacionales.

Madeline dominaba la pasarela con una destreza que solo alguien nacido para ello podría tener. Cada paso que daba parecía resonar en la mente de los espectadores, consolidando su estatus como la mejor.

—Yo que tú no me quejaría si la gente comienza a crear rumores amorosos sobre ustedes dos—susurró Mariana con una sonrisa traviesa mientras observábamos a Madeline cerrar su recorrido con un giro final que dejó a todos sin aliento.

No pude evitar sonreír ante su comentario, pero mis pensamientos estaban demasiado ocupados en la imagen de Madeline, quien acababa de dominar la pasarela como si fuera su reino personal.

La pasarela terminó, y aunque otras modelos también se lucieron, era claro que Madeline había sido la favorita. Los aplausos retumbaban en el lugar, y cuando ella salió del escenario, su nombre estaba en boca de todos.

Nos dirigimos hacia el backstage, donde Mariana, utilizando alguno de sus trucos habituales, logró que nos dejaran pasar. Al entrar, vi a Madeline rodeada de fotógrafos y diseñadores que la felicitaban efusivamente. A pesar del ajetreo, sus ojos me encontraron entre la multitud, y en un instante, ella corrió hacia mí con una sonrisa radiante. Por un segundo, todo lo demás dejó de existir.

—¡Oh por Dios! No sabía que ibas a estar aquí—exclamó mientras se lanzaba a mis brazos. Su rostro quedó cerca de mi pecho, resaltando la diferencia de estatura entre nosotras.

—Estuviste genial, baby—dije mientras le devolvía el abrazo, sintiendo su calor—. Eres una gran modelo.

En ese momento, algunas cámaras se volvieron hacia nosotras, capturando la escena. Los flashes comenzaron a disparar, inmortalizando nuestro abrazo. No pasó mucho tiempo antes de que empezaran los murmullos y las preguntas indiscretas.

—¿Son novias?

—¿Hay algo más que una simple amistad entre ustedes?

¿Será que si es cierto de están a escondidas?

Las voces se mezclaban con los clics de las cámaras, y aunque sabía que esas preguntas eran inevitables, no pude evitar sentirme incómoda al pensar que quizás a la castaña no le gustaba. Pero Madeline, sin embargo, simplemente sonrió y se aferró más a mí, como si nada de eso le importara.

—Déjenla respirar un poco—intervino Mariana, dirigiendo una mirada firme a los curiosos—. Es solo una amiga apoyando a otra después de un show increíble, nada más.

Pero la sonrisa traviesa de Madeline, y la forma en que aún no me soltaba, no ayudaban a calmar las especulaciones. Sabía que esos rumores no se detendrían ahí, pero en ese momento, no me importaba. Estar cerca de ella y ver lo feliz que estaba, hacía que todo lo demás pareciera insignificante.

Después de salir del backstage, nos encontramos con una multitud de paparazzi esperando afuera, sus cámaras listas para capturar cualquier gesto o palabra. Apenas dimos un paso fuera, algunos entrevistadores se acercaron rápidamente a Madeline, aprovechando cualquier oportunidad para hacer preguntas.

Madeline se detuvo, siempre profesional, y accedió a responder algunas preguntas, pero el ambiente se tensó en cuanto surgió la inevitable.

—Madeline, algunas personas están creando rumores sobre un posible amorío entre usted y la cantante puertorriqueña Young Miko. ¿Podría confirmar esos rumores? —preguntó un reportero, su tono casi desafiante.

Madeline, con su expresión habitual de serenidad, respondió en un tono frío pero controlado.

—No tengo por qué confirmar rumores—dijo, su mirada firme—. Quiero que la gente me conozca por lo que soy y por mi trabajo, no por con quién elijo compartir mi vida.

Su respuesta cortó el aire como un cuchillo, dejando claro que no cedería ante la presión mediática. Luego, se acercó a mí, y sin decir una palabra, puse mi mano en su cintura, guiándola hacia el auto que nos esperaba. Un guardaespaldas bloqueó a los entrevistadores antes de que pudieran seguir incomodándola, creando un espacio seguro para que nos alejáramos de la escena.

Nos subimos al auto, y mientras las puertas se cerraban, pude sentir la tensión en el ambiente, pero también la fuerza en Madeline. No era fácil lidiar con la fama y todo lo que traía consigo, pero lo manejaba con una gracia que siempre me impresionaba. Mientras el auto arrancaba, me incliné hacia ella y le di un pequeño apretón en la mano, un gesto silencioso de apoyo. Ella me devolvió una sonrisa, y en ese momento, supe que no importaba lo que dijeran.


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BESOS, NIX💗

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora