•Capitulo 42•

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MADELINE
|¿VICTORIA CELOSA?|

Estábamos de vuelta en el set, pero esta vez, para mi disgusto, Robert no estaba presente. Había tenido algunos problemas personales y, en su lugar, mandó a su sustituta de confianza. ¿Quién podría ser esa persona de confianza? Nada más y nada menos que Ángela, mi ex. Sentí una mezcla de sorpresa y molestia al verla allí, pero decidí mantener la calma.

Mientras Ángela acomodaba algunas luces y preparaba el equipo, Victoria estaba a mi lado, ayudándome a ajustar el vestido. Ella había insistido en hacerlo en lugar de dejar que un asistente me ayudara, lo cual me pareció un gesto dulce, pero también noté que su expresión estaba algo tensa.

—¿Por qué tiene que ser ella?—me susurró al oído con evidente disgusto, sus palabras impregnadas de un tono de desaprobación que no había esperado.

—Porque es fotógrafa y es a la única que Robert le tiene confianza—respondí, un poco desconcertada por el tono seco en su voz.

Cuando el vestido estuvo perfectamente colocado, Ángela me llamó para empezar. Caminé hacia el set, tratando de ignorar la tensión en el aire. Victoria se situó junto a mis amigas y a Mauro con Mariana, y cuando me giré para mirarla, me guiñó un ojo, lo que me hizo sonreír levemente. Traté de concentrarme en la sesión, pero era difícil con tantas emociones rondando.

—Bien, Madeline, aquí vamos—anunció Ángela, su tono profesional, pero no pude evitar sentir una ligera incomodidad. Me acomodé, tratando de relajarme y ponerme en la mejor postura para las fotos.

La sesión avanzaba con normalidad hasta que Ángela se acercó para ayudarme a ajustar una posición complicada. Antes de que pudiera reaccionar, vi a Victoria—o más bien a Miko—intervenir rápidamente, con una firmeza que no había visto antes.

—No la toques, yo lo haré—dijo Miko, su tono calmado pero con una clara advertencia en sus palabras. Se colocó entre Ángela y yo, tomando su lugar para ayudarme a ajustar la postura. El ambiente se volvió tenso, y aunque Ángela intentó disimular su sorpresa, pude ver un destello de incomodidad en sus ojos.

—Tranquila, Miko, solo estaba ayudando—respondió Ángela, intentando mantener la calma.

—No es necesario, yo me encargo—replicó Vic, sin quitarle la mirada de encima, haciendo que Ángela retrocediera un poco.

No pude evitar sentir una mezcla de incomodidad y satisfacción ante la situación. Los celos eran palpables, y aunque no era una situación ideal, no podía negar que la protección de Victoria hacia mí tenía un efecto tranquilizador. Mientras Miko me ayudaba a ajustar la postura, nuestros ojos se encontraron por un segundo, y en ese breve momento, sentí que no había nadie más en la habitación.

Ya habíamos terminado la primera sesión, y ahora era el momento de un cambio de vestuario. Este atuendo era un poco más complicado, lleno de piedras incrustadas que le daban un peso considerable. Estaba de pie, y la estilista estaba terminando de recoger mi peinado, asegurándose de que cada detalle estuviera en su lugar.

—Listo—me dijo la estilista, dándome una sonrisa de aprobación. Intenté moverme con cuidado hacia las cámaras, consciente del peso adicional del vestido.

—Ven, que te ayudo—escuché la voz de Ángela detrás de mí, y cuando intentó agarrarme para ayudarme, un recuerdo invadió mi mente de repente

"—Maddie, amor, ven, déjame ayudarte—Ángela me decía con ternura mientras me tomaba con firmeza, levantándome un poco para aliviar el peso del vestido incómodo que llevaba. Su expresión era de cariño, y en ese momento, me sentía segura a su lado, confiando en ella plenamente."

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora