•Capitulo 17•

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MADELINE
|ANGELA WILLIAMS|

Estaba en una cafetería esperando mi café, en unos días volveríamos a Puerto Rico para grabar el video de Victoria. Tenía fe de que mi día iba a ir con normalidad. Después de aquí, tenía que ir al set para unas fotos de una nueva marca que me había contratado. Todo empezó normal hasta que escuché una voz que me hizo retorcer.

—Hola, Madeline. Tiempo sin verte—. Me volteo y veo a una castaña clara con una sonrisa.

—Ángela, no sabía que estabas aquí en Londres—. Fingí una sonrisa, no tenía interés de hablar con ella.

—Sí, decidí tomarme un descanso y salir de Italia, aunque es bueno volver a lugares donde fuiste feliz—. dijo.

—Lo mismo pienso—. Dije, agarré mi teléfono y vi un mensaje de Elena.

La pendeja de Elena 💗
Me mato si la que está a tu lado es Ángela, mejor apúrate que se nos hace tarde.

Ruedo los ojos al leer el mensaje.

—Bueno, adiós—. dije en un tono seco.

—Espero volver a vernos, Maddie—. No le volví a responder cuando salí del lugar.

Ángela es mi ex pareja. No fue una mala relación, pero nunca nadie se enteró de lo nuestro. Cada vez que le preguntaban por mí en entrevistas, ella me negaba y decía que éramos amigas. Intenté entenderla, pero a veces era un poco incómodo.

Eso no quitaba que, cuando terminamos, aún nos seguíamos viendo a escondidas. Solo teníamos sexo y después no volvíamos a hablar. Me subí al auto y Elena fue la primera en hablar.

—Solo espero que no vuelvas a caer en su juego de manipulación—. dijo en tono firme.

Le di un sorbo a mi café y rodeé los ojos.

—No volverá a pasar, ya no soy tan idiota.

—Bueno, pueda que sí lo seas un poquito—. dijo Maggie en un susurro.

—Maggie, ¿eres mi mayor hater, verdad?

Ella se encogió de hombros y no pude dejar de sentirme indignada.

Llegamos al lugar y todo estaba listo. Podía ver las luces y una chica acomodando la cámara.

«No me jodas, esa es Ángela».

Volteé a ver a las chicas y ellas solo hicieron una mueca de desprecio.

—Madeline, ven por aquí. Te maquillarán y después empezamos con las fotos y las vestimentas—. me indicó una asistente, y yo me senté en la silla.

Empezaron todo el trabajo y luego comencé a posar frente a la cámara. Ángela me daba algunas órdenes de cómo acomodarme para lucir mejor.

—Acomoda tu pierna aquí—. agarró mi muslo y no tardé en quitar su mano.

—No necesitas tocarme para decirme eso, Ángela—. dije en tono firme, manteniendo la compostura.

Ella sonrió con suficiencia.

—Solo intentaba ayudarte, Maddie. Ya sabes, como en los viejos tiempos—. respondió con un tono que pretendía ser casual pero que estaba cargado de insinuaciones.

—Los viejos tiempos se quedaron atrás. Concéntrate en el trabajo—. dije, sin permitirle espacio para discutir.

Las chicas observaban la interacción desde la distancia, claramente listas para intervenir si las cosas se salían de control. Tomé una respiración profunda y volví a enfocarme en las poses, bloqueando cualquier distracción que Ángela pudiera intentar crear.

Ángela no solo era fotógrafa profesional, sino que también había trabajado en el mundo del cine, participando en las mejores películas de acción que se podían encontrar. Cuando la sesión por fin terminó, nos despedimos de todos y mis piernas me dolían un poco después de tantas horas en tacones.

Había olvidado mi bolso dentro y les dije a las chicas que se adelantaran. Intenté ser lo más rápida posible, pero una mano me tomó por sorpresa.

—Maddie, ¿podemos hablar?—. escuché la voz de Ángela.

—No tengo mucho tiempo, habla rápido—. le dije.

—De verdad quiero volver a estar contigo. La verdad es que aún no te olvido y quizás en este momento las cosas podrían funcionar—. su voz sonaba como una súplica.

No sabía qué responderle. Su mano se posicionó en mi mejilla y su rostro se acercaba más y más al mío. Su respiración estaba cada vez más cerca y pesada, y solo podía recordar todo lo que había dicho frente a las cámaras sobre mí.

"Madeline no es mi tipo, no estaría con ella".

"Solo es una amiga, no la veo como para estar en una relación".

Antes de que ella me pudiera besar, retrocedí rápidamente y ella me miró confundida.

—No, Ángela. Adiós, se me hace tarde—. Salí de ahí con mis pensamientos revueltos.

Algo dentro de mí aún quería volver con ella, porque no siempre fueron momentos malos, pero otra parte deseaba no volver a verla en mi vida. Cuando me subí al auto, Maggie me vio con cara confundida.

—¿Viste a Kanye West o por qué esa cara?—. dijo con sarcasmo.

—Prefiero verlo a él, que lo que acaba de pasar—. fue lo último que dije.

El viaje de regreso fue en silencio. Elena y Maggie respetaron mi necesidad de espacio, aunque pude sentir sus miradas preocupadas de vez en cuando. Cuando llegamos a mi departamento, me despedí rápidamente y subí a mi habitación, sintiendo la urgencia de estar sola y procesar lo que había sucedido.

Me dejé caer en la cama y cerré los ojos, tratando de calmar mi mente. Pero las palabras de Ángela seguían repitiéndose en mi cabeza, mezcladas con los recuerdos de los momentos que compartimos. Era una batalla constante entre lo que sentía y lo que sabía que era mejor para mí.

El sonido de mi teléfono me sacó de mis pensamientos. Lo agarré, esperando que fuera un mensaje de Elena o Maggie, pero en su lugar, vi un mensaje de Victoria.

baby miko:
Hello, baby. ¿todo bien hoy?

Hola linda, un poco cansado pero lista para irme a PR en dos días.

Te estaré esperando en el aeropuerto, estoy emocionada por volver a verte.

Yo también, pero falta poco, tranqui babe.

Fue el último mensaje que mandé, cuando el sueño me ganó y me quedé dormida.

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HOLI A TODASSSS, NUEVO CAPITULOOOOOOOOOOOOOOOO Y UNA INTRUSA QUE LE QUIERE JODER😡

BESOS, NIX

I CAN SEE YOU (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora