Te quiero

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"¿Fuiste enviado por alguien
Que quería muerto?
¿Dormías con una pistola debajo de nuestra cama?
¿Estabas escribiendo un libro?
¿Eras un espía?
¿En cincuenta años todo esto estará desclasificado?
Y confesarás por qué lo hiciste
Y yo diré: "Buen viaje"
Porque ya no era sexy una vez que dejó de ser prohibido
Yo habría muerto por tus pecados
En cambio, solo morí por dentro
Y mereces prisión, pero no recibirás tiempo"

—The smallest man who ever lived, Taylor Swift.

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Recomendaciones para este capítulo:

—Tenga sus pañuelos listos para la lloradita
—No lo lea en público
—Agarre su animal de peluche de soporte emocional
—Ocupe una almohada para darle un buen golpe si lo necesita
—Y por el ultimo, no lo paguen con la que solo adapto el libro xd


*****

Jane Moore entró por la puerta del despacho con una fina sonrisa en sus labios pintados. Se había hecho un recogido muy elegante, dejando su flequillo rubio y ondulado hacia un lado, y se había vestido acorde con la importante entrevista que estaba a punto de hacer: blazer negra sobre blusa blanca y pantalones pitillo.

Dejó su gran bolsa con la cámara en el suelo del despacho y nos miró a Yeonjun y a mí, de pie al lado del sofá, esperando por ella.

—Yeonjun y Beomgyu... —dijo con deleite, acercándose un par de pasos para ofrecernos la mano—. Es un placer que hayáis concedido esta entrevista a This is happening! Estamos muy agradecidos.

Yeonjun ya estaba inmerso en su papel del Soltero de Oro, sonriente, con su mano en mi espalda y una expresión de encantadora timidez en el rostro.

—Gracias a ti por venir, Jane —respondió—. Las cosas están un poco locas últimamente.

Ella sonrió más y asintió.

—Sí, muy locas... —afirmó antes de mirarme—. Beomgyu.

—Buenas noches, Jane —la saludé junto con un apretón de manos—. Estás muy guapa, casi pareces una periodista seria y profesional —la sonrisa se le torció en los labios por un momento, pero movió la cabeza y la recuperó rápidamente—. Oh, perdona —añadí, apartando la mano y recuperando una expresión más seria—. No quiero que pienses que estoy... coqueteando contigo.

Eso sí que terminó por conseguir romper su fachada. Su sonrisa cambió a una más afilada y sus ojos azules se entornaron para mirarme fijamente. Entreabrió los labios, pero tardó un par de segundos en decir:—Sabía que eras demasiado bueno para ser verdad. —añadió, mirando también a Yeonjun a mi lado antes de girarse para ir en busca de su cámara.

Sin decir nada e ignorando por completo los consejos y comentarios del Thomas sobre cómo debía hacer su trabajo, sacó la cámara de la bolsa junto a un atril y la colocó frente a la pared acristalada y los asientos, haciendo algunas pruebas de luz y enfoque mientras el señor Choi y yo nos sentábamos en el sofá. Lo habían colocado ladeado, entre donde estaría la cámara y la silla donde estaría Jane.

El señor Choi y yo estábamos cerca, un poco pegados, pero no demasiado, la luz del despacho era suave y a nuestras espaldas se podía ver la ciudad cubierta de las primeras sombras de la noche.

Cuando estuvo todo listo, pulsó el botón de grabar y la luz roja se iluminó, algo de lo que fui muy consciente y por lo que puse una media sonrisa, mirando a Yeonjun para advertirle de que el espectáculo había comenzado. Lo primero que hizo él fue poner una mano en mi rodilla y acariciarme distraídamente con el pulgar.

El jefe (Yeongyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora