47

1.3K 115 37
                                    

Ane's POV

Llevamos literalmente todo el día caminando de un lado a otro recorriéndonos Milán. Gracias a Dios, mi novio tuvo la gran idea de coger el hotel en todo el centro y pudimos darnos una ducha y cambiarnos la ropa antes de comenzar el turisteo.

-Gordi, eres el primer millonario al que le gusta caminar y nunca quiere coger taxis. Oye, y yo orgullosa eh. Pero me duelen mucho los pies.- me quejo y mi novio suelta una carcajada.

-Pues yo quería acabar nuestra tarde en la terraza Martini.- abro los ojos como platos cuando lo dice porque sé que eso está en la plaza del Duomo, o sea en la otra punta de la ciudad.- Mira qué cara.- vuelve a reírse de mí y me abraza.- Vamos a pedir un Uber, anda.

-Jamás te había querido tanto.

Media hora después llegamos a la plaza del Duomo y voy dirección a la Galería, puesto que la entrada a la terraza está ahí, pero Robin me detiene y une nuestras manos.

-¿Qué te pasa?- pregunto con una risita y me junta a su cuerpo.

-Nada. Solo recordaba que hace unos meses estábamos justo aquí: yo haciéndote fotos y tú pasando de mí.

-No pasaba de ti, idiota.- pone cara de no creerme y dejo un pico en sus labios.- Intentaba averiguar qué querías de mí, ya te lo he dicho muchas veces.

-Pero si no he conocido a nadie más obvio que yo en mi vida. ¿Qué me estás contando?- bufa y ambos nos reímos.

-Tenía que asegurarme de que eras el indicado.

-¿Y lo soy?- pregunta mirándome directamente a los ojos y sonrío con ternura.

-¿Tú qué crees?

-Que sí. Y menos mal, porque tú eres el amor de mi vida.

Pum. Así, sin anestesia. Lo suelta y se queda tan tranquilo. Otras veces con este tipo de cosas, al menos, me sale quejarme. Pero es que creo que ni cuando dijo que me amaba me quedé tan embelesada.
Me lanzo a abrazarle y él me aprieta contra su cuerpo, haciéndome cosquillas para que me ría.
El momento es interrumpido únicamente por una pareja de chicos que se acercan a nosotros con un móvil en la mano. Al principio pensaba que venían a pedir una foto a Robin y les quería matar, pero luego descubrimos que nos habían hecho una foto preciosa y nos la querían pasar.
Me encargo de que me la pasen, ya que son italianos y Robin no se estaba enterando de nada y me ofrezco a hacerles una foto a ellos a cambio.

-Grazie, ragazzi. Ciao!- me despido y mi novio hace lo propio con la mano.

-Me encanta cuando hablas italiano.- susurra Robin en mi oído mientras caminamos, ahora sí, hacia la terraza.

-¿Aprenderás italiano algún día?- pregunto y niega riendo.

-¿Y tú francés?- niego también.- Va a ser súper gracioso cuando tengamos hijos y hablen español, italiano y francés y sus padres no entiendan la mitad de cosas que dicen.

Y aquí va otro. Sin verlo venir, infarto de nuevo.

-Robin, ¿tú quieres matarme hoy?- pregunto seriamente mientras acerco mi silla a la suya. Para qué quiero vistas al Duomo si yo lo que quiero ver toda mi vida es ese perfil perfecto que tiene.

-¿Qué he dicho?- se encoge de hombros haciéndose el inocente.

-Yo solo te digo que antes que los hijos va el anillo.- bromeo y asiente.

-Tú tranquila, está todo pensando. Mira, mañana me convocan, ganamos la Euro y en la final te pido matrimonio.- sigue con la broma y doy un golpe en su hombro.

-Sí, y al día siguiente en vez de a Cibeles nos vamos todos a tu entierro porque te mato.- digo con una sonrisa fingida y suelta una carcajada.

-¿Eso es que no?

-Primero, es muy pronto para que pienses en eso. Segundo, como lo hagas en público en vez de boda hay funeral y eso te lo digo muy en serio.- digo amenazándole con el dedo y suelta una risita.

-¿Pronto? Yo me casaría contigo esta noche. ¿Cómo te viene?- sigue con su broma.

-Me rindo ya contigo.- respondo apoyando mi cabeza en su hombro y bebiendo de la pajita de mi cóctel.

Hemos conseguido cenar en uno de los mejores restaurantes de todo Milán porque mi novio tiene una flor en el culo, os lo juro. Eso sí, hemos comido tanto que yo creo que me ha dado una especie de cólico o algo así porque me encuentro fatal.

A pesar de mi dolor de pies por la caminata, he pedido a Robin que fuésemos caminando al hotel de vuelta a ver si así bajaba un poco la comida. Pero de nada ha servido porque, nada más llegar a nuestra habitación, he ido directa al baño. Diría que no he vomitado más en mi vida.

-Amor, puedes salir si quieres. Esto es un poco asqueroso.- pido a Robin que se encuentra a mi lado sujetando mi pelo y mi frente.

-No me voy a ir, Ane.- sentencia y se que no habrá manera de echarle.

Tras un rato, consigo recomponerme un poco. También porque diría que ya he echado todo lo que había en mi cuerpo. Robin me ayuda a ducharme y después a secarme. Siempre os lo digo, pero no está de más repetirlo: algo muy bueno he tenido que hacer en la vida para merecerle.

-¿No habrá un mini Robin aquí dentro, no?- pregunta una vez nos metemos en la cama acariciando mi tripa.

-Siento decirte que no, amor.- chista con la lengua de broma y suelto una risita.

Sigue masajeando mi tripa, a pesar de que le he dicho que ya no me duele tanto, hasta que se queda dormido. Acaricio su cara y cojo mi móvil para entretenerme y no molestarle.
Veo la foto que nos hicieron los chicos y decido subirla.

Instagram

ane_mp así todo el rato ✨❤️‍🩹

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ane_mp así todo el rato ✨❤️‍🩹

alexremiro1 el que la sigue la consigue, LITERAL 😂
↪️ takefusa.kubo lo pesado que estaba ese día

martin_zubimendi ohhhh 💙💙

noraln_8 os quiero 🫶🏻

helenarc oye en serio BASTA os amo

irelopez mmm la boda?

Río leyendo los comentarios y justo me llega un mensaje de Irene por el grupo de mis amigas:

"Tía, no te habrá pedido matrimonio en el Duomo, no? Que me caigo muerta aquí mismo"

Me tapo la boca para no soltar una carcajada que pueda despertar a Robin y me giro a mirarle. Pues no, no me lo ha pedido pero a mí tampoco me importaría casarme esta misma noche con él.

Cuando te vi - Robin Le NormandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora