42

1.4K 114 8
                                    

Ane's POV

Son las 5 de la mañana y la mitad de los familiares ya han abandonado el salón, por lo que quedamos los más jóvenes entre futbolistas, gente del club y amigos. Las copas y el reggaetón han hecho que ya estemos todos mezclados, sin importar si nos conocemos o no, simplemente disfrutando de la fiesta que nos merecemos.
Estoy bailando con Paula, Isa, Ainhoa y una chica que creo que es familia de Pacheco cuando mi novio viene hacia mi.

-Os la robo un segundito.- dice dirigiéndose a las chicas y rodea mi cintura atrayéndome hacia él.

-¿Me echabas de menos?- pregunto sobre su boca sin dejar de bailar.

-Te echaría muchas cosas ahora mismo. Un polvo, por ejemplo.- contesta mirándome de arriba a abajo y me río dejando mi cabeza en su pecho.- En serio, no es normal lo que me gusta verte bailar y pasártelo bien.

-Podrías bailar conmigo. Y no digas que no sabes, que tú todo lo haces bien.- intento convencerle.

Accede y, aunque soy yo quien se mueve y él simplemente agarra mi cintura y se dedica a darme besos a traición, agradezco que haga el intento. Tiro de la medalla para atraerle hacia mi y besarle. Vuelve a quitarse la medalla para ponérmela a mi y pasa sus brazos por mi cuello para abrazarme.

-¿Cómo ves lo de atarte las manos con la cuerda de la medalla luego?- susurra en mi oído y me pongo nerviosa solo de pensarlo.

-Muy tentador.- contesto pícara y sonríe complacido.

-No me mires así. Me gustaría durar un poco más en esta fiesta pero como sigas nos vamos a la cama ya.- amenaza y me río para volver a besarle.

El DJ cambia de canción y suena "Cuando te vi" de María Becerra y Trueno, una de las canciones con las que he tenido una gran obsesión últimamente. Me dedico a cantarla mientras bailo con Robin hasta que llega la parte clave de la canción:

"Cuando te vi, supe que iba a pasar.
Me prometí que no me iba a enamorar.
¿Ah, no? ¿Ah, no?
Pero fuck that, ese cuerpo me encanta.
Me lo hiciste tan rico"

-¿Te acuerdas cuando me decías que no te ibas a enamorar de mí?- me vacila y ruedo los ojos.

-Será que tu cuerpo me encanta.- guiño el ojo de broma y suelta una carcajada.

-Y más cosas te encantan, amor. Yo siempre supe que me iba a enamorar de ti.- entrelaza nuestros dedos y vuelve a mirarme de arriba a abajo.- Es que mírate, como para no...

Le vuelvo a besar y se nos alarga el beso hasta que oímos vítores y nos damos cuenta de que se ha formado un círculo alrededor de Take mientras nuestro amigo baila en el centro. Ambos salimos corriendo hacia allí y nos unimos de nuevo a nuestros amigos. Abrazo a Alex de lado y me atrae hacia su cuerpo. Poco se habla de la suerte que he tenido también con los amigos que he hecho gracias a este trabajo que tanto echaré de menos.

———————————————————————————

Son las 7 y media de la mañana cuando estamos llegando a la habitación de Robin. Alex se ha ido con Ainhoa a la de ella, así que la tenemos para nosotros solos, puesto que en la mía estaba Paula y no quería tener que echarla.
Nada más cruzar la puerta, Robin se encarga de cerrarla y de empotrarme con la primera pared que encuentra para besarme con más deseo que nunca. Sin dejar de besarme nos lleva hasta la zona de la cama y, sin previo aviso, comienza a desnudarme.

-Las ganas que tenía de celebrar contigo a solas...- susurra mientras reparte besos húmedos por mi cuerpo.- No vamos a dormir, ¿vale?

-Tendrás que mantenerme entretenida para que no me duerma.- digo provocándole y el bocado que da en mi cuello me demuestra que lo he conseguido.

Una vez me tiene completamente desnuda y solo queda mi tanga, aprovecho para pedirle que se quite la camiseta y los pantalones, a lo que me hace caso rápido. Termina de quitarse los pantalones y, mientras sube, para a la altura de mis pechos y comienza a lamer y succionar mis pezones. Al momento ya los tengo más que erectos y él sigue haciendo y deshaciendo con ellos mientras manosea mi culo de una forma que me está volviendo loca. Cada roce con mi centro mientras toca mi culo, hace que esté más y más mojada.

-Pobrecita, creo que tienes frío.- dice tocando mis pezones y veo que va hacia la cama.

Aparece con una de las camisetas que le han dado para jugar la final y me la pone. Me río porque sabía perfectamente que acabaría poniéndomela para follarme con ella puesta. Qué puedo decir, le conozco demasiado a estas alturas.

-Sabía que me la regalabas para follarme con ella puesta.- confieso mientras aparta mi tanga a un lado y comienza a tocar la humedad de mi vagina.

-Como me sigas hablando sucio no voy a aguantar ni los preliminares y te voy a tener que follar directamente, Ane.

La oscuridad en su mirada cuando me dice eso me pone aún más. Estoy tan mojada que él mismo mira su mano después de tocarme y sonríe satisfecho: no ha tenido que hacer nada más que besarme y decirme dos guarrerías para conseguirlo. Se agacha para bajar mi tanga y con sus manos separa mis piernas para meter su cabeza entre ellas y comenzar a lamer mis pliegues. Agarro fuerte su pelo intentando calmar todo el placer que siento y agradezco que tenga bien agarradas mis piernas porque las tengo tan flojas que podría caerme en cualquier momento. Posa sus manos en mis caderas y empieza a subir los besos por mi tripa, mis pechos y mi cuello hasta llegar de nuevo a mi boca.

-Me encanta comerte.- confiesa con la voz ronca y pego más aún nuestros cuerpos para rozarme contra la erección que esconden sus calzoncillos.

-¿Y qué más quieres hacerme?- pregunto inocente.- Soy toda tuya.

-¿Ah, sí? ¿Vas a gritar muy fuerte mi nombre?- me pide cogiendome del cuello y lamiendo mi boca u asiento.- Quiero que te pongas a cuatro sobre la cama y darte muy fuerte mientras veo mi dorsal. Si es que puedo dejar de mirar tu culo.

Vuelvo a besarle de la forma más provocativa que puedo y me doy la vuelta. Cojo sus manos y las llevo hacia mis pechos, los cuales comienza a manosear mientras lame mi cuello. Echo la cabeza hacia atrás para darle más acceso y sigo restregando, esta vez mi culo, contra su pene. Uso mis manos para comenzar a bajar sus calzoncillos y él se encarga de acabar de hacerlo por mi.
Avanzo un par de pasos y pongo las manos en el borde de la cama para quedar completamente expuesta a él. Miro de soslayo y veo cómo resopla.

-Pff, no prometo durar mucho teniéndote así.- confiesa mientras toca con su mano mi humedad.- Lo bueno es que tenemos hasta mediodía para hacerlo muchas veces más.

-Pues empieza, por favor. Fóllame, Robin.

Solo tengo que pedírselo así para que, de una estocada, introduzca su miembro en mi. Sus azotes, sus embestidas, sus gemidos, sus besos en mi cuello... Grito su nombre lo más fuerte y desesperado que puedo hasta que dirige su mano a mi clitoris y hace que nos corramos los dos a la vez.
Cuando sale de mi caigo directa a la cama y noto que se tumba a mi lado respirando fuerte también. Giro la cara para mirarle y tiene todo el flequillo sudado, el cual acaricio con mi mano. Se acerca a darme un beso dulce, nada parecido a los que nos hemos dado hasta hace unos segundos y acaricia mi espalda.

-Te quiero mucho. En serio, Ane.

-Yo a ti te amo.- confieso, tal como hizo él.

Parece que se lo he devuelto porque se queda igual que me quedé yo.

-¿Lo puedes repetir, porfa?- pide con una sonrisa y me muero de amor.

-¿Vienes a la ducha conmigo y te lo repito?- ofrezco y antes de terminar la frase ya está de pie tirando de mi para irnos al baño.

Tal como me había prometido, la noche de pasión va para largo y se convierte en una mañana de pasión también porque a las 12 salimos hacia el bus y no hemos dormido más de media hora. Aunque no me quejo porque hacer el amor con Robin es algo que no cambiaría por nada en el mundo.

Cuando te vi - Robin Le NormandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora