Cuando te vi - Robin Le Normand

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Ane's POV

A eso de las 11 de la noche suena el timbre de mi casa y me levanto corriendo del sofá a la puerta para abrir.

-Vaya carrerita, ¿no?- dice Robin riéndose cuando abro la puerta y hago un amago de cerrársela en la cara.

-Mucho echarme de menos pero lo primero que haces al llegar es meterte conmigo.- me quejo haciendo un puchero y rápido se lanza a besarme.

Nos dirigimos al sofá y me abrazo a su cuerpo dejando mis piernas rodeando su cuerpo.

-Tú siempre me dices que no te vas a enamorar de mi, pero yo tengo muy complicado no enamorarme viéndote con mi camiseta- confiesa mientras reparte besos en mi cabeza y me incorporo para mirarle.

-¿Y tú me lo pones fácil a mi a caso con esa cara que tienes? Eres guapísimo.- cojo su cara entre mis manos mientras se ríe y le beso por cada centímetro de su rostro.

Creedme, estos momentos no tienen precio. Por eso decidimos pasar así lo que queda de sábado y el domingo entero.

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La semana pasa más rápido de lo normal, sobre todo porque no he parado de hacer cosas. ¿Sabéis cuando no tienes ni un minuto libre que no sea el de estar en la cama antes de dormir? Pues eso es mi vida. Pero oye, no me quejo eh. No podría quejarme cuando mi vida se resume en trabajar, ir cada tarde al gym al que me he vuelto a apuntar por fin, ver a mis amigos, quedar con Robin, visitar a mis padres... Lo de quedar con Robin ha sido bastante recurrente puesto que según él "teníamos que aprovechar todo el tiempo posible" porque a partir del sábado estará aquí su hermana y no podrá pasar todo el tiempo conmigo.
Y, hablando de su hermana, me la quiere presentar. Pensaréis que soy tonta por ponerme nerviosa por conocer a una adolescente pero sé que para Robin su familia es lo primero y que la opinión de su hermana es importante.

Domingo, 21:00h. Hace unos minutos terminó el partido en casa en el que vencimos al Girona 2-1, un partido sufrido pero que el equipo supo remontar y aguantar dejándolo todo.
Estoy haciendo una foto de Remi intercambiando la camiseta con Miguel Gutiérrez cuando veo detrás a Robin ayudando a su hermana a bajar al césped y abrazándola. Son tan bonitos juntos y él está tan contento de tenerla aquí que se me cae la baba.

-Te tiene loca, eh.- dice Remi en mi oído haciendo que me asuste y le pegue.

Me abraza de lado y veo cómo Robin y Nora mirando hacia nuestra posición sonriendo. Vaya, la primera imagen que tiene su hermana de mi es vestida de trabajo y abrazando a otro. Robin nos hace un gesto para que nos acerquemos y ahí que vamos mientras Remi me va susurrando que se me notan los nervios a leguas y que soy una pringada. Da gusto tener amigos así, ¿verdad?

-Nora, este es mi amigo Alex, que va a morir como no suelte ya a mi chica.- bromea y Remi saluda con dos besos a Nora, a lo que Robin reacciona separándoles. Es un celoso.- Y esta es Ane.

-Encantada, Nora. Tu hermano me ha hablado mucho de ti.- sonrío dándole dos besos y ella me sonríe y mira de soslayo a su hermano.

-Yo también he escuchado hablar muchísimo de ti. Demasiado, a veces.- se ríe y me uno a ella.- Me había dicho muchas veces lo guapa que eras, pero en persona lo eres aún más.

-Me cae mejor que tú.- digo a Robin sacándole la lengua y abrazando rápido a su hermana.- Chicos, perdonadme pero yo debería estar trabajando.- informo apurada, pero es que de verdad que tengo que irme a seguir con lo mío.

-Claro, claro, no te preocupes. Vamos a ir a cenar cuando mi hermano se quite la peste que lleva encima, ¿quieres venirte?- me pregunta Nora y miro a Robin sonriendo y después a ella.

-No ha sido idea mía.- se defiende Robin levantando las manos.- Pero yo también quiero que vengas.

-Voy porque lo dice Nora. Mándame luego la dirección y en cuanto termine me uno a vosotros. Chao, chicos.- me despido rápido y ellos me dicen adiós con la mano.

Sobre las diez y media subo por fin a mi coche y agradezco que el restaurante no quede a más de 10 minutos.
Aparco y entro al restaurante buscándoles con la mirada y, como si supiera cuando entro en el lugar en el que está, Robin levanta la cabeza y su mirada conecta con la mía. Lo cierto es que a mi también me pasa, siento su presencia en cualquier sitio en el que entre y siempre que busco su mirada la encuentro fácilmente. Me acerco y vuelvo a saludar a Nora con un abrazo y me siento al lado de Robin, quien coge mi cara y me da un pico. Su hermana aplaude al vernos y oculto mi cara por vergüenza en el cuello de Robin.
Durante la cena Nora se interesa por mi vida, por cómo llegué a trabajar en la Real y por mil cosas.

-¿Entonces no querías trabajar en el mundo del fútbol?- pregunta sorprendida y me río negando.

-No. La realidad es que a mi me gustaba el mundo de la moda. De hecho, estaba echando currículums en distintas agencias. Pero salió esta oportunidad, en el club de mi vida y me dije: bueno, aprovéchala.- explico y ella asiente.- Pero sí, será algo temporal en principio. Aunque me ha traído muchas cosas buenas, algunas más que otras, y acabaré echándolo de menos cuando lo deje.- prosigo mirando de soslayo a Robin y el busca mi mano para entrelazar nuestros dedos.

Seguimos charlando durante el postre mientras ambos me cuentan algunas anécdotas de su infancia y me muero de ternura al ver cómo se iluminan los ojos de Robin al oír hablar a su hermana.
Tras una discusión en la que salgo perdiendo ya que no me dejan pagar ni la mitad de la cuenta, salimos del restaurante y se empeñan en acompañarme a mi coche. Cuando llegamos, me despido con un abrazo de Nora, prometiéndole que volveremos a vernos antes de que se vaya. Me separo de su hermana y Robin me abraza fuerte contra su cuerpo haciéndome reír y deja un par de besos en mis labios.

Robin's POV

Una vez que Ane se sube en su coche, rodeo a mi hermana pasando mi brazo por sus hombros y nos dirijo hacia mi coche.

-Me gusta mucho mi cuñada.- dice sin rodeos y sonrío satisfecho.- A mamá y papá les va a encantar.

-Y a la abuela.- añado riéndome.- Pero tiempo al tiempo. Hoy ha sido la primera vez que ha accedido a salir a cenar conmigo sin el resto de los chicos de por medio. Todo porque se lo has pedido tú, pero es un gran paso, ¿sabes?

-Estoy muy orgullosa de ti, hermano. Ojalá seas muy feliz con ella, te lo mereces.

Abrazo a mi hermana y, antes de arrancar el coche, aprovecho para escribir un mensaje a Ane. Cortita y al pie:

"Me estás poniendo muy difícil no enamorarme de ti."