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Ane's POV

Corta se me ha quedado la previa de hoy. Tendría que haberme tomado unas tres cervezas más para estar anestesiada y no sentir los nervios que llevo por dentro. Como ya os he dicho en otras ocasiones, no tener a mi novio en el campo no hace que me relaje ni mucho menos. De hecho siento como mío el sufrimiento de Robin por no poder estar en el campo aportando.
Cuando los titulares dejan de calentar y se van al vestuario, los no convocados vienen hacia su lugar en la grada, que es justo delante nuestra. Robin se acerca a saludarnos y charlar con nosotros. Se que está nervioso pero, aún así, es la única persona capaz de tranquilizarme y transmitirme paz.

-Amore, vamos a hacernos una foto. Soy demasiado supersticiosa, lo sé, pero si no subo foto antes de los himnos como en cada partido y perdemos me voy a rayar muchísimo.- pido a mi novio mientras le paso el móvil a Nora para que nos haga la foto.

-Lo guapa que estás con mis camisetas siempre vas a tener que explicármelo algún día. Es que no es normal.- susurra mientras posamos y no puedo evitar coger su cara y besarle.

Nora me devuelve el móvil tras hacer varias fotos y sigo charlando con mi novio hasta que le indican que debe sentarse ya en su asiento con Pedri y Carva.

-¡Ane!- me llama mientras me giro para irme a mi asiento.- Estate tranquila, vamos a ganar.- me guiña el ojo mientras me da la mano.

Asiento y noto que ha dejado un pequeño papel en mi mano. Lo abro mientras me dirijo a mi asiento y leo lo que pone en la nota: "TE AMO". Giro sobre mis pies y, arriesgándome a que alguien de la Federación me regañe por meterme en algún plano, llego a la posición de mi novio para abrazarle por detrás y dejar un beso en su cuello.

-Te amo, vida.- susurro en su oído y ensancha su sonrisa.

Ahora sí, vuelvo a mi sitio y me siento mientras guardo la notita dentro de la funda de mi móvil. Juro por Dios que este papel se viene conmigo a la tumba como mínimo. Cumplo con mi superstición y me dedico a subir la foto mientras el resto hablan sobre las alineaciones y demás.

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ane_mp hoy con el amor de mi vida 🫶🏻🇪🇸

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Juro que yo he empezado el partido más o menos tranquila, pero cuando Kolo Muani nos marca en el minuto 8 no puedo contener la frustración. Robin mira hacia detrás intentando transmitirme calma y asiento prometiendo hacerle caso: por esto él siempre será el racional de los dos.
Me duelen las manos de tenerlas apretadas pero llevo todo el tiempo agarrada a Ainhoa por un lado y a Nora por otro. Solo nos soltamos para saltar en el gol de Lamine que nos da el empate.

-Vaya puto golazo.- grito abrazada a mi cuñado.

-De locos. Esto está ganado.- vuelve a abrazarme Theo.

Si os pensabais que mi familia política iba a tener algún tipo de remordimiento por no ir con su país natal, olvidadlo. No sabéis el salto que dan todos cuatro minutos después con el gol de Dani Olmo. Veo a mi novio abrazado a Carva y a Pedri y no puedo contener la emoción, estamos a un pasito de la final y no puedo estar más feliz por él. Como si supiera que estoy pensando en él, se gira para mirarme y gesticula un "guapa" al que respondo con una de esas sonrisas que tengo guardadas solo para él.

Tras mucho sufrimiento, fin del partido. 1-2 para España y estamos en la final de la Eurocopa. Me abrazo a todos los que tengo a mi alrededor hasta que noto los brazos de Robin buscándome y me escapo de mi padre y mi suegro para correr hacia él.

-¡Amore! A la final.- lloro abrazándole y noto como me aprieta fuerte contra su cuerpo.

-Esto es una locura.- dice sin creérselo aún.

-Sois un puto equipazo. Ve a celebrar, corre. Ahora nos vemos.- le digo mientras recoloco los mechones de su pelo que yo misma he alborotado abrazándole.

-Ahora te veo. Te quiero.

-Yo más. Tira.- le doy una palmada en el culo y se aleja riéndose.

Tras una gran celebración de los jugadores en el campo y de los aficionados en la grada, el estadio por fin se queda prácticamente vacío y podemos acceder al césped a pasar unos últimos momentos con nuestros familiares en el día de hoy.

-¡Zubi! Madre mía, estoy tan feliz por vosotros.- grito abrazando a Martín.- ¡Mikel!- saludo a Merino cuando se une a nuestro abrazo.

-Pero bueno, si está aquí mi ex amiga.- dice Remi antes de cogerme en brazos para abrazarme.

-¿Reunión? ¿Vuelve a la Real o qué?- pregunta Oyar uniéndose y me lanzo a abrazarle.

-Estoy flipando con vosotros, en serio. Quién nos iba a decir esto hace unos meses eh.- reflexiono en voz alta agarrada a la cintura de mi novio.

-Total. Y tú embarazada de un hijo español.- bromea Remi y todos nos reímos.

-Joder, me va a perseguir el hijo español hasta que me muera.- me río y Robin pone cara de no haber roto un plato en su vida.- Bueno, venga. Apuestas, apuestas. ¿Qué hacéis si ganáis la final?

-Tatu supongo.- dice Merino y Zubi niega de inmediato.

-Yo un cortecito de pelo como mucho.- replica Zubi y nos reímos.

-Yo igual, eh.- defiende Robin.

-Bah, que cagaos sois.- respondo sacándoles la lengua.

-¿Qué haces tú, a ver?- me pregunta Remi.

-Yo no juego. Pero podría hacerme un tatuaje sin problema.- me encojo de hombros.

-Pero dejas que te lo haga yo.- pide Robin y le miro incrédula.

-¿Y qué sabes tú de hacer tatuajes, flipado?- me río y sus amigos me secundan.

Seguimos un poco más por el terreno de juego hablando con unos y con otros, aunque Robin no se aparta de mi lado en ningún momento y, cuando vemos que es la hora de despedirnos, nos alejamos un poco.

-Cinco días y dormimos juntos.- dice sobre mis labios.

-Cinco días y serás campeón de Europa. Y yo la novia más orgullosa del mundo.

-La mujer. Porque te casarás conmigo.- que lo de por hecho me hace bastante gracia así que suelto una carcajada.

-Muy seguro te veo. Primero gana y luego ya veremos. Pero como se te ocurre pedírmelo en la final te digo que no, te lo juro.- bromeo sacándole la lengua y finge desinterés.

-No te creo nada. No voy a ser tan obvio de pedírtelo ahí, pero tengo claro que no serías capaz de decirme que no.- responde con suficiencia y le miró enarcando una ceja.

-Estás muy subidito tú desde que estás en una final, eh.

-Y tú estás muy guapa y no me quejo tanto.- y como siempre, ahí está él dejándome sin palabras cuando menos me lo espero.

Cuando te vi - Robin Le NormandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora