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Ane's POV

Robin se despidió de todos nosotros y a los 10 minutos salgo yo también de la discoteca. El frío me pega directamente en la cara y agradezco que, en cuanto subo al coche, la calefacción me esté esperando.
Y no, para vuestra sorpresa, no he cogido un uber a mi casa. Acabo de subir al coche de Robin y he esperado esos 10 minutos como intento de disimular ante los supervivientes de la fiesta. Aunque a decir verdad, la gente ya iba tan mal que si nos hubiéramos ido de la mano tampoco se habrían dado cuenta.

-Estás helada.- dice al mirarme mientras me siento en mi asiento y sube aún más la calefacción.- Voy a ir encendiendo la calefacción de casa también.- Aprovecha un semáforo para activar la calefacción desde su móvil y esos pequeños detalles son los que acaban por derretirme.

El camino transcurre rápido, aunque nos da tiempo de comentar todos los highlights de la noche: tanto del partido como de la celebración.
Al llegar a su casa, mete el coche en la cochera y nos bajamos. Con su mano en mi espalda me da paso para que entre y agradezco haber venido antes y no estar completamente perdida.
Una vez en su habitación me tiende una camiseta suya negra básica para que me ponga para dormir y me deja pasar al baño. Aprovecho para lavarme los dientes con el dedo mismamente como puedo, quitarme el poco maquillaje que llevaba y quitarme mi ropa para ponerme la camiseta que me ha prestado. Noto como mi cuerpo se aclimata al calor de la calefacción y agradezco ir sin pantalones, aunque la camiseta me cubre hasta mitad de los muslos ya que este chico es muy alto.

Salgo del baño y lo encuentro sentado en la cama mirando su móvil. Al notar mi presencia levanta la cabeza para mirarme.

-Pff...-resopla mirándome de arriba a abajo y arranca en mi una carcajada nerviosa.- Mejor me callo y paso directo al baño, ¿no?

-Sí. Yo te espero en la cama ya, que estoy muerta.

-No sabes cuánto me gusta oírte decir eso.-responde sonriendo y hace que ensanche mi sonrisa.

Cuando se mete al baño deshago la cama y me tumbo con el móvil en la mano. Jose ha escrito por el grupo que el entreno del equipo se ha retrasado a las 11 y que podemos llegar directos a esa hora. Lo agradezco porque a lo tonto son las 6:30 de la mañana.
Unos minutos después, sale del baño y vuelve a quedarse mirándome con una sonrisa en la cara.

-¿Qué me miras tanto? ¿Te he robado tu lado en la cama?- pregunto para intentar calmar mis nervios.

-Con que por fin estés en mi cama me conformo, me da igual en qué lado.- responde metiéndose en la cama y apagando la luz.

Dejo el móvil en la mesita de noche y me giro hacia su posición.

-Mañana entrenamos a las 11 al final. Pero te llevo antes a ti al Estadio.- me informa y niego.

-No te preocupes. Nos dejan llegar directamente para el entreno. Vamos juntos y me dejas unos metros antes de llegar a la ciudad deportiva, ¿vale?

Asiente ante mi propuesta y estira su mano para colocar mi pelo detrás de mi oreja. Sonrío y esta vez soy yo quien estira mi mano para poder jugar con su pelo. Cierra los ojos indicándome que le gusta que lo haga y me acerco un poco más a él para seguir haciéndolo de forma más cómoda. Baja su mano a mi cintura para acomodarme lo más cerca de su cuerpo posible y me río bajito.

-Podría quedarme dormido en dos segundos si sigues tocándome el pelo.

-Pues buenas noches.- río y gira su cabeza para darme un bocado en el brazo que tengo estirado hacia él.- Auch. No me muerdas, niño.

-Pues no te rías de mí. Que estás muy graciosa tú cuando bebes. Ya podrías ponerte cariñosa...

-También me suele dar por ahí... Ya lo descubrirás.- le doy unas palmaditas en el hombro y coge mi mano para volver a llevarla a su pelo.

Cuando te vi - Robin Le NormandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora