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Robin's POV

No he pegado ojo en toda la noche, al igual que la anterior. Estar cabreado con Ane es una cosa, pero no tener contacto con ella es lo que me trae loco. Estoy cabreado, sí, pero cuando pienso en cuánto echo de menos tocarla o hacerla reír se me pasa. Le he dado muchas vueltas y quizá la presioné demasiado en el momento equivocado. Y sí, también ella tenía razón y estaba un poco frustrado por la semana de entrenamientos de mierda que llevaba.

Salgo de mis pensamientos cuando Remi me da una palmada en la espalda indicándome que ya está listo y podemos bajar al bus para ir hacia el estadio. Con una sola mirada me pregunta que si estoy bien y niego con la cabeza. Pasa su brazo por mis hombros durante un par de segundos y, creáis o no, me reconforta mucho. Él ya me ha dado su opinión: puedo tener mis razones y mi opinión, pero en pareja las cosas se hablan y no se exigen.

-Recuerda que me has prometido que hoy hablarás con ella.- dice mirando cómo reviso mis mensajes por si aparece uno de ella como antes de cada partido.

-Lo haré. Tampoco es que pueda estar mucho más tiempo alejado de ella...- bufo y él ríe.

-El amor, hermano.- se encoge de hombros sin solución.

Ane's POV

Agradezco que no me haya tocado cubrir el trayecto en bus desde el hotel al estadio porque no estoy segura de poder ver de cerca a Robin y no saltar a sus brazos. En serio, le echo demasiado de menos y no aguanto un segundo más sin decírselo. Pienso esperar a que termine el partido y nos vayamos a casa porque ante todo quiero que esté concentrado y que nada le saque del foco del partido.

Raúl me saca un poco de mis pensamientos hablándome de no sé qué partido de Premier que estuvo viendo ayer. Me ha notado tristona y, a pesar de que no tiene ni idea de cuál es el motivo, está haciendo todo lo posible porque me ría y de veras que lo agradezco.

-A ver, a ver. ¿Te estás riendo? ¡Ane se está riendo!- celebra tras haber conseguido que me ría de uno de sus chistes y me abraza cogiéndome por los aires durante unos segundos.

¿Y quién aparece en esos segundos? Exacto. El equipo acaba de llegar y los cuatro fantásticos hacen su ruta por el césped café en mano como siempre. La forma en la que Robin me mira... sé que está celoso, pero también triste. Y me muero por decirle que no tiene ningún motivo, pero al momento su expresión pasa de nuevo al enfado y me cabrea más aún. Se está haciendo una bola demasiado grande.

Robin's POV

Estar contando los minutos para poder hablar con Ane y que la primera imagen que tenga de ella sea abrazada a Raúl duele. Duele porque, aunque me ha dejado claro varias veces que no quiere nada con él, es un golpe de realidad. Cualquiera en mi situación estaría besando por donde ella pisa y yo la estoy cagando cada vez más.

-Quita la cara de asco.- me susurra Remi.

-No puedo. Le veo cerca de ella, haciéndola reír... Ese debería ser yo.

-Bueno, piensa que tú le haces otras cosas.- bromea Remi y niego con una media sonrisa.- Venga, tío. Jugamos, ganamos y te vas con tu chica. Fácil.- soluciona dándome un par de palmaditas en la espalda y asiento.

Vuelvo a mirarla y, aunque ya está haciendo su trabajo, Raúl vuelve a decirle algo que hace que ella sonría. Por su cara de suficiencia, se que lo está haciendo queriendo. Verme celoso era la gota que le faltaba para colmar el vaso de su paciencia. Y de verdad que asumo que no tendría que haberla presionado, pero ahora mismo tengo ganas de todo menos de admitir mis errores.

Ane's POV

Un partido contra el Sevilla esta temporada, en principio, debería ser fácil. Pues no lo está siendo. Algo está pasando pero estamos fallando pases fáciles, no está habiendo fluidez y, además, un fallo en nuestra defensa ha hecho que ellos se pongan por delante y ahora se dediquen a encerrarse y aguantar el resultado. Los primeros 30 minutos de Robin son para olvidar... Está llegando forzado a los cortes, despistado en las marcas en balones parados y muy agresivo en las disputas. Él no es así y ese no es su juego. En una acción en la que despeja un balón a córner Remi le hace un gesto para decirle que piense con la cabeza y asiente. Ahí es cuando me siento culpable. Y sé que no debería, porque sus fallos son culpa suya, pero esto nos está afectando demasiado a los dos.

De pronto, en un saque de esquina a favor del equipo hispalense, veo que se forma una especie de tangana por una falta. Lo próximo que veo es cómo entre Merino y Zubi se llevan a Robin de ahí, mientras que él se resiste a irse y sigue recriminándole al jugador del Sevilla que le ha dado un golpe en la cara.

Por fin el árbitro pita el descanso y me dirijo a la entrada del túnel de vestuarios. Veo venir hacia mi posición a Robin junto con Alex, quien le va mirando el golpe y regañándole. Nuestro amigo me mira con expresión suplicante y asiento.
En cuanto pasan por mi lado, me armo de valor y hablo.

-Robin.- susurro y él levanta la mirada del suelo para mirarme.- Deja de hacer el tonto y de pelearte y juega como tú sabes, por favor.- vuelvo a hablar agarrando su mano y apretándola.- Luego hablamos.- fuerzo una sonrisa y asiente sonriendo también.

La segunda parte se desarrolla como todo lo contrario a la primera: por arte de magia el equipo vuelve a ser el que era y, en menos de 10 minutos, ya hemos remontado.
A eso del minuto 80, parece que todo está decidido pero en un córner a favor Robin salta más que nadie y remata de cabeza para poner el tercer gol de la Real en el marcador. Se abraza con sus compañeros y desde mi posición en el córner celebro comedidamente el gol hasta que nuestras miradas se cruzan y mi sonrisa se ensancha tanto que creo que se saldrá de mi cara. Guiña el ojo y se perfectamente que es para mí. ¿Y qué os digo? Me muero por besarle.

El árbitro pita el fin del partido y me dispongo a hacer mi trabajo lo más rápido posible en todo lo que depende de mí. Cuanto antes acabe, antes podré hablar con Robin.

-No veas el poder del amor...- bromea Remi pasando por mi lado y suelto una carcajada.- Mañana os quiero ya otra vez siendo los pegajosos que sois siempre, por favor te lo pido.- me ordena y asiento.

Deja un beso en mi cabeza y se va justamente en busca de Robin para irse juntos hacia el vestuario.

Una hora y media después acabo todos mis deberes y desbloqueo el móvil para escribir a Robin. Tarde, ya me ha escrito él.

R. Le Normand

Te espero y hablamos, porfa?

Tengo el coche aquí... Dime dónde nos vemos y voy, vale?
Justo acabo de terminar

Mi casa?
Yo estoy en el coche, voy yendo

Perfecto. Allí nos vemos

Ve con cuidado

Suspiro antes de arrancar intentando liberar un poco de la tensión que llevo por dentro. Una conversación así de fría no ayuda, desde luego. Solo espero que tenga las mismas ganas de arreglarlo que yo, porque me muero por que me abrace y me bese durante toda la noche.

Cuando te vi - Robin Le NormandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora