Capítulo 18

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El sol ya se había levantado completamente, envolviendo a Naruhata con una luz suave y dorada. Sin embargo, la mente de Izuku Midoriya estaba lejos de la tranquilidad que ofrecía el amanecer. Después de dejar a Knuckleduster en manos del Dr. Kyudai Garaki, su preocupación no había disminuido. Sabía que su mentor estaba en "buenas" manos, pero la realidad de la situación lo mantenía inquieto.

Mientras caminaba por las calles, Izuku no podía dejar de pensar en lo que había sucedido. Los Nomus que habían atacado a Knuckleduster no eran cualquier amenaza; eran un signo de algo mucho más grande y peligroso. A pesar de no conocer la conexión de Garaki con All For One (Y aún no saber casi nada de este), la advertencia del doctor resonaba en su mente. Algo oscuro se movía en las sombras, y como vigilante, su deber era detenerlo antes de que fuera demasiado tarde.

Decidido a seguir adelante, Izuku se dirigió a uno de los barrios más peligrosos de la ciudad, donde había oído rumores de extrañas actividades. El aire estaba cargado de tensión, y mientras avanzaba, sentía los ojos de los habitantes sobre él, aunque pocos se atrevían a acercarse. La presencia de un vigilante en esas zonas era inusual, pero Izuku sabía que debía estar allí, en los lugares donde los héroes oficiales no se atrevían a entrar.

Saltando de un edificio a otro, sus sentidos estaban al máximo, listos para cualquier eventualidad. La ciudad estaba viva, pero no con la vida habitual. Había un aura de peligro inminente, como si algo estuviera esperando en cada esquina.

Mientras se movía, detectó algo con sus ojos que lo hizo detenerse en seco. Seguido de un sonido, casi imperceptible, proveniente de un callejón estrecho. Sus ojos verdes se entrecerraron, y sin hacer un solo ruido, se deslizó hacia la fuente del sonido. Lo que encontró fue una escena que lo hizo fruncir el ceño.

Un grupo de delincuentes, algunos de ellos con quirks peligrosos, estaban acorralando a una figura en el suelo. La víctima, un hombre mayor, estaba claramente en desventaja, rodeado por los criminales que se burlaban de él mientras lo intimidaban.

Izuku apretó los puños. No había tiempo que perder.

Izuku: ¡Hey! -gritó, su voz resonando con autoridad mientras saltaba desde la sombra hacia el grupo.

Los delincuentes se giraron sorprendidos, pero antes de que pudieran reaccionar, Izuku ya estaba sobre ellos. Con un movimiento rápido, desató su "Azul", creando una fuerza gravitacional que atrajo a los agresores hacia él. Los criminales gritaron de sorpresa mientras eran arrastrados, incapaces de resistir la fuerza abrumadora.

Izuku: No voy a dejar que escorias como ustedes sigan aterrorizando a la gente -dijo Izuku, con una voz firme y decidida.

Los delincuentes fueron golpeados con varios puñetazos con Azul, usando una fuerza moderada el peliverde lanzó contra las paredes del callejón a los delincuentes, quedando incapacitados por el impacto. Izuku, respirando profundamente para calmarse, se acercó al hombre en el suelo.

-Por más que contenga mi fuerza, los golpes con Azul siguen siendo devastadores- Pensó mirando a los criminales, para acto seguido mirar al hombre.

Izuku: ¿Está bien? preguntó el peliverde, extendiendo una mano para ayudarlo a levantarse.

El hombre lo miró con gratitud y asombro, tomando la mano de Izuku con temblor.

-Gracias... gracias, joven. No sé qué habría hecho sin ti -dijo el hombre, con la voz temblorosa.

El peliverde sonrió suavemente, ayudándolo a ponerse de pie.

Izuku: Solo hago lo que cualquier persona debería hacer. Ahora, es mejor que se ponga a salvo. Este lugar no es seguro.

Izuku el más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora