Capítulo 30

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Izuku, después de procesar la revelación del niño-examinador, decidió adaptarse rápidamente a la situación. Sin perder tiempo, se agachó y, con cuidado, tomó al niño en brazos, asegurándose de no agravar ninguna herida.

Izuku: Vamos, te llevaré a un lugar seguro. -Dijo con tono neutro- 

El niño, aunque seguía observando a Izuku con una mezcla de evaluación y curiosidad, permitió que lo cargara. Mientras avanzaban por el caótico escenario, Izuku mantuvo su mirada fija en el camino, evaluando la ruta más segura para llegar al área designada para la "ayuda".

Aunque Izuku se movía con eficiencia y decisión, su actitud seguía siendo fría, enfocada en la tarea en lugar de en consolar al niño o hacerle sentir que estaba a salvo. A pesar de esto, el peliverde se aseguró de que cada paso fuera cuidadoso y que el niño no sufriera más.

Finalmente, llegaron a un área donde otros examinados estaban llevando a civiles heridos (examinadores). Izuku dejó al niño en una camilla improvisada, manteniendo su postura firme.

Izuku: Aquí estarás a salvo. Alguien vendrá a ayudarte pronto. -Dijo con un tono calmado, pero distante-

El niño-examinador observó a Izuku mientras este se retiraba para continuar con la búsqueda de más sobrevivientes. Aunque el niño reconocía la eficacia de Izuku en la tarea, no podía evitar notar la falta de empatía visible en su enfoque.

-Es eficiente, pero sigue siendo demasiado frío. No es perfecto, pero al menos está haciendo el trabajo.- Pensó el niño-examinador. 

Izuku continuó su labor, adaptándose a las exigencias del examen, mientras reflexionaba sobre cómo debía equilibrar su fuerza y habilidades con la empatía y el cuidado que se esperaba de un héroe. Aunque su comportamiento aún era distante, comenzaba a comprender que ser un héroe no solo era cuestión de poder, sino de cómo ese poder se utilizaba para hacer sentir seguras a las personas.

El peliverde continuó moviéndose entre los escombros, manteniendo su enfoque en encontrar y rescatar a más "civiles". Mientras avanzaba, escuchó un gemido bajo unas vigas caídas. Sin dudarlo, usó su poder para levantar las pesadas estructuras con cuidado, revelando a otro examinador disfrazado de herido.

El "civil" estaba atrapado y parecía gravemente lastimado. Izuku, con su habitual actitud fría, evaluó rápidamente la situación.

Izuku: No te muevas, te sacaré de aquí. -Con un tono bastante frio- 

Sin más palabras, usó su fuerza para levantar al "herido", asegurándose de no causarle más daño. Con movimientos precisos y calculados, lo levantó y comenzó a llevarlo hacia el área de rescate.

A medida que avanzaba, mantuvo su ritmo constante, sin desviarse ni permitir que nada lo distrajera. El examinador, al igual que el niño anterior, observaba a Izuku con una mezcla de asombro y análisis.

-Hace el trabajo bien, pero... sigue siendo tan frío como el hielo.- Pensó igual que el otro examinador. 

Al llegar al área de rescate, Izuku dejó al examinador en otra camilla, asegurándose de que estuviera en una posición segura.

Izuku: Ya estás fuera de peligro. Espera a que alguien te atienda.

El examinador lo miró, notando la misma falta de calidez en sus palabras, pero también reconociendo que, a pesar de su frialdad, Izuku estaba cumpliendo con su deber.

Sin perder tiempo, Izuku se dio la vuelta y se dirigió de nuevo al caos, listo para encontrar y salvar a más personas, aunque su enfoque seguía siendo más práctico que emocional. Mientras lo hacía, comenzaba a preguntarse si debía trabajar más en su empatía, sabiendo que ser un héroe no solo consistía en salvar vidas, sino también en cómo esas vidas eran salvadas.

Izuku el más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora