Capítulo 47

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En una pequeña tienda de conveniencia. El ambiente es tenso. El empleado de la caja, un joven con el rostro pálido y sudoroso, está frente a un hombre de cabello blanco, quien lleva un elegante traje oscuro. El villano tiene una expresión tranquila, pero sus ojos brillan con una peligrosa intensidad.

-Por favor, ponga el dinero en el maletín -dijo el hombre con una voz suave pero firme-. Y agrupe los billetes de 1000 yenes en fajos de 10, por favor.

El empleado, temblando, asintió y comenzó a contar el dinero con manos temblorosas, metiéndolo cuidadosamente en el maletín que el villano había extendido. Cada billete que caía en la bolsa resonaba en el silencio opresivo de la tienda.

-Yo... te he visto antes -murmuró el empleado mientras contaba-. Eres el tipo de esos videos.

El villano, con una sonrisa suave pero arrogante, se volteó hacia una cámara de seguridad en la esquina de la tienda. Ajustó su postura, enderezando su traje, y con una reverencia teatral, habló en voz alta, dirigiéndose a la cámara como si fuera su audiencia.

-Correcto, -dijo con una reverencia elegante-. Yo soy Gentle... Gentle Criminal.

Hizo una pequeña pausa para que sus palabras calaran en la situación. Se ajustó los guantes de cuero con delicadeza, como si todo fuera parte de una gran actuación cuidadosamente coreografiada.

-Y ahora, por favor, no se preocupe -continuó-. No soy un villano cualquiera. Yo hago las cosas con estilo y gracia. Este será el robo más... civilizado que habrá visto.

El empleado, aunque asustado, estaba paralizado por la extraña calma del villano. Mientras seguía metiendo los fajos de dinero en la bolsa, el logo de Gentle en la cámara ahora tenía toda la atención del sistema de seguridad de la tienda, transmitiendo su mensaje a cualquier persona que lo viera.

Gentle, satisfecho con el ritmo de los eventos, hizo un pequeño gesto con la mano, como si estuviera terminando una obra teatral.

-Muchas gracias por su colaboración, joven. -dijo con cortesía, antes de dar un paso hacia la salida-. Este será un momento que recordará por su elegancia.

Justo cuando Gentle Criminal salía de la tienda con una elegancia calculada, se escuchó el sonido de sirenas acercándose. Tres héroes locales irrumpieron en la escena, bloqueando la salida.

-¡Alto ahí, villano! -gritó uno de ellos, un héroe con una gran armadura metálica.

Gentle se detuvo y dio media vuelta lentamente, sin perder la compostura. A su lado, una pequeña figura apareció: La Brava, su leal compañera, con una cámara en mano, grabando cada movimiento de Gentle.

-La Brava -dijo en un tono suave pero autoritario-, corta esta parte del video.

En un instante, la imagen en la grabación se desvaneció y el sonido de la pelea quedó fuera de escena. Cuando el video se reanudó, se podía ver a los tres héroes, todos derrotados, esparcidos en el suelo, con sus trajes dañados y agotados. El viento soplaba suavemente, agitando la ropa de Gentle, quien permanecía de pie con una mirada victoriosa.

-Bueno, mis queridos héroes -dijo Gentle con su habitual tono cortés, limpiando una pequeña mota de polvo de su traje-, no esperaba menos. Pero como todo gran acto, llega un momento en el que hay que cerrar el telón.

Se inclinó hacia uno de los héroes inconscientes y dejó el maletín lleno de dinero cuidadosamente a su lado.

-Este es el pago por permitirme compartir su derrota con mi audiencia. Gracias por su colaboración. -Gentle hizo una reverencia-. Adiós.

Y con esa elegante despedida, Gentle y La Brava se alejaron, desapareciendo en el horizonte, mientras la cámara capturaba su partida. El video terminó con Gentle caminando a paso firme, y luego la pantalla se desvaneció en negro con una última frase: "Todo lo que hacemos en la vida es arte."

Izuku el más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora