Capítulo 19

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Izuku Midoriya, enfundado en su traje de vigilante, recorrió los tejados de Musutafu, con la mente fija en un solo objetivo: encontrar la base de la Liga de Villanos. Sabía que esta ciudad era un laberinto de sombras y secretos, pero también sabía que la Liga no se escondería para siempre. Bakugo estaba en peligro, y cada segundo que pasaba era un segundo más en el que podrían acabar con su vida.

Izuku podía moverse sin ser detectado, utilizando sus Seis Ojos para rastrear a cualquier presencia malintencionada. Buscando el menor indicio de la Liga, pero lo único que encontró al principio fueron los latidos inquietos de criminales comunes.

Su primera parada fue en un callejón donde un grupo de delincuentes discutía sobre su última fechoría. Estaban tan absortos en su conversación que no notaron la presencia de Izuku hasta que fue demasiado tarde.

-¿Qué...? ¿Quién eres tú? -balbuceó uno de los criminales al ver al joven vigilante aparecer entre las sombras.

Izuku no perdió tiempo en hablar. Con un movimiento rápido, invocó una pequeña ráfaga de su técnica "Azul", creando una fuerza de atracción que tiró de los criminales hacia él con una fuerza imparable. Los cuerpos de los hombres fueron arrastrados por el poder, golpeando el suelo y las paredes con una fuerza brutal. Uno tras otro, cayeron inconscientes, incapaces de resistir el poder de Izuku, sin embargo decidió dejar uno consciente.

Izuku: ¡¿Dónde diablos está la Liga de Villanos?!

-¿L-La Liga de V-Villanos? -Dijo asustado- ¡N-No se de que h-hablas! 

El peliverde comenzó a infligir dolor en el criminal tratando de hacer que hablara por el dolor. Tras un buen momento, donde el criminal realmente no sabía nada, decidió dejarlo inconsciente. 

Sin embargo, no se detuvo para ver los resultados. Sabía que estos criminales no tenían la información que buscaba, pero no podía arriesgarse a dejarlos libres. A cada lugar que llegaba, los criminales caían uno tras otro, sin que ninguno pudiera siquiera gritar por ayuda antes de ser derribado.

Los tejados de Musutafu eran su campo de batalla, y cada paso lo llevaba más cerca de la base de la Liga. En su camino, se encontró con pandillas que pensaban que la noche les pertenecía, pero Izuku se encargó de recordarles que estaban equivocados. Con su técnica de "Azul", los hacía colisionar entre ellos, o los lanzaba contra las paredes y el suelo, dejando un rastro de cuerpos inconscientes en su búsqueda.

Mientras más avanzaba, más se corría el rumor sobre que el peliverde se encontraba en Musutafu. La frustración comenzaba a apoderarse de él, pero sabía que no podía permitirse dudar. Musutafu estaba llena de ratas, pero tarde o temprano, daría con la guarida de la peor de ellas.

"Esta vez, no hay lugar para el error. Bakugo literalmente depende de mí."

Izuku se movía con precisión entre los tejados de Musutafu, su cuerpo exhausto pero su mente afilada como una navaja. La noche avanzaba, y aunque su entrenamiento le permitía mantener un ritmo frenético, el agotamiento se estaba acumulando. Las semanas de patrullaje sin descanso habían empezado a tomar factura en él, y cada salto y cada pelea se sentían cada vez más difíciles. Sin embargo, la promesa de salvar a Katsuki Bakugo lo mantenía en pie.

Al aterrizar en un callejón sombrío, se encontró con un grupo de delincuentes que estaban discutiendo animadamente sobre su último robo. La conversación se detuvo bruscamente cuando Izuku apareció entre las sombras. Sus ojos verdes brillaban con una intensidad que reflejaba la desesperación y determinación.

-¿Qué pasa, quién eres tú? -dijo uno de los delincuentes, su voz temblando de sorpresa y miedo.

Izuku no se tomó el tiempo para una introducción. En lugar de eso, con un movimiento rápido, invocó su técnica "Azul", atrayendo a los criminales hacia él con una fuerza implacable. Los cuerpos golpearon el suelo con estrépito, pero el vigilante no estaba satisfecho. Se acercó a uno de ellos, que estaba parcialmente consciente, y lo agarró por el cuello de la camisa.

Izuku el más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora