Capítulo 42

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En la nueva base de la Liga de Villanos, un lugar cuidadosamente oculto y resguardado, All For One observaba con calma los avances que el Dr. Garaki realizaba en su más reciente creación: un nuevo Nomu conocido como "High End". Las instalaciones eran sombrías y llenas de tecnología avanzada, con la presencia de múltiples tubos que mantenían en estado latente a varios Nomus. Este en particular estaba destinado a ser una obra maestra, un ser con un poder sin igual y una inteligencia que superaba a la de los Nomus ordinarios.

Mientras tanto, los miembros de la Liga de Villanos estaban reunidos en una sala adjunta, observando con seriedad un televisor que transmitía noticias impactantes. Un video mostraba a Izuku Midoriya, más poderoso que nunca, utilizando una técnica devastadora llamada "Vacío Púrpura" que había desintegrado a Chisaki y, por ende, eliminado al líder de los Shie Hassaikai sin ningún esfuerzo aparente. La pantalla mostraba los escombros de lo que alguna vez fue la guarida de los Shie Hassaikai, y la ausencia de su líder confirmaba que ya no estarían presentes para prestar ayuda a la Liga.

Shigaraki, con un tono preocupado y enojado, se dirigió a All For One, que observaba en silencio.

-Maestro, ese mocoso se ha vuelto increíblemente fuerte. ¿Fue realmente una buena idea dejarlo vivir cuando tuvo la oportunidad de matarlo? Podría convertirse en una amenaza aún mayor."

All For One soltó una carcajada, una risa profunda y resonante que llenó la sala con una sensación de inquietud. Giró su rostro hacia los miembros de la Liga y habló con una seguridad implacable.

-Izuku Midoriya... siempre ha sido una pieza fundamental en mis planes. Su poder y su crecimiento no son motivo de preocupación, sino de alegría. Cada paso que da lo acerca más al destino que he trazado para él. Dejarlo vivir fue, y sigue siendo, la mejor decisión. Su fortalecimiento solo asegura que, cuando llegue el momento, jugará su papel a la perfección.

Los miembros de la Liga intercambiaron miradas, algunos aún con dudas, pero ninguno se atrevió a cuestionar la palabra de All For One. En su mente, el destino de Izuku ya estaba sellado, y aunque ahora fuera más poderoso que nunca, para él, Midoriya no era una amenaza, sino una pieza clave en un juego mucho más grande.


El sol de la tarde se filtraba a través de las persianas medio cerradas de la habitación del hospital, bañando el espacio en una luz suave y dorada. El ambiente era tranquilo, con el murmullo distante de los pasillos y el suave pitido de los monitores médicos acompañando la conversación entre dos jóvenes héroes.

Izuku Midoriya estaba sentado en una silla junto a la cama de hospital donde Mirio Togata descansaba. Ambos habían estado conversando animadamente sobre planes futuros y técnicas de combate, pero una sombra de preocupación cruzaba el rostro de Mirio, indicando que tenía algo importante que decir.

Mirio tomó una respiración profunda, sus ojos azules reflejando una mezcla de resolución y tristeza. Dejó a un lado la bandeja de comida que había estado picoteando y se giró para mirar directamente a Izuku.

-Midoriya, hay algo que necesito contarte -comenzó, su voz más seria de lo habitual.

Izuku notó el cambio de tono y se inclinó hacia adelante, con una expresión de preocupación en su rostro.

-¿Qué sucede, Mirio? -preguntó, preparándose para escuchar las palabras que seguirían.

Mirio apretó ligeramente los puños sobre las sábanas, buscando las palabras correctas.

-He estado hablando con los médicos y con el director Nezu -comenzó lentamente-. Después de todo lo que ha pasado y considerando que he perdido mi quirk y el One For All... Ya no podré asistir a la U.A.

Izuku el más fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora